La orquesta de Doc Severinsen comenzó a tocar una melodía vibrante, las grabaciones empezaron mientras que Daniel estaba en la parte de atrás del escenario viéndose al espejo iluminado por bombillos amarillos. No parecía reconocerse, y seguía adolorido de los dedos de la mano izquierda pese a que los doctores ya le habían afirmado que no presentaba ningún daño, solo dolor fantasma, la respuesta nerviosa al estar conectado a Jet Jaguar en esos momentos. Mientras más veía al espejo más sentía que su cara tenía algo extraño, había empezado a pensar de la nada en los "alienígenas" de los que Daisuke le advirtió desde el inicio. ¿Será él uno de ellos? ¿O los maquillistas? ¿O el propio Johnny Carson? No había caído en cuenta de que no se volvió a fijar en el parpadeo de los demás. ¿Audrey, Douglas? ¡Incluso Ayako podría ser uno ya!
Las luces se atenúan mientras se muestra el logo de "The Tonight Show Starring Johnny Carson". Los aplausos y vítores no tardan en empezar a escucharse en todo el lugar. Daniel sabía que ya casi era hora de presentarse al escenario. Nunca fue un problema para él estar frente a grandes públicos, le encantaba la idea de ser aplaudido y adorado cada que estaba presente ante muchas personas pero desde lo que sucedió en Samarcanda ha estado demasiado desanimado. Irónicamente desde que sucedió la batalla en Samarcanda la publicidad a su imagen y a la de Jet Jaguar aumentó, puras estrategias de la UNGCC para comercializar y capitalizar al máximo a Daniel para aumentar sus ingresos, conseguir más dinero del que las Naciones Unidas les dan en su presupuesto anual.
— ¡Desde Hollywood! — Anunció de manera resonante la voz de Ed McMahon — ¡Es The Tonight Show Starring Johnny Carson! Está noche veremos a "¿Qué opina Floyd R. Turbo de la Red Kaiju?", "Preguntas del público: ¿Puede usted adoptar como mascota un animal de la superfauna?", ¡Y un invitado muy especial!
— Ve preparándote — Exclamó Douglas, sentado en el sillón al lado de Daniel.
— Sí, si.
— Te veo muy desanimado. Cuando todo esto acabe podríamos ir por cervezas o algo así.
— No, no necesito eso en estos momentos, iré a Honolulu apenas acabe esto.
— ¡Y ahora, con la orquesta de Doc Severinsen y el humor de Johnny, aquí está... ¡Johnny Carson!
Las cortinas se abrieron y Johnny apareció, con una gigantesca sonrisa y saludando al público.
— ¡Cómo ya habrán visto en la introducción, tenemos un invitado muy especial hoy! — dijo Johnny sentándose en su escritorio.
Daniel tomó un largo y profundo respiro.
— ¡Y eeees Danieeeeel Martínez!
Daniel entró al escenario, sonriendo y saludando al público que aplaudió sin cesar, y se sentó en el sillón al lado de la mesa de Carson.
— ¡Hace tiempo que te queríamos aquí en el escenario, Daniel!
— ¡Oh, lo sé! El buzón estaba que explotaba de tantas cartas, de tantos canales y de ustedes en especial!
El público estalló en risas y aplausos. A veces parecía fabricado, como si fueran pregrabadas, o al menos eso le parecía a Daniel, no pensaba que lo que había dicho fuera tan gracioso como lo parecía.
— Comprendemos la tardanza. Te hemos visto muy ocupado, de California hasta Chile y ahora en Uzbekistán. ¡Hasta te intentaron asesinar! ¿Cómo logras lidiar con todo ese estrés?
— Con dinero.
El escenario estaba en silencio.
— ¡Es mentira! — Carcajeó arrepentido de lo que dijo, dándose cuenta de que fue un mal chiste al tratar de forzar las risas del público, fueran pregrabadas o no — Simplemente pienso en las vidas que he salvado con todo el trabajo que hago con Jet Jaguar.
— ¿Con? ¿Es un ente distinto?
— ¡Por supuesto que sí! A veces siento que tiene una personalidad propia, incluyendo la IA que él tiene. Yo solo manejo y golpeo.
— ¿El robot podría actuar sin ayuda tuya?
