Una gran malinterpretación

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La sangre de Akutagawa hervía de rabia, Nakajima lo había humillado, y para colmo, su profesor lo había calificado con un 1.0 directo al libro, junto con una anotación negativa y citación de apoderado.

"Maldito Nakajima...Odasaku va a estar furioso cuando se entere."

— Espero que esto te sirva de Lección, Ryu. Aunque a simple vista no parezca, sé que eres un buen chico que sí se esfuerza día a día...y no le tengas rencor a Atsushi. Probablemente no quiso hacerlo con mala intención, sino que esperaba darte un empujón.

— Ajá...— El chico evitó mirar a su profesor. Por lo que usó de excusa los cordones de sus zapatos, que estaban desamarrados.

— ¿Siquiera estás escuchando?, Dios mío dame paciencia...En fin, vuelve a la sala, de seguro vas a ser un gran tema del que hablar por esta semana.— Kunikida sonrió burlón y entró a la sala nuevamente. Mientras que a Ryunosuke ya se le notaban las venas de la rabia que tenía.

— Esto no se va a quedar así, Nakajima...

Y sin más, el joven entró a la sala, la cuál se tornó en un silencio total apenas lo vieron. Akutagawa decidió ignorarlos por esa vez, se sentó y posicionó para dormir sobre la mesa.

No quería admitirlo, pero también sentía un poco de vergüenza. Si no fuera porque su rostro estaba escondido entre sus brazos, los demás podrían haber notado un leve color rojo en sus mejillas.

 Si no fuera porque su rostro estaba escondido entre sus brazos, los demás podrían haber notado un leve color rojo en sus mejillas

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Tras terminar la clase, los estudiantes se dirigieron al casino, era hora de almorzar. Atsushi mentiría si dijera que no estaba asustado, o mas bien psicoseado...sabía que Akutagawa tenía rencor hacia él, y claramente se esperaba una gran paliza por su parte. Pero, si podía evitarlo lo más posible, lo haría.

Mientras el joven se mantenía sumergido en sus pensamientos, sintió como le entregaban su bandeja de almuerzo. Por lo que se encaminó donde sus amigos, sin embargo, al llegar notó como la mesa estaba ocupada por completo.

— ¡Ay sushii!, perdoon, nos olvidamos de ti...no te molestaría comer en otro lado, ¿Verdad?

"Ya van tres veces esta semana. Por supuesto que me molesta." Fue lo que Atsushi pensaba decirle a Nikolai, pero al final terminó negando con una falsa sonrisa.

— No, no te preocupes. Iré a comer a la terraza.

De mala gana, Atsushi se dirigió a dicho sector del segundo piso, este se había convertido en su escondite y zona de paz para cuando estaba solo, que era la mayoría del tiempo.

El joven no podía negarlo, le generaba un mal sabor de boca que lo excluyeran del grupo, después de que siempre les hacía todo. Pero no era tristeza, al contrario, era enojo, rencor...

Mientras comía, Atsushi pudo notar como una sombra se movía cerca de su dirección, sin embargo, no le tomó importancia y continuó en lo suyo.

No pasaron ni dos segundos y Akutagawa ya estaba encima de él, arrinconándolo a la pared.

— ¡¿Qué mierda te pasa?!— El albino tenía su rostro de un tono carmesí. Tener al chico así de cerca lo ponía nervioso, y no por miedo, sino por la extraña tensión que se había generado entre ellos.

— ¿Que mierda te pasa a ti?, ¿¡Por qué hiciste eso!?

— ¿No es obvio?, Tú no quisiste colaborar, yo solo dije la verdad...

— Eres un hijo de...

— ¡Atsushi, te estaba buscand...— La pelirroja se quedó quieta en su lugar, mientras su mirada cambiaba de apresurada a confundida.— ¿Interrumpo algo?

Ambos chicos se miraron entre si, notando en la posición comprometedora que se encontraban. De inmediato Ryunosuke empujó a Atsushi a un lado, para luego retirarse del lugar.

— Por favor ignora lo que pasó recién...eh...

— Lucy, Lucy Maud Montgomery...

— Ah? Si. Mucho gusto...uhm, ¿para que me buscabas?

— El profesor Dazai te busca, dijo que era por un trabajo de literatura.— Atsushi la miró confundido, probablemente solo era una excusa de su hermano, pero, ¿Para qué lo buscaba?

— Entiendo...eh, muchas gracias Lucy, y...perdón por lo extraño de recién...

El joven se fue rápidamente a donde la pelirroja le indicó, iba muerto de vergüenza, y tan solo esperaba que la situación no llegara a más personas.

— Hey, atsushii, como está mi niño favorito~

— Dazai...porfavor, alguien puede oírte.

— ¡Ay pero que pesadoo!, ni que tuvieramos un romance o algo. Tan solo quería ver si mi hermanito comió bien..— Osamu hizo un puchero mientras se lanzaba a abrazar al menor. Quien claramente esquivó cualquier muestra de cariño.

— Créeme que si no fuéramos hermanos, serías la última persona que consideraría para algo amoroso...no eres mi tipo.

— Ay, ¡que malo ereees!

— Sisi, lo que digas...¿Para que me llamaste?- Atsushi notó como el rostro divertido de su hermano pasaba a uno serio.

— Nada, simplemente tuve un mal presentimiento. Además, un pajarito me ha estado diciendo unas cosas que me preocupan un poco...

"Kunikida de seguro" pensó Atsushi.

— En fin, era solamente eso. Sabes que si te hacen algo puedes decirme...

— Lo sé, gracias hermano...me voy. Nos vemos en la tarde.— Sin más, el menor se retiró del lugar, mirando el suelo. Por lo que no se percató que alguien venía y chocó.

— ¡Ay no!, mi pastel...

Un beso de Judas [Shin Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora