PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

20. Sentimiento Desconocido

Maratón 3/3

BECKY

Los golpes resonaban, haciendo eco en mi espacio privado donde solo yo podía entrar. El sudor corría por mi cuerpo. Estaba cubierta con dos vendas negras en los puños, un pequeño short negro y un top del mismo color. Mi cabello estaba desordenado, al igual que mi mente. Cada golpe a la bolsa de boxeo era un grito ahogado de ira, cada impacto un reflejo de mi furia contenida.

*****

:- Vas a tener que matarme, pero no vas a salir de aquí- dijo Freen desafiándome. Su voz era un filo cortante en la oscuridad.

Retrocedí unos pasos, apretando mi cuchillo con fuerza. La pregunta ardía en mi mente.

¿Porqué la estás protegiendo?

¿Qué haces con ella?

Mi mente se agitaba, llena de furia y confusión. Debería asesinarte ahora mismo, junto a tu querida amiga, para que ambas puedan pudrirse juntas en el infierno.

La ira se convertía en una batalla interna. Quería hacerla pedazos, sentir el crujido de sus huesos bajo mi fuerza.

Pero, ¿cómo se atrevía a protegerla de esa manera?

Sorprendentemente, y contra todo lo que esperaba, la empujé y salí corriendo de la habitación. Los pasos de Freen resonaban detrás de mí, sus gritos y los chillidos de las enfermeras creando un caos mientras las empujaba sin piedad.

Corría por el pasillo, saltando las escaleras con rápidamente. No había salida, y el callejón oscuro al final del corredor parecía mi única opción. Sin pensarlo dos veces, salté al otro lado, chocando contra los botes de basura. Mi cuchillo cayó lejos, pero lo recogí rápidamente y seguí corriendo, alejándome del hospital.

:- ¿Por qué huyes, imbécil? ¿Acaso me tienes miedo?- La voz de Freen resonaba por todo el lugar.

Quería darte tu merecido, agente. Pero...

Mi mente se detuvo mientras caminaba por las calles oscuras.

No podía lastimarte. O quizás, no quería hacerlo. Eres toda una suertuda, como tu amiga Freen.

A medida que los minutos pasaban, llegué a mi casa. Mis padres estaban dormidos. Entré por la parte trasera y bajé al sótano, azotando la puerta.

¿Por qué no puedo simplemente asesinarte?

Me preguntaba mientras arrojaba mi cuchillo sobre una fotografía de Freen en la pared, rodeada de imágenes de mis víctimas. Me quité las medias y los guantes negros, lanzándolos con frustración junto con los zapatos.

Comencé a caminar de un lado a otro, la furia y la impotencia llenando cada rincón de mi mente.

Vas a pasar toda la noche con ella, protegiéndola de... de mí. Pateé la mesa con furia.

Voy a hacer pedazos a esa maldita y tu no me lo vas a impedir.

Pasé toda la noche arrojando cosas, mi mente girando en círculos.

¿Por qué me siento así?

Nunca había permitido que nada me detuviera, que ningún sentimiento me impediera hacer lo que quisiera. Me quedé dormida en el suelo, agotada por la mezcla de rabia y confusión.