"No puedo creer que tengan su propio jet"
"Nos turnamos para pilotarlo. ¿Quiere intentarlo?"
(Agente Goldman y Emily)
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— ¿Cuándo podré ver a mami?
Emily intercambió una mirada con Morgan, y luego se sentó junto al niño. Morgan, por su parte, permaneció de pie, a una distancia prudencial para no cohibirlo. J.J. estaba aún hablando con la madre del pequeño, y necesitaban distraerlo un poco. Sin embargo, D.J. estaba tan triste que apenas había pronunciado una palabra desde que habían llegado a la Comisaría. Emily no pudo evitar recordar a Declan. Otro hijo de un criminal que pagaría las consecuencias de compartir su sangre.
— Pronto... — Le dijo ella con dulzura— Y podrás irte a casa— Como si de un truco de magia se tratara, le mostró una chocolatina que Morgan había comprado en la máquina expendedora de la comisaría de policía con la intención de ofrecérsela— ¿La quieres? Puedes guardártela si no te apetece ahora.
El niño, sin embargo, seguía demasiado afectado como para comer cualquier cosa, por muy apetecible que fuera. A Emily le partía el corazón verlo tan cabizbajo. Ningún niño debería ver morir a su padre.
— Oye, D.J. — Continuó Emily sin presionarlo— Es normal que estés triste... Puedes llorar si quieres
El niño alzó su rostro hacia ella.
— ¿Mi papá era malo?— Preguntó. Sus ojos reflejaban una inmensa desolación — ¿Por eso ese policía le disparó?
Allí estaba. La pregunta que se estaría haciendo toda su vida y que sería parte de su tortura personal.
— Eso no importa— Afirmó Emily, contundente. Se acercó un poco más a él, intentado crear un ambiente en el que él se sintiera protegido— Lo único que importa es que tu padre te amaba, ¿entiendes?
Emily esperaba que fuera así. Nunca había tenido aquella conversación con Declan, pero en su cabeza ya la había imaginado en muchas ocasiones. Llegaría el día en que él también se haría preguntas. Emily sólo deseaba tener las respuestas adecuadas.
El niño asintió.
— ¿Tú también querías dispararle?
Contuvo el aliento. ¿La cuestionaría Declan por no haberse esforzado más en salvar a su padre? ¿Por qué no iba a hacerlo? Ella misma se había cuestionado muchas veces.
— No, no quería...— Le aseguró Emily, y era absolutamente cierto. La muerte del sudes siempre era algo que trataban de evitar— Ojalá nadie hubiera tenido que hacerlo— Se quedó en silencio unos segundos, reflexionando. No podía decirle al niño la verdad, que su padre conocía el destino que le esperaba en prisión y que para él la muerte era preferible a ese destino. En su cabeza resonaron las palabras que tal vez utilizaría con Declan algún día — Mira, yo creo que nadie es del todo bueno ni del todo malo... A veces simplemente nos equivocamos y no nos damos cuenta, pero eso no significa que no tengamos cosas buenas dentro de nosotros, sino que hay personas que no saben cómo mostrarlas. Tú tuviste la suerte de conocer todas esas cosas buenas que tenía tu padre... Así que no importa lo que escuches, no importa lo que los demás digan... Lo que debes recordar es que tú eres lo mejor de él y eso te hace muy especial...
Era la respuesta más sincera y consoladora que podía ofrecerle. No creía que fuera suficiente. A D.J. le quedaba un largo camino por delante para superar el trauma.
— Mi mamá está triste— Dijo el niño.
No sólo estaba triste, pensó Emily, su madre debía sentirse engañada y al mismo tiempo confundida con todo lo que estaba ocurriendo. Su mundo se había desmoronado en cuestión de horas. La persona que creía conocer nunca había existido.