Un beso de Judas [Shin Soukoku]

Jinko

(--: Atsushi/ "": Akutagawa)

-Akuu, sabes que te quiero muxo verdad? ♡-

"Plata no tengo."

-Daale, no es esooo T^T-

"Entonces?"

-Tengo ganas de salir, pero Ranpo no puede :<-

-Quieres salir conmigo en la tarde?-

"Me estás invitando a una cita?"

-O_O!-

-Si quieres tomarlo asi...entonces si, es una cita <3-

Las semanas transcurrían y el shin soukoku cada vez estaba mas unido, cada día más gente los confundía como una pareja. Atsushi había comenzado a robarle chalecos a Akutagawa, Akutagawa se preocupaba completamente de Atsushi. Ya llevaban varias pijamadas juntos, e incluso Ryunosuke dejó que el mas bajo le hiciera skincare y hasta un pequeño maquillaje.

— Jamás había visto a mi hermano ser así. ¡Definitivamente debe estar enamorado de ti!— fue una de las cosas que Gin le dijo a Atsushi. Él no había querido hacerse ilusiones, pues a pesar de que ciertas conductas eran muy directas, otras no tanto. Como por ejemplo, seguía siendo frío, directo y seco con él. Pero que el mismo Akutagawa tachara la salida como una cita, había activado su lado iluso.

A la salida, decidieron ir a cambiarse el uniforme a casa de Atsushi, como este ya había robado varias prendas de Ryunosuke, no era necesario que fuera a su casa por ropa.

Akutagawa estuvo listo en un dos por tres, tan solo se cambió la ropa y se arregló el pelo, no obstante, Atsushi seguía arreglándose. Había armado tres oufits distintos, y ninguno lo convencía.

— Este me hace ver muy gordo...este muy pálido, y este...¡no!— el chico se lanzó a la cama, rendido. Estaba al borde de las lágrimas y la frustración. Hubiera llorado de no ser porque Ryunosuke entró a la habitación.

— ¿Todo bien?, llevas como 30 minutos alistándote, se nos va a hacer tarde.

— Te dije que tocaras la puerta cuando entraras.

— Te escuché gritar, me preocupé y vine a revisar.— Atsushi soltó un suspiro y tomó las prendas para guardarlas.— ¿No te lo vas a poner?

— No...no me gusta.

— Pero te ves bien así.

— No es verdad.

Akutagawa se dirigió al closet, abrió el cajón y sacó nuevamente las prendas, las que luego le entregó al albino.

— Me gusta como se te ve este oufit. Resalta tu figura y tu tono de piel.

— ¿Crees tú?

— No lo creo, lo afirmo.

Atsushi no pudo evitar sonreir ampliamente, estaba muy feliz de recibir un halago de la persona que le gustaba, ppor lo que al final si utilizó la ropa que su amigo le ofreció, solo que en vez de vestir un chaleco suyo, utilizó uno de Akutagawa.

Decidieron salir al mall, ya que era lo mejor que se les ocurría. Visitaron las tiendas de ropa, pero nada les gustó, asi que solo fueron a comer.

— Deberíamos comer en el Doggis.— Comentó el peliblanco mientras apuntaba el letrero del local.

— Hmm, yo prefiero el Pedro, Juan y Diego...

— Pero yo quiero Doggis...

— Y yo Pedro, Juan y Diego.

Ambos se miraron desafiantes y dominantes. Y ya que nadie daba su brazo a torcer, decidieron elegir de la forma más madura y justa.

— Ca