PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

43. La nueva detective.

Maratón 1/3

FREEN

5 meses después....

El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, bañando la playa en tonos cálidos de naranja y dorado. Las olas rompían suavemente contra la orilla, creando un sonido rítmico y relajante. Estaba sentada en una cama frente al mar, el viento salado acariciando mi rostro. Frente a mí, Becky emergía de las aguas, su cabello mojado pegándosele a la piel, y su sonrisa iluminaba todo a su alrededor.

:- Mi toalla, Fini - dijo con ese tono juguetón que siempre me derretía.

:- Aquí tienes, amor - respondí, lanzándole la toalla mientras la observaba, absorta en su belleza.

Ella sonrió, comenzando a secarse el cuerpo y su cabello. Me quedé embobada, mis ojos recorriendo cada centímetro de su piel brillante por el agua.

Era un espectáculo que no quería dejar de ver.

:- ¿Me pasas mi ropa? - preguntó, mientras se secaba los últimos mechones de cabello.

:- Estás bien así - dije, y antes de que pudiera protestar, la tomé de la mano y la atraje hacia mí, haciéndola caer sobre mis piernas.

:- ¡Freen! - se quejó con una risita - Te Estás aprovechando, ¿eh?-

:- Solo un poco - dije con una sonrisa traviesa - No puedes culparme por querer aprovechar este momento- susurré

Becky se dejó caer sobre mí, riéndose mientras nos acomodábamos juntas, abrazadas. Nos tumbamos en la cama, y yo me acurruqué entre sus piernas, reposando mi cabeza en su pecho. Sus manos comenzaron a acariciar suavemente mi cabello, un gesto tan simple pero tan reconfortante.

:- Podríamos quedarnos aquí para siempre - murmuré, cerrando los ojos y respirando profundamente su aroma, ese olor que me hacía sentir en casa.

:- Todo el tiempo que necesites, amor - respondió Becky en un susurro, abrazándome con más fuerza. Sonreí, sintiendo una paz inmensa mientras me hundía más en su pecho.

De pronto, algo empezó a cambiar. Un sonido lejano, una voz que no encajaba en este paraíso. Intenté ignorarla, pero era persistente.

:- Freen... - llamó alguien desde la distancia.

Sacudí la cabeza, intentando aferrarme a la calidez del sueño, a Becky.

:- Freen... - la voz volvió a repetirse, esta vez más fuerte.

De pronto, el sonido fue un grito.

:- ¡DESPIERTAAA!-

Abrí los ojos de golpe, sobresaltada, mi corazón latiendo rápido. La oficina me recibió de nuevo, y el sueño se desvaneció como la espuma del mar. Mi cabeza estaba recostada en el escritorio, y frente a mí estaba Madelyn, sonriendo, pero con una ceja arqueada.

:- Lo siento, Freen, pero... - comenzó a reírse.

:- No pasa nada - dije, frotándome los ojos, tratando de despejarme de los vestigios de ese sueño que no quería abandonar.