5x19 El Rito del Pasaje

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"¿Estás loco? Me rompiste el tímpano"

"¿Qué querías que hiciera? Venía directo contra nosotros"

"Te dije que lo tenía"

"Nos estaba disparando, Emily"

"Me podrías haber avisado"

"¿La mp-5 cargada y que el demente nos disparara no fue suficiente? Vamos..."

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Emily estaba molesta.

No lo suficiente como para comenzar una discusión, pero sí como para castigar a Morgan con monosílabos, que era precisamente lo que había estado haciendo desde que se había producido el incidente con la MP5.

Morgan lo había notado, por supuesto, pero por si le quedaba alguna duda, al subirse Emily al jet, ignoró el asiento que quedaba libre frente a él, y después de fulminarlo con la mirada se sentó junto a Rossi.

Derek había esperado que se le pasara el enfado. Tenía unos planes muy diferentes para aquella noche, que incluían un baño relajante en el jacuzzi y algún tipo de juego erótico que a la vista de la expresión enojada de Emily, sólo iban a suceder en su imaginación.

No lo entendía. ¿Por qué estaba tan enfadada? Si ella hubiera estado en su lugar, habría hecho exactamente lo mismo. Además, no era la única que estaba dentro del vehículo. Sus tímpanos no estaban en mejor estado.

— ¿Todavía estáis así?— Preguntó Rossi con sorna— Parecéis un matrimonio de treinta años.

El comentario provocó risas en el resto de agentes, menos en los dos principales implicados. Lo último que necesitaban es que los vincularan a un contrato matrimonial.

— A mí no me mires, pregúntale a ella— Replicó Morgan, ofuscado.

Podría haber sido más sutil, teniendo en cuenta que apenas acababan de retomar su relación, pero la verdad era que lo ponía de mal humor el mal humor de Emily. Sí, era absurdo, pero aquel caso había sido una pesadilla de principio a fin. Cabezas cortadas, un policía asesino, víctimas vulnerables y un calor sofocante en mitad del desierto de Terlingua del que no se iban a poder desprender hasta darse una buena ducha.

O el baño que Morgan había planeado en el jacuzzi.

Emily no se molestó en contestar. De castigarlo con monosílabos, había pasado a castigarlo con su silencio.

— Vamos Emily, cede un poco...— Le pidió J.J. tratando de intermediar.

En realidad, a J.J. la situación le producía más diversión que preocupación. No sería la primera vez ni la última que Derek y Emily se enzarzaban en discusiones sin sentido. Por lo general ni siquiera necesitaban hablar para arreglarlo. Normalmente al día siguiente ya lo habían olvidado, pero el viaje de regreso era largo, todos estaban cansados y sin ningunas ganas de soportar sus niñerías.

Rossi tenía razón. A veces parecían un viejo matrimonio. Lo más sorprendente es que J.J. se los podía imaginar perfectamente en esa situación.

— No pierdas el tiempo... No está interesada en escuchar...— Dijo Morgan, mirando de reojo a la morena, que fingía leer con poco entusiasmo el último libro que había adquirido. Era de un autor italiano que le había recomendado Rossi y cuyo nombre Derek no lograba recordar— Lo he intentado varias veces y sólo he conseguido que cada vez se ponga más digna.

MOMENTOS FURTIVOS (TEMPORADA 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora