𝑶𝑵𝑬 𝑶𝑭 𝑼𝑺 || hector fort

33- miradas

La alarma volvió a sonar a las 7:30, como de costumbre, ya que hoy teníamos instituto. No se en que momento se nos ocurrió ir a la discoteca, al tener que madrugar al día siguiente, en fin.

Seguía bastante pensativa con el tema de Héctor, y decidí no contárselo a nadie, ya que para Sofia tanto vaivén tendría que ser una locura, y no la culpo.

Nos vestimos, y nos peinamos, cogimos la mochila y bajamos a desayunar. Nada del otro mundo, la rutina más común.

Como siempre Héctor me miraba con enfado. Parece que me esperaba para ponerme esa cara de asco mañanera. Sería su forma de darme los buenos días?

Desayunamos rápidamente, ya que se nos había echado la hora encima, y nos encaminamos al instituto.

Extrañamente, Marc vino a nuestro lado durante todo el camino, actuando como si no hubiese pasado nada, y realmente se lo agradecía, ya que no quería preguntas.

Al entrar al instituto, la profesora todavía no estaba en clase, así que nos sentamos y me puse a comentar con Sofia la fiesta de la noche anterior.

Sentí una mirada pesada encima mio, y cuando me gire, me encontré con Hector, posando sus ojos en mi de forma totalmente poco disimulada. Ni siquiera se molesto en apartar la mirada, así que no me quedo mas remedio que hacerlo por mi misma.

Las clases pasaron y casi me duermo, ya que estaba muerta con tanto cachondeo. Una nota de papel llegó a mis manos, y la abrí con la mirada de Sofia en esta. Era una invitación por parte de Pau para ir a la playa todos juntos esta tarde. Estos no se cansaban de fiesta o que coño?

Nos giramos, encontrándonos con su mirada, y yo subí mi pulgar hacia arriba en señal de aceptar su propuesta.

Después de horas y horas de sufrimiento, las clases terminaron y ya éramos libres, por lo menos por hoy.

Sofia y yo nos dirigimos directamente al comedor para comer algo rápido, ya que nos queríamos echar la siesta, porque a las 18 habíamos quedado con nuestro grupo.

Tanto la comida como la siesta paso rápido, muy rápido de hecho, así que nos encontrábamos preparándonos para ir a la playa.

-Me dejas este bikini? - pregunto Sofia elevando mi bikini rojo.
-Si, ese te va a sentar genial - respondí, recibiendo una sonrisa por su parte.

Yo opté por un bikini blanco, que con el moreno me sentaba de maravilla y me resaltaba mucho el tono de piel que me había costado horas y horas conseguir.

Una vez listas, bajamos hacia abajo, ya que iríamos todos juntos.

-Y Elena? - fue lo primero que pregunté al llegar abajo. Me pareció raro no verla.
-Desde cuando te llevas bien con ella? - pregunto Hector con todo de burla.
-No me llevo bien - respondí con cara de asco - simplemente me sorprende no verla aquí.
-No se encuentra bien - contestó Pau.
-Ah - asintió Sofia restándole importancia.
-Vamos? - dijo Marc.

Todos asentimos, poniendo rumbo hacia la playa.

Nos tardamos mucho en llegar, ya que con suerte la teníamos relativamente cerca.

Dejamos rápidamente nuestras cosas, y yo me quite el vestido mientras Sofia se daba crema.
Miré hacia delante encontradome con la miraba de Hector, de nuevo, poco disimulada, mientras bajaba sus gafas de sol para observar mejor.

Nuestros ojos se juntaron, y al ver que no apartaba la mirada, levante las cejas en señal de duda y se dirigió al agua.

-Ostia que fría está - hable al tocar el mar.
-Que exagerada eres - contestó Lamine metiéndose en el agua.
-Joder no salpiques - dije molesta.
-El último que se meta es tonto - añadió Hector al ver que era la única fuera del agua.
-Que inmaduro eres - conteste con burla.
-Y tu tonta - dijo sacándome la lengua como un niño pequeño.

Yo suspire ante su acción y me metí en el agua poco a poco.

Pasamos un buen rato, haciéndonos aguadillas, peleas, y hablando de la vida en general, pero después de la pequeña conversación que habíamos tenido Hector y yo al principio, no me volvió a dirigir la palabra, así que yo no hice menos.

Salimos del agua ya que empezaba a anochecer, y de repente todos desaparecieron, menos Héctor. Que bien.

Me senté en la arena con la toalla intentando ignorar su presencia, pero se me hizo imposible ya que se sentó justo a mi lado mientras me miraba.

-Que? - pregunté mientras le correspondía la mirada.
-No me vas a decir nada? - dijo el mientras subía el tono.
-Ya te dije todo lo que tenia que decirte ayer, eres tu el que tiene que responder - expliqué con un poco de enfado.
-No se que quieres que te diga - hablo.
-Entonces para que coño te molestar en hablarme si ahora te haces el gilipollas - mi tono subió debido al enfado que me estaba provocando el chico.
-A mi no me levantes la voz para empezar - dijo, haciendo que mi cuerpo se llenase de escalofríos - y segundo, no se si te darás cuenta de lo egoísta que has sido, haciéndome rogarte durante días, para que vengas tú y me dejes ahora a mi como el malo cuando te recuerdo, que te has liado con mi mejor amigo.
-Joder, que yo me aparte - respondí mientras me levantaba - a lo mejor el egoísta eres tu, que no se da cuenta de sus acciones.

Recogí mis cosas, y me fui de allí, dejándole nuevamente solo.

El camino se me hizo más largo que de costumbre, cuando empecé a sentir como un hombre me perseguía. Al principio pensé que estaba loca, porque no es tan raro de creer, pero estuve dando varias vueltas y en ningún momento perdió mi rastro.

Me gire para mirarle y empecé a correr, pero este me persiguió, haciendo que tropezase. Estábamos en una calle poco habitada con toda la mala suerte del mundo, así que no tenia escapatoria. Pensé en llamar a Hector, pero después de la pelea, me negué.

-Estate quieta - dijo el hombre mientras se avalanzaba sobre mi.
-Dejame - grite intentado escaparse de su agarre, cuando de repente metió la mano por mi bikini y me empezó a manosear - dejame por favor - rogue entre lágrimas.
-No llores preciosa, ya está.