Dolor

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Akutagawa corrió escaleras abajo, en busca de Dazai, debía hablar lo antes posible con él, o tal vez Atsushi arruinaría sus planes.

Ya en la sala de profesores, le pidió un momento para hablar, a lo que su maestro accedió.

— ¿Puedo saber de que se trata Ryunosuke?

— Ya es momento de que cumpla con su parte del trato, profesor. Es bastante injusto que yo deba continuar con el secreto sin recibir lo que pedí.— Osamu se quitó los lentes que traía puestos y acercó su rostro al de Akutagawa.

— Querido mío, ¿Cuantas veces debo repetírtelo?, no puedo cumplir con eso. Solicita otra cosa.

— No. Yo no quiero nada más que la aprobación y el amor de usted.

— Pues que pena, ya te expliqué la situación. No se puede.

— Entonces seguiré esforzándome hasta conseguirlo.

Osamu chasqueó la lengua y se dió media vuelta. — Haz lo que quieras.

Ryunosuke suspiró, cansado de que su profesor  no lo viera como él deseaba. ¿Así se había sentido Atsushi?, no, no debía pensar en él, ya no más.

Ranpo había recorrido toda la escuela en busca de Atsushi, pues no había llegado a su sala y, según Dazai, tenía que hablar seriamente con Akutagawa, lo que claramente no sonaba a nada bueno

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Ranpo había recorrido toda la escuela en busca de Atsushi, pues no había llegado a su sala y, según Dazai, tenía que hablar seriamente con Akutagawa, lo que claramente no sonaba a nada bueno.

— Mi cielo, ¿lograste encontrarlo?— Poe también había colaborado en la búsqueda, después de todo, Atsushi también era su amigo.

— Nada. Incluso fui a la terraza de siempre, tampoco estaba allí.

— Hmm, que extraño...— Poe se mantuvo pensativo unos segundos.— ¿Revisaste la enfermería?

Claro, la enfermería. Probablemente el chico se sintió mal y decidió ir a descansar.

O tal vez pasó algo peor...

De inmediato, la pareja se dirigió rápidamente a la enfermeria. No obstante, al llegar se fijaron que esta estaba cerrada.

— ¿Tal vez no está aquí?

— No creo. Es el único lugar en el que puede estar. Revisamos todo el colegio, y con mi papá tampoco estaba.

Ranpo tocó la puerta de forma suave, segundos después se escuchó un "pase", la pareja reconoció la voz del albino al instante, así que entraron.

— Ranpo...hola.

— Sushi, ¿cómo estás?, ¿qué pasó?, Dazai me explicó muy por encima y no le entendí.

— Pasa que Akutagawa me mintió Ranpo...solo me usó para enamorar a Dazai...y yo fui tan estúpido que también terminé enamorado...— Edogawa pudo notar lo quebrada que sonaba la voz de su amigo, lo cual le provocó una pena inmensa.

— El no vale la pena, tu eres mucho para Akutagawa, no deberías permitir que te pisotee así.

— ¿Y que puedo hacer?, lo hecho, hecho está. Akutagawa me utilizó y yo caí. Ahora él terminará conquistando a Dazai, y a mi me tocará verlos de cerca y soportarlo.

— ¿Estás seguro de eso?

— Es obvio, por algo estaba tan seguro de lograrlo...

— Hmm, déjame hacer una llamada.— Ranpo sacó su teléfono y marcó un número. Mientras hablaba afuera de la enfermería, Poe se quedó cuidando de Atsushi.

— Ranpo tiene razón, tu vales mucho Atsushi, tienes que ser fuerte y continuar, sé que tras tu proceso de dolor, podrás hacerlo.— Atsushi solo le sonrió, ya no tenía ánimos para entablar conversaciones.

Tras esto, el castaño regresó con una sonrisa de oreja a oreja.

— Atsushi, tengo algo que hacer ahora mismo, pero volveré en un ratito, ¿si?, porfavor descansa. Y llámame cualquier cosa.

— Gracias Ranpo. Pero, ¿a dónde tan deprisa?

— Pronto lo sabrás, pero créeme que valdrá completamente la pena. En fin, te quiero mucho sushi, cuídate mucho. Edgar, ¿me acompañas?— el nombrado asintió y ambos salieron de la sala, cerrando la puerta detrás de ellos.

— Mi cielo, ¿Qué estás tramando?

— Ya verás~

— Espero que no sea nada que afecte a Atsushi.

— Tranquilo mi bonito, no es eso. Al contrario...es algo que dejará en su lugar al malnacido de Ryunosuke.

— Estás hablando de...¿Traerlo a él?

— Exactamente, ¡que novio tan inteligente tengo!— Dijo mientras acariciaba el rostro de Allan.— Traeremos al mismísimo caos, para que finalmente ponga en su lugar al demonio de la academia.

— Traeremos al mismísimo caos, para que finalmente ponga en su lugar al demonio de la academia

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Habían pasado 2 horas, en las cuales Atsushi se mantuvo llorando en silencio. La enfermera venía de vez en cuando a revisar que todo estuviera en orden, pero este se hacía el dormido para que lo dejara solo, y así sucedía.

Actualmente, permanecía acostado en la camilla, mientras abrazaba sus piernas y miraba a un punto fijo de la pared. En eso, la puerta se abrió.

— Atsushi, hermanito...te traje algo de comer.

— No tengo hambre.

— Pero, apenas desayunaste hoy. Por último bebe algo, o te vas a deshidratar.— el menor soltó un suspiro y se sentó en la camilla, tratando de esconder su rostro, el cual era un espanto.

— Dios mío, estás todo hinchado. ¿Por qué no vamos a casa?, ya hablé con Fukuzawa.

— No te preocupes, puedo irme solo.

— No, no. No voy a dejarte solo, menos en estas circunstancias. Asi que come esto mientras voy a buscar mis cosas, ¿okay?

— Okay...

Pasaron cerca de cinco minutos y Osamu volvió con su bolso y su abrigo., el que colocó sobre los hombros de su hermano. Luego le arregló el cabello y pasó uno de sus brazos por su hombro, para sostenerlo mientras caminaban al estacionamiento.

Ya en su hogar, Atsushi no dijo ni hizo nada. Solo se cambió su pijama y se acostó todo el día. No tenía ánimos para nada, había sido complemetamente engañado, utilizado y dañado.

— A pesar de todo...no puedo dejar de pensar en tí, te odio Ryunosuke. Te odio...— sollozó el peliblanco, para luego caer profundamente dormido.






Nota de Autor

Ya se viene lo más interesante jakaja, a pesar de que lloré mucho escribiendo estos dos capítulos, juro que va a ser una gran satisfacción todo lo que se aproxima🫣

Gracias por el apoyo!💖

Un beso de Judas [Shin Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora