Apuesta

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— Hola bonito~

Sigma estaba a punto de besar a Atsushi, pero este reaccionó de inmediato poniendo sus brazos.

— ¿Qué pasa?, ¿Por qué tan  distante?

— Hablemos bien, ¿si?

— ¿Pero por qué?, ¿hice algo?

Atsushi no sabía que hacer. Tal vez que Akutagawa lo acompañara no era tan mala idea, el habría sabido responder de inmediato, pero también debía afrontar sus conflictos él solo.

El albino tomó las manos de Sigma e hizo que se sentaran juntos.— Sig, lo siento...yo, yo no te amo. Y lo sabes muy bien...ayer vi a Ryunosuke y bueno, nos reconciliamos por así decirlo.

— Tch, ya lo noté. Con solo verte el cuello se nota.

— Lo siento Sig...yo de verdad te quiero pero, a él lo amo.— Atsushi intentó abrazarlo, pero fue en vano.— al menos, ¿podemos ser amigos?

— ¿amigos?, já, que hipócrita. Mejor ni te me acerques, no te quiero ver.

Sigma soltó la mano del albino con brusquedad y salió caminando furioso. Al llegar a un rincón, se escondió allí y marcó un número.

— ¿Lograste follartelo?

— No, el estúpido perro rabioso se me adelantó.

— Aww, que pena Sig...apuesta finalizada, yo gané.

— Maldito hijo de puta...debe haber algo más que pueda hacer.

— Hmm, si la hay...pero yo no me arriesgaría, Akutagawa enojado es muy peligroso.

— Estudié artes marciales, puedo con todo.

— Bien, entonces...métete con él, provoca que quede como una puta asquerosa que anda de hombre en hombre...Nakajima debe caer sí o sí.

— Hecho.

El fin de semana pasó y a pesar de que la pareja disfrutó hasta el mínimo momento a solas, Atsushi no podía evitar sentirse nervioso

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El fin de semana pasó y a pesar de que la pareja disfrutó hasta el mínimo momento a solas, Atsushi no podía evitar sentirse nervioso.

— ¿Por qué no lo dejas solo nomas?, el idiota te trató feo, además...puede hacerte algo.

— Solo se sintió herido, sé que si hablo con él podremos llegar a ser muy buenos amigos.

— Si tu dices...

En eso, el mayor apareció junto a la pareja.

— Hola Sushi, ¿quieres desayunar conmigo hoy?

— Eh, claro, Ryu y yo vamos enseguida.

— Ah, no...hablaba de solo tú y yo.— Atsushi miró a Akutagawa de inmediato, se notaba que lo único que quería hacer era golpearlo, pero accedió.

— Ve con cuidado, te amo.— el pelinegro le susurró en el oído a Nakajima y luego depositó un beso en sus labios.

Tras la partida de ambos, Ryunosuke notó un extraño comportamiento en Sigma, pues le había hecho unas señas a Nikolai, mientras apuntaba a su chico. Claramente no dejaría pasar eso, por lo que decidió seguir al peliblanco.

Un beso de Judas [Shin Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora