𝑶𝑵𝑬 𝑶𝑭 𝑼𝑺 || hector fort

5- todo mal

Esta tarde después del instituto teníamos partido contra el Real Madrid, y la verdad es que estaba realmente nerviosa, por eso, y por volver a ver a Hector después de la pequeña charla de ayer.

"Ahora si que te voy a hacer la vida imposible"

Esas palabras se quedaron grabadas en mi mente durante toda la noche.
Se que Héctor era capaz de hacer cualquier cosa con tal de salir ganando.

Después de asearnos y ponernos el uniforme, basado en una falda gris y un polo blanco, bajamos a desayunar junto a Sofia, que como de costumbre nos esperaba en la puerta.

Una vez abajo, la primera mirada que vi dirigida a mi, fue la Héctor.
Una mirada penetrante mientras tensaba la mandíbula que me dejaba sin habla.

-Nos sentamos con los chicos? - pregunto Sofia.
-Ni de coña - respondí rápidamente - yo con el subnormal de Héctor no me siento.

Ambas suspiraron y nos dirigimos a coger el desayuno, para después sentarnos en unas mesas cerca de la de los chicos ya que no quedaban más.

Estuvimos hablando de lo que paso anoche, hasta que una masa espesa calló por mi pelo hacia abajo.

Todo el mundo empezó a reír, hasta que escuche la voz de Hector en mi oído.

-Esto solo es el principio princesa - me dijo.

Me levante furiosa, encarando a Héctor.
Veía las caras de sorpresa de todos.

Héctor tenía en su rostro su sonrisa egocéntrica habitual.

-Tu eres gilipollas o que te pasa? Te diste un golpe de pequeño al nacer o algo - hable furiosa.

Héctor simplemente sonrió ladeando la cabeza a pocos centímetros de mi.

Me entrego una servilleta y hablo.

-Límpiate anda, que parece que un pájaro con diarrea ha pasado encima tuya mientras volaba - hablo haciendo reír a todo el comedor.

Me dirigí a mi habitación realmente enfadada, con un millón de sentimientos recorriendo todo el cuerpo.

Tendría que ducharme y cambiarme el uniforme, y ni siquiera había desayunado, y todo por culpa del imbecil de Hector.

Quedaban 10 minutos para que empezasen las clases cuando yo salía de mi habitación con la mochila, y limpia de nuevo.

Sofia y Elena se habían ido después de desayunar junto a los chicos.

Para que tener enemigas si las tengo a ellas, traicioneras.

Cuando llegue al instituto, alguna miradas se dirigieron a mi, unas de risa y otras de lastima, en fin.

Me dirigí a dentro, y con suerte todavía la profesora no estaba en la clase.

Vi como Elena y Sofia reían junto a los chicos, pero cuando me vieron entrar, todas las miradas de ese grupo se dirigieron a mi.