— No tiene tanta calibración ni coordinación, sí o sí necesita un piloto.
— ¡Claro! Si se manejara por su cuenta sería peligroso, imagínate terminamos creando más Godzillas.
El público volvió a reír, aplaudir y chiflar.
— ¡Claro que no!, no creo que la tecnología esté tan avanzada, ojalá que no.
— ¿Y qué te motivo a convertirte en un piloto de robots? Tengo entendido que fue un programa entero que duró... ¿Tres, dos años? Y hubo mucha gente, americanos, rusos, británicos, árabes, rolisicanos, de todo. Pero solo tú fuiste escogido. ¿Encontraron algo especial en ti?
— Diría que fui escogido, más que por mi capacidad física, fue por mi fuerza de voluntad y convicción. Creo que por eso me escogieron. Y con respecto a qué me motivo, lo he contado antes, y no me gusta hacerlo, pero creo que aquí vale la pena hacerlo.
— Siéntete libre de hacerlo.
— Tenía trece o catorce años — Daniel tomó un largo respiro — mi familia estaba reunida con otras familias inmigrantes del barrio y yo estaba jugando con los otros niños. De la nada, un monstruo atacó y arrasó con todo. Cuando desperté estaba bajo los escombros de una de las casas, 4 paredes frías donde al otro lado estaban dos amigos, que consideraba como hermanos de otra madre. La pared caída no me permitía verlos ni ayudarlos, pero si podía oírlos, y estaban muriendo poco a poco del frío y hambre. Era un monstruo que bajaba las temperaturas, no recuerdo cuál. Yo tenía comida a mi lado, en esas 4 paredes, pero no podía hacer algo para darle a los otros dos y tuve que oír como morían poco a poco al pasar los días. Después de todo eso me lograron sacar, era gente de la UNGCC. Mis papás estaban vivos, y yo sobreviví, gracias a Dios. Es por eso que decidí inscribirme al programa.
El público y escenario estaba en silencio. Daniel tenía los ojos llorosos y el tic del dedo rascando el pulgar.
— Lo comprendo. Quieres evitar más destinos así.
— ¡Exacto! Quiero salvar a la gente, quiero salvarlos de algo así, quiero salvarlos como no pude con mis amigos.
Daniel se limpió los ojos. El público aplaudió conmovido.
— Esto se ha puesto motivador, digo yo, y muy triste.
Daniel sonrió ante lo que dijo Carson.
— Creo que es hora de cambiar un poco de tema ¿No lo creen? — Dijo Carson.
— Sí, supongo.
Carson empezó a decir algo pero Daniel no escucho. Se le nublo la vista por unos segundos que se sintieron eternos y un pitido inundó sus oidos mientras desviaba la mirada hacia el vacío absoluto. Escuchó las voces de Jacob y Nataly una vez más, "¡Mentiroso, mentiroso!" Le repetían una y otra vez.
— ¡Pero antes, a los cortes comerciales! — Dijo Carson.
Los anuncios comenzaron. Una pantalla negra se iluminó, eran maquetas y miniaturas de una ciudad genérica llena de rascacielos, autos y alarmas sonando, las voces de la gente. De la nada, en la costa, surgió del agua alguien en un traje de Godzilla, que comenzó a atacar las maquetas y disparando un aliento atómico hecho a base de efectos especiales. Las maquetas se quemaban gracias a fuegos artificiales y todo era destruido hasta que alguien en un traje de Jet Jaguar se lanzó contra Godzilla, pero Godzilla lo mandó a volar de un golpe.
— ¡No tengo energía! — Dijo el hombre el traje de Jet Jaguar, mirando un medidor de gasolina en su brazo.
Pero se le fue lanzada una lata de Jaguar Jet, la bebió y se recargo de energía, luchando otra vez contra Godzilla y derrotándolo.
— ¡La nueva Jaguar Jet solo a noventa centavos! — El hombre se quitó el traje de Jet Jaguar, era Daniel, sosteniendo la lata y mostrándola a la pantalla. — En colaboración con la UNGCC y la UNICEF, las ganancias irán a niños de bajos recursos afectados por ataques de monstruos
Otro anuncio comenzó. Era una niña pidiendo la atención de su padre, que se la pasaba al teléfono. Comenzaba a portar pines y sellos de un logo rojo triangular. Mientras más pasaba el tiempo más se notaba que algo estaba pasando pero la niña no pudo hacer nada cuando un monstruo atacó y la mató.
— Radicalizados y comunistas usan a los monstruos como arma para ataques terroristas a gran escala. Y reclutan más y más personas cada día. Podrían ser uno de tus amigos, conocidos o familiares. Si ves algo, di algo, reporta al 1-500-UNGCC.
La pantalla se apagó. Era un televisor cayéndose poco a poco, dentro de una casa en Samarcanda, o lo que quedaba de esta. A lo lejos, hombres en trajes anti-radiación llevaban un contador Geiger de radiación, eran hombres de la UNGCC por el logo en el traje. Sabiendo que era normal el nivel de radiación anormal en el lugar gracias a la anterior presencia de Godzilla, de la nada el contador subió cuando se acercaron a la entrada de una mezquita. Los dos hombres se fueron acercando, y vieron a una extraña criatura de brazos largos y una piel humana cayendo de esta. Un hombre cogió un palo y lo iba a tocar.
— No lo hagas. Déjalo ahí. Lo vamos a reportar.
Los dos se fueron. La criatura despertó y se movió lentamente. Los huecos de las balas que le habían disparado se notaban a simple vista pero no sangraban, estaba desorientado hasta que se centro en los dos hombres que estaban huyendo de lo que anteriormente pensaban que era un cuerpo muerto, y les rugió. Se voltearon, estáticos del horror, observando la obscena bestia que les rugía. Clark Nelson corrió hacia uno de ellos y lo empezó a despedazar y descuartizar, y el otro corrió y se escondió detrás de unos escombros, quitándose el traje para respirar, ignorando la radiación de Godzilla. Aún escuchaba los gritos de su compañero agonizando y gritando por ayuda, pero se detuvo abruptamente.
El hombre miró a los lados del escombro donde se escondía y no vio nada, y decidió avanzar, pero escucho un leve gruñido detrás de él. Se volteó, y detalló un monstruo de brazos largos con garras afiladas, miles de dientes similares a los humanos y dos huecos negros dónde deberían ir los ojos. La criatura se lanzó contra el hombre, y este solo pudo gritar del dolor, pero no se podía ver que le estaba haciendo Clark.
Daisuke no se veía por ningún lado, Brody tampoco. Ptari estaba dormida en una de las camas del gran piso privado de Daniel en el hotel de Honolulu del barrio Waikiki, que parecía ser una barrera de solamente edificios de hotel. En el balcón estaba Ren, mirando el cielo rosado de la mañana y fumando. Repasaba por su mente todos los sucesos surreales de esa noche y aún tenía escalofríos. Ni llamando a su madre se podía calmar del todo, tenía que mentirle y decirle que solamente están volando de ciudad en ciudad cuando en realidad casi fueron asesinados por un alienígena y sobrevivieron para luego ver cara a cara a Godzilla. ¿La quería matar o solo era una perturbadora manera de saludar a los Kaji de nuevo? Sea lo que sea, lo miró a los ojos, y se dió cuenta de que no es solo una fuerza destructiva sin mente, una bestia sedienta de sangre, sino que está consciente de cada acción que hace. No la comprendemos del todo ni sus acciones, tal cual como un Dios. Daniel llegó al balcón, había llegado recién a Honolulu otra vez y se deslizo por su piso del hotel como un fantasma, y saludó a Ren.
— ¿Y eso? — Señaló Ren a la mano izquierda vendada de Daniel — ¿Te lastimaste mientras peleabas? No lo entiendo.
— Es por Jet Jaguar... Cuando Godzilla me mordió la mano, o bueno, mordió la mano de JJ, sufrí todo el dolor. Aún me duele, pero no tengo ni una sola herida, todo está en orden según los médicos. Es la ruta fácil que toman porqué no saben solucionar el problema del dolor fantasma.
— ¿Dolor fantasma?
— El robot está conectado con mi sistema nervioso y neuronal gracias a una interfaz de nosequécosa. Lo habían explicado en el entrenamiento pero no recuerdo tanto, estaba distraído hablando con los demás. El punto es que ahora todo lo que sufra el robot lo sufro yo mentalmente.
— O sea que si le decapitan la cabeza a Jet Jaguar...
— Sí... No quiero saber que pasaría.
— ¿Sabés dónde está Daisuke-san?
— Me dijeron que se están preparando para irse a eso del Proyecto Monarca. Por cierto, quería preguntarte algo.
— Oh, no me gustan los-
— ¿Cómo era el alienígena que los atacó esa noche? Daisuke estaba tan catatónico que no me supo explicar que vieron- ¿Qué?
— Nada. Tenía piel humana sobre una parte de su cuerpo pero en otras simplemente tenía una piel negra, venas grises que se notaban mucho -como el brazo de un fisicoculturista- y tenía brazos largos con garras afiladas. No detalle más, ni quiero recordar.
— ¿Quieres decir que despellejan a la gente para usarla como disfraz?
Ren no respondió y Daniel se fue asustado a llamar a Ayako. Ella no estaba en el laboratorio en ese momento, pero si contesto alguien. Era uno de los empleados de Goro Ibuki, que contestó el teléfono y lo dejo colgado sin hacer ruido. "¿Ayako? ¡Ayako!" Decía Daniel sin parar.
Namikawa estaba en el sótano de la UNGCC vistiéndose y maquillándose, y probando tacones. Cuando salió del sótano se encontró con un hombre de piel blanca, rubio, sucio, con una camisa blanca rota y unos jeans rotos enfrente.
— ¿Clark? — Dijo Namikawa antes de que el hombre se desplomara en sus brazos y tuviera que meterlo al sotano y sentarlo en una silla. Enfrente de los dos había una televisión prendida.
— La competencia de vela en los Juegos Olímpicos de Seúl se aplazan de manera indefinida por la presencia cercana del monstruo marino conocido como Manda, cerca en el puerto de Busan — Narraba la presentadora de la GPN.
Ren le bajó el volumen al televisor.
— ¿Qué mierda pasó? ¿Cuantas veces cambiaste de piel?
— Tres...
— ¿Y cómo llegaste hasta acá sin que te vieran?
— Tres-
— ¿Qué?
— Tres tristes tigres comieron trigo en un trigal, tres tristres trigres... — Repetía Clark riéndose a carcajadas y cayéndose de la silla.
— Clark, ¿Qué mierda? ¡Levántate! ¿Que estás diciendo?
— Tres- — Dijo Clark siendo interrumpido por Namikawa levantandolo y agarrándolo de la camisa viéndole detalladamente la nueva cara que ahora tenía — ¡Tres tristes tigres comieron trigo! ¿Lo entiendes? ¡R, r, r!
Namikawa veía a todas direcciones seriamente confundida, pero se dió cuenta rápidamente de que Clark estaba sudando en una parte de la cabeza. Cuando lo examinó, de hecho no estaba sudando sudor humano, estaba sudando sangre alienígena, emitiéndola a través de la piel.
— ¿Quién te golpeó así de fuerte?
— Frederick Fitzgerald Brody. Me golpeó con un extintor de fuegos. ¡TRES TRISTES TIGRES!
— ¡Bien! ¡Bien! Ahora... Digamos, Clark está de vacaciones en Rio de Janeiro y tú eres su reemplazo como mi nuevo compañero, te vas a llamar Jon... Jon... Jon Arbuckle.
— Qué nombre tan horrible. Seguro lo sacaste de un cómic humano — Dijo Clark, o ahora conocido como Jon, recobrando consciencia por un segundo pero volviendo a la rima humana que aprendió.
El proyecto Monarca se fundó en 1983 bajo la creencia de la existencia de Mothra. Se encontraba registros de la existencia de "polillas" o "mariposas" gigantes, de ahí el nombre basado en la mariposa Monarca, encontrados en las selvas de China, en las islas del pacífico y en la selva del Amazonas en Brasil. Daisuke Kaji sirvió como uno de los varios fundadores del proyecto con la esperanza de encontrar una prueba a su "hipótesis de la coexistencia" basado en las historias de Mothra siendo una Diosa benevolente. A comparación de otros miles de mitos, como los griegos, dónde héroes luchaban contra monstruos sedientos de sangre, Mothra destacaba por ser una protectora de la humanidad. Curiosamente las paredes describían pinturas de Mothra peleando contra otros Dioses -o monstruos- protegiendo a los nativos Mosura. Entre los dibujos y paredes esculpidas habían Mothras peleando contra Godzillas, contra algún que otro Rodan, contra serpientes marinas, contra otro tipo de monstruo insectoide volador no identificado. ¿Quién sabe si hubo algún tipo de guerra entre monstruos en el pasado, donde participó la humanidad, pero fue olvidada por el tiempo mismo, como algún tipo de extinción masiva?
