12- Responsabilidad De Alfa

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Carlos se sintió muy aliviado luego de aquellas palabras, Charles le dedicó una sonrisa, aún ruborizado, luego miró hacia la mano del omega, tomándola para alzarla frente a su rostro, viendo la piel rojiza, haciendo una mueca.

-Te quemaste- dijo, y Carlos se sintió algo tonto por lo ocurrido.

Charles lo soltó para abrir uno de los cajones de la cocina, dejando ver algunas cajas de medicamentos y otras más pequeñas con algunas cremas, leyó algunas cajas hasta encontrar la que buscaba, cerrando el cajón con el pie al pararse.

-Toma, es para quemaduras- dijo, dándole la cajita a Carlos.

Tomó ambos tazones de comida y los llevó a la mesa, agradeció a Carlos por la comida, el omega respondió con una sonrisa mientras se masajeaba la mano con un poco de crema, para que se absorbiera bien.

Comieron en silencio hasta terminar todo lo que tenían servido, Charles volvió a llenar el cuenco con más comida por lo rico que estaba, Carlos y su lobo se sintieron bien y orgullosos por algo tan tonto, aún así estaban muy felices, el menor esperó en silencio a que el otro terminara su comida, y se levantó con intención de sacar los platos y lavarlos, pero el mayor lo corrió con algo de brusquedad.

-No hagas nada, Carlos, con que cocinaras es suficiente- dijo Charles, pasando lo que habían usado al lavamanos de la cocina, abriendo el grifo.

Carlos sólo asintió, y volvió a sentarse en la mesa, viendo a Charles lavar las cosas de espaldas a él.

Al más castaño le parecían preocupante la actitud que había adoptado Carlos en tan pocos minutos, el cómo se había puesto sensible y había insistido en irse, cuando días antes casi rogaba por quedarse, su lobo estaba inquieto en su interior, quien también quería saber por el cambio brusco del omega, quizás no se había disculpado lo suficiente, quizás había sido demasiado idiota y Carlos se había cansado de él lo suficiente como para marcharse de una vez, ese pensamiento le carcomía la cabeza, hasta que la voz del omega lo interrumpió pero solo para hacerlo sentir peor:

-Creo que lo mejor será irme en la noche.

Las palabras habían sonado tan distantes, con tan pocas ganas y sentimientos, casi monótonas, el mayor sintió a su lobo enojarse y gruñir bajo, a Charles se le cayó el cuenco que estaba lavando haciendo un ruido fuerte contra el metal del lavamanos al chocar, y salpicando un poco su ropa.

-¿Charles? ¿Está bien?

Charles no pudo hablar, apretando los dientes, se giró con sus manos apretadas sobre la mesada de la cocina, intentando controlar a su lobo, que estaba molesto, pero no con Carlos, sino con su parte humana, con él mismo, por no ser ni hacer suficiente para cuidarlo y ahora sentía que iba a perderlo.

-No.

Su voz había salido de lo más hondo de su pecho, en un tono que hacía mucho tiempo no usaba y creía perdido, casi pudo ver al lobo de Carlos bajar las orejas con algo de miedo ante su voz de alfa.

Charles negó, despejando su vista, no era la forma correcta de hacerlo, debía hablar de forma civilizada con Carlos, debía controlar mejor sus instintos, estaba muy desacostumbrado a su lobo y casi había olvidado lo posesivo que era cuando quería algo, y en este caso, su lobo quería a Carlos más que nada en el mundo.

-Mira, Carlos… Sé que vas a irte, pero no tiene que ser hoy- dijo su voz sonaba más calmada, lo que relajó un poco a Carlos-, tampoco tiene que ser mañana, en serio, sólo… Quédate un poco más, quizás hasta que termine tu celo. Yo… Tampoco quiero que andes como un omega en celo por la calle, abandonado por allí, con ese olor tan lindo que tienes nadie podría resistirse, no quiero imaginar qué harían otros, ya sabes…

𝑫𝒆𝒍𝒕𝒂[𝑪𝒉𝒂𝒓𝒍𝒐𝒔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora