A las tres de la madrugada, la casa de los Armstrong estaba envuelta en una quietud profunda. La luna apenas iluminaba la habitación de Ashley Armstrong, quien dormía profundamente. De repente, un leve crujido proveniente de la oscuridad la hizo abrir los ojos con lentitud. Su corazón latía con fuerza, aunque no sabía por qué. Giró la cabeza, y en la penumbra, distinguió una pequeña figura cerca de la cama.:- ¿Pequeña?- susurró Ashley, intentando enfocar sus ojos en la oscuridad. No hubo respuesta. Se frotó los ojos, aún somnolienta, y al abrirlos de nuevo, vio algo que la hizo sentarse de golpe en la cama. Su hija de siete años, Becky, estaba colocando una fila de cuchillos afilados a lo largo de la orilla de la cama, uno por uno, con una calma inquietante.
Ashley encendió la luz de la mesilla de noche, y la brillantez repentina iluminó la escena. Becky levantó la vista y la miró con una expresión extraña, una mezcla de inocencia y algo más profundo, algo que Ashley no pudo identificar del todo.
:- ¿Pequeña, qué estás haciendo?- preguntó Ashley con suavidad mientras recogía los cuchillos con manos temblorosas.
:- Solo estoy jugando, mami- respondió Becky con un rostro adorable, con sus ojos brillando bajo la luz.
Ashley intentó ocultar su inquietud, sonriendo débilmente.
:- Jugar... ¿con cuchillos, cariño? No debes hacer eso. Es peligroso.-
Becky inclinó la cabeza hacia un lado, observando a su madre con curiosidad.
:- Pero mami, solo quería protegerte- dijo, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
Ashley sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero forzó una sonrisa mientras tomaba a Becky en sus brazos.
:- Vamos cariño, es hora de volver a la cama- murmuró, tratando de sonar tranquila.
****
Al día siguiente, la luz del sol llenaba la casa, disipando la atmósfera pesada de la noche anterior. Ashley llevó a Becky a la escuela, tratando de olvidar lo sucedido. Becky era una niña muy inteligente para su corta edad, pero había algo en ella que preocupaba a su madre.
:- Mami, los niños me están molestando- dijo Becky con voz dulce mientras llegaban a la escuela.
:- No te preocupes, cariño, hablaré con tu profesora luego, ¿ok?- respondió Ashley, tratando de calmarla.
Becky asintió lentamente y, sin decir nada más, corrió hacia la gran escuela. Ashley la observó hasta que desapareció entre los demás niños, sintiendo un nudo en el estómago. Respiró profundamente y se reunió con su esposo Patrick, que la esperaba en el coche.
:- ¿Qué pasa, amor?- preguntó Patrick, notando la expresión tensa en el rostro de Ashley.
:- Anoche, cuando no estabas, Becky volvió a hacer algo muy extraño- dijo Ashley, mirando a su esposo con preocupación.
:- ¿Qué cosa hizo ahora?- preguntó Patrick, frunciendo el ceño.
:- Tomó todos los cuchillos de la cocina y los colocó alrededor de la cama, rodeándome en la madrugada- explicó Ashley, con su voz temblando ligeramente.
Patrick la miró incrédulo.
:- ¿Qué? ¿Ella hizo qué?-
:- Sí, cariño, nuestra pequeña está muy extraña. Estoy preocupada- dijo Ashley, tomando las manos de Patrick.
:- No te preocupes, cariño, todo estará bien. La llevaremos a un especialista- dijo Patrick con voz tranquilizadora, aunque en su interior sentía un malestar que no podía ignorar.
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PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)
Ngẫu nhiênBecky Armstrong es la imagen de la dulzura y la inocencia, trabajando en la biblioteca de su padre, pero esconde un oscuro secreto del que del que nadie sospecha. Freen Sarocha, una agente del FBI, ha dedicado su vida a atrapar criminales, y el caso...