Fuera lo que hubiera pasado, ahora lo único que queda de ese pasado estaba en el capullo que habían encontrado. A veces el capullo de Mothra palpitaba, o generaba ruidos, o emitía una extraña luz naranja, y todo esto lo podía sentir Ptari, Ptaka, Akalanka, inclusive la abuela y los padres de ambas gemelas y la hermana pequeña. Se despertaban a media noche, sufrían de jaqueca o dolores de cabeza espontáneos o veían mariposas-polillas en sus sueños. Algo similar le sucedió a Ren después de ver cara a cara a Godzilla: en los días posteriores a lo de Samarcanda, solo soñaba con Godzilla, con Eito, con Emiko y con Daisuke, todos reunidos de alguna manera presentes ante Godzilla.
Ptari despertó. Solo vio a Daniel alterado y Ren fumando en el balcón, y decidió ir con Ren.
— ¿Estás bien? — le preguntó Ptari.
— No, ¿Y tú?
— Soñé con Mothra otra vez.
— ¿Pesadilla?
— Los anteriores sueños fueron normales, pero en este apareció Godzilla. Estoy asustada — Dijo Ptari, volteando a ver a Ren a la cara, iluminada por el sol de la mañana haciendo destacar todas sus facciones y el largo y bello cabello negro que tenía, los ojos marrón claro y las ojeras que llevaba.
— ¿De qué estás asustada exactamente? Porque yo personalmente... De todo, la verdad.
— Del futuro. De mi destino, si pudiera decirlo así.
— ¿Tienes miedo de lo que haya en la isla Infant?
— Sí, creo que sí.
— Pensé.. pensé que era lo que buscabas. ¿No?
— Sí, pero que tal si... ¿Que tal si solo es eso y nada más? Un monstruo más en el mundo, y nada más. Quería estudiar ciencias sociales en la universidad para demostrar al mundo de dónde provengo pero ni siquiera pude entrar.
— Aprecio que quisieras entrar. Yo ni siquiera quise ir, pensé para mí misma que simplemente podría conseguir un trabajo en la UNGCC gracias a papá.
— ¿No quieres estudiar algo? ¿O hacer algo?
— Trabajar tal vez... Solo que me siento sin un objetivo o un sentido en mi vida. ¿Tú le ves algún sentido a la tuya?
— Eh... Tal vez... No lo sé. Nunca me habían preguntado eso, ni siquiera Ptaka.
— ¿Sientes que recobrará algún sentido si encontraras a Mothra, o yo conseguiría un sentido en mi vida si mataran a Godzilla?
— Supongo que quiero ayudar a mi familia y llevar a Akalanka a adelante en su vida. ¿No deberías pensar también así? ¿Por qué matar a Godzilla? Quiero decir, eso sería algo bueno, pero no debería ser todo lo que quieras hacer, o lo que debas pensar todos los días.
— Eito también lo pensaba todos los días, quería hacerlo todos los días, pero eso lo terminó matando a él. Daisuke juró no hacer eso y en cambio ahora quiere coexistencia. ¿Eso tiene algún sentido como objetivo en la vida? ¿En vez de seguir con el trabajo de mi abuelo para matar a Godzilla de una vez y para siempre? ¿No es eso algo bueno?
— Eso es algo desgastante. ¿Cuantas veces no lo intentaron hacer y terminaron en cambio provocando más daño? Ya es algo con lo que convivimos y no podemos hacer nada para detenerlo. Hemos nacido en un mundo con monstruos y creo yo que ningun esfuerzo humano -o incluso divino- pueda cambiar eso.
— ¿Entonces como puedo cambiar eso en mi vida? Quiero decir, desde que nací mi vida ha sido influenciada por Godzilla, recuerdo el funeral de Eito, Daisuke no se quería despegar de ese ataúd. Y ahora nos hemos metido con algo que ni siquiera entiendo todavía.
— Me gusta pensar que el destino nos ha unido en esto. Yo sola me di cuenta de que tú y Daisuke me prestaron atención por mi tatuaje de Mosura, y en realidad pensé que todo esto solo se trataba de Mothra pero cuando ví a ese alienígena en el piso después de dispararle 5 veces obvio caí en cuenta de que me metí en algo peor.
— ¿No lo hiciste cuando le disparé a dos agentes de la FBMA? — Preguntó Ren riéndose y sonriéndole a Ptari.
— Pues... No lo sé. Supuse que como "cazadores de monstruos" era algo que hacían todos los días.
Las dos rieron ante el apodo de Ptari y con lo que acababa de afirmar.
— Pensé que te enojarías y te irías si te hubiéramos contado la verdad.
— Lo hubieran hecho la verdad, desde que le dispararon a esos Federales la verdad ya no hubiera podido hacer nada, ¡Pero mira todo por lo que hemos pasado! Y ahora estamos a salvo aquí en Hawái. Aunque es terrorífico pensar si cualquiera de los que están en mi alrededor son alienígenas en verdad.
— Qué bizarro cuando lo dices así. Supongo que si habrá sido el destino todo lo que ha estado pasando. Tal vez tú destino sea Mothra, o el mío sea Godzilla y la UNGCC. O el destino de Daniel haya sido ser piloto de Mechas.
— ¿Que yo qué? — Preguntó Daniel apareciendo de la nada detrás de las dos.
— ¿Qué estabas haciendo? — Preguntó Ren
— Llamando a mi novia.
— ¿Desde hace cuánto llevas escuchando la conversación? — Preguntó Ptari.
— Un poco... O toda en realidad — Contestó riéndose. Ptari detalló la contagiosa sonrisa de Daniel, pese a que no tuviera dientes perfectos. Tenía un diente torcido, no tenía una dentadura perfecta de revista, y eso lo hacía aún más especial — En fin, voy a ir a visitar a Ayako, mi novia, pronto voy a volver. No se roben los cartuchos de la NES.
El cigarrillo de Ren se había acabado y lo tiro al vacío del balcón.
¿El destino mató a Jacob y a Nataly? ¿Era necesaria la muerte tan horrible que habían tenido?
— ¿Fue el destino o solo fuiste tú nuestro asesino? — Decían Jacob y Nataly en la mente de Daniel, este último ya fuera del hotel.
— Me culpan como si yo hubiera sido el monstruo gigante que nos aplastó a todos debajo de unos escombros — Dijo Daniel, un poco en voz alta, que lo hizo caer en cuenta y ver sus alrededores en la calle analizando si alguien lo escuchó.
Daniel decidió ponerse los audífonos de su Walkman, y puso un cassette. Empezó a sonar Take on Me de a-ha.
Brody y Daisuke habían llegado al apartamento de Daniel. Mientras tardaban en llegar Ren y Ptari se habían puesto a jugar Mortal Kombat en el arcade personal de Daniel, una demostración más de lo millonario que era.
— ¿Dónde está Daniel? — Preguntó Daisuke
— Se fue a visitar a Ayako.
— Bueno, en fin. Nos vamos a ir a la isla Infant hoy, con Ptari.
— ¿En serio? — Preguntó Ptari emocionada.
Pero Daisuke le hizo una señal a Ren y se fueron a la cocina del lugar, alejados de los demás.
— Te voy a dejar aquí con Daniel, no irás conmigo a la isla Infant.
— ¿Se te está olvidando la promesa que hice? ¿Como inicio toda esta cruzada y por qué hemos atravesado dos continentes a este punto?
— Ya no más. ¿Te das cuenta ahora por qué te mantengo a ti y a Tomoko alejados de lo que hago?
— ¡No te voy a dejar solo! No te quiero volver a perder otra vez. Ya me haz dejado sola muchísimo tiempo como para que me abandones otra vez. Se que pareciera que siempre nos peleamos a cada rato pero disfruto en realidad estar contigo, me gusta estar con mi papá-
— No lo entiendes. Casi te pierdo allí en Samarcanda. Vi mi vida entera en los ojos de esa cosa que nos atacó, y me di cuenta de que no debí traerte conmigo. Incluso podría devolverte a Kyoto de una vez, pero es mejor dejarte aquí con Daniel.
— ¿Por qué haces esto? ¿Que tal si hay más de esos aliens cerca mío? ¿O en la base de la UNGCC que está al lado de nosotros?
— Estarás bien con Daniel, todos estamos en el mismo peligro por esas cosas, pero tienes que entender algo: Te la pasas diciendo que no me quieres perder y que me quieres contigo, pero es al revés, ¿Cómo me vas a proteger a mi? Yo te tengo que proteger A TI, mi responsabilidad eres tú, y creo que no quiero pasar ese riesgo, no otra vez. Es mejor que tú estés lejos de mi.
— Obviamente no quieres ese riesgo si nunca lo tomaste desde que nací — Dijo Ren impulsivamente.
La discusión terminó abruptamente. Se devolvieron a donde estaban los demás en silencio.
— No iré con ustedes — le susurró Ren a Ptari —, suerte con mi papá, él es como un imán de la mala suerte.
— ¿Qué? Yo quería que vinieras conmigo — Contestó Ptari — ¿Algo pasó?
— Te llamaré y te explicaré, aunque dudo que hayan teléfonos en esa isla.
Daniel llegó con Ayako, devastado emocionalmente. Pudo liberar todo lo que tenía en su mente con Ayako en ese momento.
— ¿Viste el Tonight Show?
— Sí. ¡Estuviste excelente como siempre! — Dijo Ayako riéndose, totalmente enamorada — No sabía lo de tus amigos de la infancia, solo me habías contado que un monstruo te atacó y nada más.
— Oh, sí, eso...
— ... ¿Algo pasó? ¿Estás bien, Daniel?
— Es doloroso mentirle a millones de personas.
— ¿Qué?
— No lo entiendes — Daniel empezó a soltar lágrimas, se le quebraba la voz — ¡Yo los maté!
— ¿Qué?, No, espera... ¡Tranquilízate! — Ayako abrazó a Daniel — Tranquilízate, piensa en lo que estás diciendo, ¿Qué quieres decir con eso?
— En esas 4 paredes frías... Yo tenía comida, ellos no... Y estábamos separados por una pared.
— ¡Por eso! ¿Cómo pudiste haberlos matado? ¿O salvado? ¡No te desprecies por eso!
— Había un hueco en el piso de la pared — Dijo Daniel limpiándose los ojos —, ellos sacaban las manos pidiéndome ayuda, calor, o comida. Yo tenía 14 años, yo sabia lo que estaba pasando, ¡Yo tenía consciencia de lo que estaba pasando y no les di parte de mi comida! ¡Los maté de hambre a propósito! ¡Si les hubiera dado ellos hubieran sobrevivido más tiempo igual que yo! ¡La comida sobraba! ¡Pero decidí quedarme callado, fingí dormir, o seguramente para ellos ya estaba muerto, y no les di nada! ¡No los ayude! ¡Yo no he salvado a nadie, en toda mi vida! ¡Ni siquiera sé cómo soy piloto de ese maldito robot si nunca hice la tarea principal que me encomendaron: ¡Salvar gente!
Ayako quedó en silencio.
— Vámonos de aquí. Vámonos a tomar aire fresco afuera de estos laboratorios, tranquilízate, por favor.
Los dos empezaron a recorrer los pasillos llenos de empleados, pero uno de ellos se chocó contra el hombro de Daniel.
— ¡Fíjate por dónde te cruzas, animal! — Dijo Daniel volteando a ver a un hombre rubio en traje que lo miró fijamente sin parpadear.
— ¡Fíjate tú, estúpido creído! — Dijo Clark Nelson, o Jon Arbuckle, o [Nombre ilegible], como fuera que lo llamara Lei Namikawa.
Daniel se le acercó y lo empujó con las manos amenazando de golpearlo mientras Ayako lo trataba de hacer retroceder. Pero Clark respondió empujándolo con las manos, y fue una fuerza tan sobrehumana que lo empujó, lo hizo caer y lo hizo atravesar más de medio pasillo mientras que los empleados se quedaban viendo. Clark se fue de allí a toda velocidad, al parecer yendo hacia un lugar desconocido.
— ¿Cómo mierda hizo eso? — Preguntó Daniel levantándose del suelo.
