Futuro

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-Gilgamesh, la maestra tiene fiebre

-Era de esperarse, nos invoco a todos al mismo tiempo, esta vez lo soporto mejor asi que creo que estamos teniendo un avanze-suspiro de manera pesada, la fiebre era común, en estos casos y cuando tenia pequeños recuerdos breves de lo que alguna vez fue-. Dijo que si llega a empeorar la llevemos con ellos, solo debemos esperar.

Gilgamesh miraba con atención a Jean, esa mocosa ya tenia 15 años, cuando la conocio tenia 4 y tecnicamente se la llevo, pues en las condiciones que vivia eran bastantes malas, con una madre alcoholica y un padrastro que abusaba de ella, era un tirano si, pero no podia ignorar la situación de su maestra, no cuando ese rencor podria influir de manera negativa en ellos tambien.

La chica soñaba constantemente con alguien pero no recordaba quien era, ni su rostro ni su nombre, normalmente la guiaba en sus desiciones, por alguna extraña razón se sentia comoda con su presencia, por lo que no se quejaba mucho en realidad, aveces sentia que la fiebre que tenia por el sobre esfuerzo de usar demasiado mana la hacia delirar.

-Tienes que ir con ellos "......" -ah... no logró entender el nombre por el que la llamaba- ellos seran las piezas para el futuro que todos deseamos

Toco los ojos de quien se encontraba fisicamente dormida, haciendo que esta despertara pero...¿ en donde estaba?

La habitación estaba llena de sellos, estaba en el apartamento que Gil le consiguio, ¿Qué hacia alli? Despues de unos minutos reconocio el lugar.

-¿Como diablos llegue aqui?-la chica se levanto y abrio la puerta como si nada, saliendo de la habitación siguio caminando por el extraño pasillo.

Ella no tenia energia maldita, aquellos sellos en realidad no afectaban sus capacidades motoras, solo no podia hacer uso de mas de un servant en esas condiciones, aunque no sabia si eso era por su nula experiencia o por que de verdad los sellos la afectaran en algo

Sintio la presencia de otras personas, si bien no tenia energia maldita era bastante sensible, su mana la hacia consiente de las cosas alrededor de ella,  abrio la primera puerta que vio y entro sin ver si habia alguien, tenia que invocar a gil, pero aun no sabia como y eso la frustraba.

-Es ella de quien hablabas verdad Satoru?-dijo un desconocido detras de ella, sintio su alma abandonar su cuerpo cuando volteo a ver quien hablo-.

-Si, espera.. ¿Como saliste del cuarto? Se supone que se te aislo -satoru se levanto bruscamente haciendo que la chica diera un brinco, ella hacia que se sintiera enojado por alguna razón-.

-a ah veras, es gracioso por que no me afectan mucho sus talismanes -susurro en voz muy baja-. Creo que deberia irme ahora ja ja ja

-Nos pidieron ayuda y te marchas asi nadamas, que grosera.

Jean sentia la agresividad en su voz, no comprendia por que en realidad, para colmo era su personaje favorito, se iba a deprimir cuando analizo lo que satoru dijo, ¿pedimos ayuda? Lo miro confundida pues no entendia a que se referia

-¿Ayuda? ¿De qué se supone que hablas?

-Llegaste con tu compañera, ardias en fiebre pero la tecnica de Shoko no ayudo y recurrimos a los talismanes.

Ah, esta vez fue peor

-Es algo que suele suceder, no pense en las consecuencias en mi cuerpo al ir por amanai, me disculpo por las molestias-de manera breve hizo una reverencia a quienes tenia enfrente, se sentia molesta, y hasta cierto punto herida de que su personaje favorito le hable de esa manera.

-Señorita, cree que pueda explicarnos la situación, no es muy común ver gente con el nombre de basicamente una leyenda.

-Me temo que no puedo decir mucho, hay reglas que debo seguir y romperlas no se que tipo de consecuencia van a traer-la de ojos purpuras coloco su vista en el hombre- pero lo que si le puedo asegurar es qu..... ugh!

Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora