Reissel
La cabeza me martillaba por los quejidos que soltaba Mel contra Airy. Ni cien pastillas para el dolor de cabeza serían suficientes para calmar el dolor que me punzaba con cada chillido de las dos. Tenían media hora de estar gritándose una a la otra por no estar de acuerdo con una bendita escena que estaba fuera del dominio de ellas y yo acabé atrapada en el camerino de ambas para intentar calmar la situación, pero resultó peor, esperaban a que tomara un bando para que yo hablara con Nicola y le hiciera saber las opiniones divididas que tenían.
—Es que yo no quiero—reprochaba Mel.
—Pues lo tienes que hacer y punto —indicó Airy cruzándose de brazos.
—¡Me veré como una zorra!
—¡Es un personaje!
—¡Es mi personaje el que se verá como una zorra!
—Necesito que grabes las malditas tomas para poder grabar las mías —espetó al borde del enfado, Airy.
—¿No podemos omitir esa escena donde me obligan a bailarle en bikini a Vincent? —me preguntó y yo me hice de oídos sordos.
—Es un tonto baile, no te vas a desnudar ¡por favor!
—A mí que me importa, yo no quiero bailarle al que se supone que está enamorado de mi hermana para que ella se sienta traicionada por él.
—Melissa —pronunció con impaciencia—. Es lo que está en el maldito guion, adáptate a lo que está escrito y hazlo, ¡coño!
—¡A mí no me hablas así!
—¡Pues has bien tu maldito trabajo y no te hablaré así!
—¡No te atrevas a elevarme la voz!
—¡Pues no seas una infantil y tampoco tú me levantes la voz!
—¿¡De donde soy infantil!? ¡Estoy evitando verme como una zorra!
—¡Qué es un maldito personaje el que interpretas, niña!
—¿Por qué no te ponen a ti a restregarte contra Dexter?
—¡Porque él y yo no tenemos ningún tipo de vínculo! —señaló a Mel—. Se supone que es tu amiguito con derecho.
—¡Y Vincent es el enamorado tuyo!
—¡En la película!
—¡Que me quiere dejar como zorra!
—¡Mierda Melissa, ya cállate!
—¿¡Quien mierdas te crees para callarme!? ¿Te crees mejor porque eres la maldita protagonista y tienes las mejores escenas de sexo con Hattori?
Airy soltó una risa irónica que hizo que Mel se pusiera tan roja de la rabia.
—¿Ahora lo vas a meter a él? ¡Madura, por Dios!
—¡Si! ¡Para que te des cuenta que en esas escenas también te ves como una...!
—¡Paren ya! —grité.
Las sienes me punzaban al igual que la cabeza y el corazón, por un estúpido desacuerdo en que ninguna de las dos no podía hacer más que cumplir con su parte del trabajo. Y la discusión está tomando un camino que iba a dejar estragos entra la cercanía que tenían ambas.
Agregando también que estaban involucrando a terceros que no tenían nada que ver en el problema directo.
Ambas giraron a mi dirección para mirarme con el ceño fruncido. Me bajé del tocador y caminé con las manos en mis caderas y con una cara de pocos amigos para hacerles saber que esta discusión que tenían no me parecía divertida y que me tenían cansada.
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La escritora, el actor y los miedos
RomanceReissel Oviedo es una chica que ve todos los días el lado positivo de lo que pasa a su alrededor. Tiene una mente brillante, un corazón grande y siempre está dispuesta a ayudar. Pero esconde en ella un peso que la hunde todas las noches. La carga so...