Prólogo

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Ryunosuke Akutagawa, un joven solitario, bastante callado, el cuál a su corta edad de 16 años, ya tenia un historial para temer. Debido a sus constantes involucramientos en peleas y riñas.

En su escuela estaba catalogado como diablo, asociado a que, al pasar por su lado, podías sentir el fuerte aura que emanaba. Y aunque no lo parecía, ese frío y conflictivo muchacho tenía sentimientos, estaba enamorado de Osamu Dazai, su profesor de Literatura.

Lo conocía desde los 11 años, Dazai llegó como profesor suplente, no obstante, consiguió quedarse con el puesto. Osamu fue un gran apoyo para Akutagawa en sus peores momentos, era el único que conocía la verdad de su vida y el motivo de sus actitudes.

Llevaba enamorado desde hace 3 años, o tal vez más...solo que, logró notar esos sentimientos en aquel momento. Tanto era el sentimiento que Ryunosuke era capaz de dar todo por Osamu, realmente lo volvía loco. No obstante, no todo era color de rosas, pues claramente el mayor solo lo veía como su hermano pequeño, la diferencia de edad era bastante notoria, 22 y 16...

Recién iniciaba el año escolar y ya todo iba en picada. Akutagawa se había despertado tarde, había dejado todo friamente organizado, pero aún así, por una extraña razón, la alarma no sonó.

— Mierda, ¡Gin, levántate, ya son las 7:30!— El chico prácticamente saltó de la cama apenas vió la hora. — ¡Gin, por la cresta, levántate..!

Los siguientes 30 minutos fueron una maratón para los hermanos Akutagawa, entre vestirse, tomar algo decente de desayuno y correr a tomar locomoción. Pero lo lograron, aunque igual llegaron 10 minutos tarde.

Como era el primer día, los estudiantes eran recibidos en sus salas por su profesor jefe. Y para mala suerte de Akutagawa, quien le había tocado era Doppo Kunikida, el profe de matemáticas.

— Primer día de clases y ya llegas tarde, Ryunosuke. Increíble...

— Perdón profesor, tuve unas complicaciones en casa y...

— No me interesan tus explicaciones Ryu. Pero ya que estás aquí...te tengo una tarea.

— ¿Una...tarea?

— Ajá, hay un chico nuevo. Quiero que le enseñes el liceo. - Akutagawa miró desganado al profesor, lidiar con gente era lo que más detestaba, y más todavia si debía hacer de guía. — Se llama Atsushi Nakajima, se ve que es un buen chico, tal vez te caiga bien.

— ¿Y por qué yo?, usted sabe que no se me da esto de conocer y tratar con gente...

— Bueno, llegaste tarde, asi que...tómalo como un castigo por el atraso.— Doppo sonrió de forma cínica, provocando ira en el alumno.

En eso, el profesor llamó al chico. Tenía una apariencia muy inocente, era un poco más bajo que él, cabello blanco y unos hermosos ojos que aparentaban ser morados, pero también contenían una tonalidad amarilla en ellos.

— Mucho gusto...soy..

— Ni te molestes en hacer presentaciones. Ya se tu nombre. Asi que vamos, te mostraré el liceo.— Tras interrumpir de forma irrespetuosa a Nakajima, Ryu comenzó a caminar hacia la salida. Por lo que al nuevo no le quedó más que seguirlo.

— Y esta es la biblioteca, por allá están las salas de 4to, los salones de los clubes. Y allá afuera las canchas de fútbol, voleyball y basquetball...¿dudas?

— Bueno...creo que no.

— Entonces hasta aquí llega mi "tour".—  El supuesto recorrido tan solo había durado 10 minutos, y claramente el chico nuevo no había entendido nada. Ryunosuke hablaba bajo y muy rápido. Por lo que decidió persistir.

— ¿E-Eso es todo...?

— ¿Hmm?, ¿a que te refieres con "todo"?— Akutagawa le lanzó una mirada de de odio, la cual demosteaba que estaba al borde de su paciencia, provocando que el más bajo se sintiera intimidado.

— B-Bueno, llamaste m-mi atención...p-pensé que tal vez...p-podriamos conocern...

— ¿Conocernos..?, porfavor...no me hagas reír mocoso. Eres muy iluso. A mi no me interesas para nada, solo hice esto porque me obligaron, asi que si quieres hacer amiguitos, busca gente que si esté dispuesta. Y ya no me hables...o te irá muy mal.

Sin más. Akutagawa volvió a su sala, dejando a Atsushi en medio de la escuela, perdido y con el corazón a mil.

— Y

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— Y...¿que tal les fue?— Al llegar de vuelta, Ryu fue intersectado por su profesor.— Espera, ¿donde está Nakajima?

— Se quedó cerca de las canchas, asi que no sé...supongo que mi recorrido no sirvió.— El joven sonaba muy indiferente ante la situación, nisiquiera intentaba disimular lo que había hecho y lo que pensaba respecto a eso.

Sin más, Doppo dió media vuelta y comenzó con las dinámicas de la clase de consejo de curso.

Para el tiempo del recreo, todos salieron corriendo a la cafetería. Si había algo que destacara en esa escuela era sin dudas la comida. El único que se quedó en la sala fue Akutagawa, ya que llevaba su propia comida, para evitar sentirse aglomerado entre la multitud.

Mientras comía su pan con palta, oyó como la puerta se abría. Era Nakajima. Se notaba algo cansado, probablemente había estado toda la clase tratando de llegar. Ryunosuke simplemente ignoró su presencia, hasta que el receso acabó.

El día continuó de forma normal, después de todo, era el primer día, por lo que solo se realizaban actividades de curso como contarle a los demás que fueron de tus vacaciones, proponer metas para cumplir a futuro, entre otras

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El día continuó de forma normal, después de todo, era el primer día, por lo que solo se realizaban actividades de curso como contarle a los demás que fueron de tus vacaciones, proponer metas para cumplir a futuro, entre otras.

A la hora de la salida, Atsushi tomó sus cosas y se encaminó a la salida, pero no alcanzó a llegar, puesto que un grupo de su clase lo había tomado de la camisa.

— ¡Hey!, ¿asi que tú eres el nuevo, eh?, nada mal...

— Perdón pero...¿quien eres?

— Oh, perdona mis modales...soy Nikolai, pero para los amigos soy Gogol.— Dijo mientras soltaba a Atsushi.— Debo confesar que estuve observándote todo el día...eres muy tonto, pero también interesante.

— ¿D-Disculpa..?

Nikolai soltó una fuerte risa que duró varios minutos.

— No es nada, lo siento...solo que, te ves buena onda, no lo sé. Si quieres, puedes unirte a mi grupo mañana.

— ¡Ah!, En serio?? - El contrario asintió sonriente.— ¡Muchas gracias!

Atsushi se fue a casa con muy buen ánimo, porfín habia conseguido un amigo, o eso creía él...

— Tal vez esta escuela no esté tan mal después de todo...

Un beso de Judas [Shin Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora