Reissel
Colgué mi bolso en mi hombro con todo lo que necesitaba el día de hoy; mi computadora, por si se me ocurría una escena fugaz de la novela que estoy escribiendo, mi cuaderno personal, que es casi como un diario donde escribo todos los pensamientos que creo innecesarios, pero cuando los leo me sirven de algo para escribir en mis novelas. Mis audífonos Sony, el estuche de mis lentes, varias plumas para escribir y la última novela de Christina Lauren que no paro de reír cada vez que abro el libro. Con todo esto en mente, camino sobre el jardín del edificio Di Vida.
Paso por la recepción y saludo rápidamente a Julie. Voy hasta las barras y escaneo mi batch para abrir las pequeñas puertas. En cuanto se abren, corro hasta el ascensor. Presiono el botón piso cinco y se cierran las puertas.
No suelo llegar tarde a las reuniones, pero me distraje tomando mi café mientras revisaba las redes sociales. Mis lectores están atacándome con mensajes y comentarios para que les de mayores detalles sobre el elenco y cómo va la producción.
Hoy, los seres de letras y papel que escribí por horas en mi cuarto, quienes me hicieron llorar y reflexionar, de quienes aprendí y quienes tomaron sus propias decisiones bajo el mismo libro que escribí, cobrarían vida de una manera diferente. Tendrán rosto, voz y personalidad.
Mi novela, hoy estará completa con el elenco.
Un elenco que estoy a minutos de conocer.
Las puertas del ascensor se abren y camino con rapidez todo el pasillo. Me detuve frente al último salón para abrir una de las dos puertas y entro al lugar. Olía a flores frescas, perfume y sueños. El corazón me latió con fuerza al ser consiente que estoy aquí para ver los rostros de los personajes que una noche me imaginé.
Tomé una fuerte respiración para llenarme de valentía. Sentía que en cualquier momento mis piernas se doblarían e iría directo a besar el suelo. Miré alrededor para encontrarme con algunas caras conocidas y otras no tan conocidas. El lugar estaba ordenado con mesas colocadas en forma de una u cuadrada. Había botellas de agua y algunas hojas esparcidas.
—No te guiño de las orejas porque gracias a tu cabecita estamos por conocer al elenco—Mena me guiñó a un costado cuando enlazó su brazo con el mío—. Bueno, creo que te haces una idea de quienes quedaron.
—Mena—repliqué—. ¿Me quieres matar de un susto? —me miró, avergonzada—. Tengo una noción, pero ustedes decidieron no incluirme en el reparto final—caminé con ella colgada de mi brazo.
Tomamos asiento en una de las mesas largas y ambas soltamos un suspiro. Cargábamos con las mismas emociones. Era inevitable no sentirnos de esta manera después del tiempo que le hemos dedicado al proyecto. Y apenas era el inicio.
—Queremos que sea sorpresa, Reiss —empujó mi hombro de forma juguetona.
—No me gustan las sorpresas en este ámbito—la miré—. Mis lectores me van a matar si los personajes no se parecen físicamente —puse una expresión de terror que la hizo chistar.
—Deja el drama, no tienes que preocuparte por tu asesinato.
—Dile eso al club —me estremecí—. Los actores que han utilizado para sus edits especulativos son insuperables —un escalofrío recorrió mi cuerpo.
No les temo a mis lectores, pero no quiero decepcionarlos. Ellos confían en mi como yo en ellos, lo mínimo que puedo hacer es ser meticulosa con el físico de los personajes. Porque la novela sufrirá pequeños cambios que están fuera de mis manos. Ahora estoy activamente involucrada en todo lo que tenga que ver con el elenco y las personalidades de los personajes.
ESTÁS LEYENDO
La escritora, el actor y los miedos
RomanceReissel Oviedo es una chica que ve todos los días el lado positivo de lo que pasa a su alrededor. Tiene una mente brillante, un corazón grande y siempre está dispuesta a ayudar. Pero esconde en ella un peso que la hunde todas las noches. La carga so...