— ¿Estás bien? — Preguntó Ayako asustada.
— O tal vez...
— ¿Tal vez qué cosa?
— Ayako, ¿Recuerdas a tus compañeros extraños de Goro Ibuki?
— Sí, ¿Por qué?
— ¿Te han hecho algo? ¿Te han dicho algo?
— No, gracias a Dios. ¿Por qué? ¿Algo pasó?
— Vámonos afuera. Te lo explicaré.
Ren salió a caminar horas después de que Brody, Daisuke y Ptari se fueran al aeropuerto. Estaba en la playa, caminando y reflexionando. Pero se dió cuenta de que algo estaba pasando en el hotel de Daniel; desde lejos podía ver la ventana rompiéndose. Asustada, se alejo de allí por un rato.
Daniel y Ayako llegaron al piso de hotel de Daniel, en el camino de vuelta se encontraron con el hombre rubio que empujó a Daniel y lo restregó por el piso pero Ayako lo tranquilizó diciéndole que no hiciera nada. Pero cuando llegaron a la habitación de hotel todo estaba destruido. La máquina arcade partida a la mitad, las ventanas rotas, las camas partidas a la mitad, ropa y muebles rotos, todo estaba en ruinas, incluso las paredes. Ren llegó más tarde en ascensor al piso del hotel y se topo cara a cara con Daniel y Ayako horrorizados por lo que estaban viendo. Ren entro rápidamente a la habitación y busco la foto de Eito y Emiko, que no sufrió daño alguno. Cuando los tres detallaron todo el piso de Daniel se dieron cuenta de las marcas de garras afiladas en todas partes, las mismas que en Samarcanda.
— Me estaban buscando — Decía Ren respirando agitadamente — Y a Daisuke, ¡Y a todos!
— ¿Qué quieres decir? ¿Dónde están los demás? — Preguntó Daniel.
— ¡Se fueron a la isla Infant!
— ¿¡Y tú dónde estabas!?
— ¡Discutí con Daisuke y me fui a respirar en la playa! ¡Parece que eso me salvó de la puta muerte!
— ¿Daniel? ¿Qué está pasando? — Preguntó Ayako asustada.
— Deberíamos irnos de aquí — Dijo Daniel, y los tres salieron al pasillo y se fueron por las escaleras, pero Ren notó una puerta abierta, la puerta de los conserjes. Los tres revisaron cuando Ren los hizo caer en cuenta, había un rastro de sangre saliendo de allí.
Cuando Daniel revisó se encontraron con el cuerpo de un empleado de aseo con pedazos de piel arrancadas del cuerpo, especialmente los brazos estando totalmente despellejados, y el cuello roto.
— ¡Los perdí otra vez! — Dijo Clark a Namikawa en el sótano.
— ¿Y para matarlos tuviste que usar tus brazos de verdad? ¡Por el amor de Ghindirah, Ghondoruh y Ghidorah! ¡Gastas piel! ¡Mírate! ¡Ahora tienes pedazos de piel pegados de una persona ajena! ¡Parece que tienes vitíligo! ¡Pensé que ya se te había quitado lo bruto!
— ¿Y ahora que hacemos?
— Ya tenemos órdenes. Debes ir a Filipinas, ¿Recuerdas esa celula de la Red Kaiju?
— Oh, sí... Ya te entendí.
El teléfono del sótano empezó a sonar.
— Ya te digo los detalles, creo que está llamando Lián — Dijo Namikawa levantándose y corriendo con los tacones a contestar el teléfono.
— ¡Hola! ¿Cómo van por allá en Sinkiang?
— Supongo que ya le tenemos nombre — contestó Lián.
— ¿Qué? ¿En serio?
— Le dicen "Megalon".
De fondo sonaba Hallelujah de Handel, resonando en todo el lugar y haciendo que todos los alienígenas en el lugar recitarán sin querer en voz baja el rezo al Rey Ghidorah.
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Godzilla ゴジラ: Verdugo
Science Fiction"Ese día, mi abuelo y la humanidad entera se dieron cuenta de que no somos la especie dominante en el planeta, que de hecho, tenemos nuestro propio verdugo, Gojira." Godzilla, 1988. El mundo sufre de caos y desastres envolviendo a monstruos gigantes...