23- comprension

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Hoy sería un día emocionante, ya que había varios nuevos acontecimientos que iréis viendo a lo largo del día

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Hoy sería un día emocionante, ya que había varios nuevos acontecimientos que iréis viendo a lo largo del día.

Me desperté y lo primero que hice fue llenarle la cara de besos a MI NOVIO, yujuuu.

Este se despertó gruñendo, y seguidamente copió mi acción haciéndome reír.
Estuvimos así un rato hasta que decidimos levantarnos, ya que hoy teníamos instituto.

Me puse mi uniforme mientras Hector se iba a su habitación, y Elena entraba a la nuestra. Está muchacha aparecía y desaparecía de repente.

Una vez listas, bajamos junto con Sofia a desayunar como de costumbre.

Dirigí mi mirada hacia la mesa donde nos solíamos sentar y estaban todos menos Hector, raro.

Vi como mis amigas avanzaban hacia la mesa, pero yo me quede parada buscándolo con la mirada, hasta que sentí unas manos en mi cintura y una voz en mi oído la cual reconocí inmediatamente.

-Madre mía - susurró Hector - como me pones con el uniforme, la falda te sienta genial - dijo pícaro.

Yo me di la vuelta para mirarle directamente a la cara, mientras el me forzaba su agarre en mi cintura.

-Estás muy salido Hector - dije mientras colocaba mis manos en sus hombros.

Sus manos se dirigieron por debajo de mi falda, menos mal que estábamos en un sitio apartado.

-Ahora te haces la inocente cuando hace 3 días estabas de rodillas chupándomela - dijo con una sonrisa en la cara.

Me sorprendió su comentario así que le di un leve golpe en el pecho y reí.
Seguidamente, este dirigió sus labios hacia los míos, se convirtió en un beso violento y duradero.

Una vez nos separamos, nos miramos a los ojos, y Hector saco algo de su bolsillo, una pequeña caja.

Me la entrego bajo mi atenta mirada, ya que no tenia ni idea de que se trataba.

-Que es esto? - pregunté agarrando la caja.
-Ábrelo - respondió.

Dentro de la caja se encontraba un colgante con el nombre de Héctor.

Instantáneamente le miré y sonreí.

-Este es el regalo más posesivo que me han hecho - dije.
-Para que sepan que tienes dueño - respondió.
-Se harán una idea al ver los millones de chupetones que tengo por todo el cuello.

Este río ante mi comentario y me puso el collar apartándome el pelo.

Después de esa pequeña charleta, y de un pequeño agradecimiento, fuimos a desayunar.

Hector se sentó a mi lado, y constantemente bajaba la mano hacia mi muslo, donde empezó a tocarlo peligrosamente.

No se le veía nervioso ni nada, yo en cambio estaba que me moría, se me había olvidado hasta como se cogía el tenedor.

Un rato después, nos dirigimos hacia nuestra habitación para coger la mochila y fuimos al instituto.

Estaba bastante nerviosa ya que hoy nos daban la nota de un examen bastante importante. Me había salido bien, pero yo era muy autoexigente con las notas, y menos de un 9 era una basura.

Mi pierna subía y bajaba aceleradamente cuando el profesor empezó a repartir los exámenes mientras soltaba pequeños comentarios.

-Hector Fort, vamos mejorando - yo dirigí mi mirada hacia Hector, el cual se encontraba chocando las manos alegremente con Marc, posiblemente no hubiese llegado ni al 6 pero a el le servía.

-Elena Ballesteros, flojillo - me gire nuevamente y pude comprobar cómo Elena había sacado un 4,25.

Mi turno llegaba y yo tenía ganas de vomitar. Yo sé que no era normal que me pusiese así por un examen, pero era mi estilo de vida al fin y al cabo.

-Valentina López, malo para lo que suele sacar usted - me entregó mi examen mientras las miradas de mis amigos se dirigían hacia mi.

Mi cara se tornó a una de decepción cuando vi un 8,95 en el examen.

Mi respiración se entrecortó y la sangre me empezó a hervir.

Mis amigos notaron mi claro enfado, ya que cuando me enfado lo hago notar.

Me levante hacia la mesa del profesor mientras los demás comentaban sobre sus notas y hablé enfadada.

-Un 8,95 es un 9, no me jodas - dije entregándole el examen.
-Valentina, no me hables así para empezar, es un 8,95 y punto, y como rechiste se lo bajo al 8 - respondió cabreado.
-Una mierda, encima este punto me lo has puesto mal cuando tú mismo dijiste que era así, yo me acuerdo - conteste bajo la atenta mirada de todos.
-A lo mejor no eres tan lista como crees - hablo con chulería.

Le miré con rabia y salí de clase, sin importar las consecuencias, algo que siempre solía acabar mal.

Sentí como el profesor cerró la puerta bruscamente y se dirigió detrás mía, agarrándome del brazo mientras me llevaba al despacho del director.

Yo permanecí allí con los brazos cruzados, sin responder, sin hablar, sin nada de nada.

-Da igual que seas una alumna de 10 si luego no te sabes comportar - dijo el director.
-Da igual que sea una alumna de 10 si ellos no saben corregir y las 5 horas diarias de estudio se van a la mierda - conteste enfadada.

El director me miro con decepción y enfado, y finalmente hablo.

-Hablaremos con tu entrenador, puedes irte - finalizo.

Me levante cabreada mientras salía por la puerta.

Me dirigí de nuevo a La Masía, ya que era la hora de comer.

Subí directa a mi habitación, donde por sorpresa se encontraban todos.

Tire mi mochila al suelo, mientras me miraban con preocupación.

-No te puedes poner así por un 8,95 Valen - dijo Elena.
-A lo mejor para ti no es tan importante, para ella si lo es, cada uno tiene sus percepciones de las cosas - respondió Héctor con un tono de enfado.

Le miré con asombro, ya que era la primera vez que alguien me entendía al 100%, ya que era la primera vez que alguien entendía que algunas cosas, para mi si eran realmente importantes.

Me senté en la cama, mientras seguían hablando del tema, y Hector se tumbo junto a mi, acariciándome el pelo y el brazo con suavidad.

El me hacía sentirme tan tranquila y tan comprendida en un mundo tan adverso a eso, que era como una droga para mi, no me podía separar de ella.


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felicidades a mi nisrine <3

𝑶𝑵𝑬 𝑶𝑭 𝑼𝑺 || hector fortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora