— ¿Y de que quieres hablar?— ambos jóvenes se sentaron en la galeria del patio. En las manos de Atsushi se podía notar cierto temblor, pues estaba temeroso a la reacción de Sigma.
— Bueno, la verdad...anoche me sentí muy presionado a aceptar, yo aún amo a Ryunosuke. Lo siento...
— ¿Y el problema?
— ¿Uh?
— Sabía que no iba a ser fácil que lo superaras. Tus sentimientos aún están muy a flor de piel, pero es entendible...yo quiero ayudarte a olvidarlo y así puedas finalmente mirarme a mi.— la sonrisa que el mayor le entregaba irradiaba confianza, comprensión y alegría. Atsushi se quedó en silencio, eso había sido bastante fácil.
— Entonces...¿podemos ir más lento?
— Claro, sin problema Sushi~
Y así fue, las semanas transcurrían y tanto Atsushi como Sigma iban avanzando poco a poco. Las citas habían comenzado a ser algo común para la semana de ambos, al igual que el comer juntos, estudiar juntos. Prácticamente todo.
Sin embargo, aún era difícil para Nakajima el tener que ver de lejos a Ryunosuke, pues nunca habló con él tras lo sucedido en la biblioteca y luego en la terraza. Solo lo ignoró y, sorprendentemente, el pelinegro había echo lo mismo.
— Te dije que Akutagawa no te convenía, ¿viste lo fácil que comenzó a ignorarte?, era obvio que todo era un plan de el.
— Supongo...
— ¿Como que supongo?— Ranpo se le quedó mirando un buen rato, luego soltó un extenso suspiro.— sigues pensando en el, ¿Verdad?
Atsushi no contestó, era obvio que si. A pesar de que Sigma había sido muy amable, amoroso y cuidadoso, en su mente solo habitaba Ryunosuke.— Por dios Atsushi...
— ¿¡Pero que quieres que haga Ranpo?!, ¡aún lo amo!
— ¡Pero no te conviene!, ¡él solo te trata mal!— Edogawa tuvo que respirar antes de continuar, estaba muerto de ira.— Sigma es el indicado para ti, te trata lindo, te conciente. ¡Hace todo por tí!, en cambio el otro idiota ni la hora te da, ¡recapacita Sushi!
Atsushi no quería aceptarlo, pero Ranpo tenía razón, a final de cuentas era Sigma quien le convenía...quien podría ayudarlo a superar a Akutagawa, a encontrar su felicidad.
— No hay más opciones...
— Exacto, hasta que te diste cuenta.
Edogawa siguió comiendo su postre como si nada, mientras que por la cabeza de Atsushi pasaban miles de cosas en tan solo un segundo, y entre más vueltas le daba al asunto, más se convencía. Ryunosuke nisiquiera había intentado acercarse, claramente no estaba interesado. Ya era momento de dar vuelta la página.
Al llegar a casa, buscó todas las pertenencias del pelinegro y las echó a una bolsa, iría a dejarlas durante la tarde, aprovechando que luego saldría con Sigma.
Cuando ya había guardado todo, llamó a Ryunosuke, debía avisarle después de todo.
— ¿Y eso que me llamas?
— Voy a tu casa, te llevo tu ropa.
— ¿Por?
— Por qué voy a empezar algo serio con Sigma, no puedo seguir amarrado a ti.
La llamada se mantuvo en silencio durante un rato, por lo que Atsushi asumió que el mensaje había sido recibido, y colgó. Tras esto tomó las cosas y salió en dirección a la casa de los Akutagawa. Por otro lado, el pelinegro sentía que su corazón se rompía lentamente.
— ¿Aku?— Gin había oído un fuerte golpe en la habitación de su hermano, por lo que fue a ver. Todas las cosas de su escritorio habían sido arrojadas al suelo, y en medio, se encontraba Akutagawa, de rodillas.
— ¿Pero que pasó?, ¿por qué esta todo en el suelo?
— Lo perdi Gin...
— ¿Ah?, ¿De qué carajos hablas?
— Perdí a Atsushi...lo perdí para siempre...
— Ay, hermano...— Akutagawa solo se dejó abrazar mientras las lágrimas brotaban por si solas, sentía como un trozo de él había sido arrancado. Pues claro, Sigma se lo había llevado.
Le había robado la luz de su vida, su Atsushi.
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Un beso de Judas [Shin Soukoku]
RomanceRyunosuke siempre ha estado enamorado de Osamu Dazai, su profesor de Literatura, sin embargo, nunca ha podido declararse a él debido a diversos factores. Es allí cuando conoce a Atsushi Nakajima, su compañero de clases y el hermano de su profesor. P...