PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

46. Brayan

FREEN

Mi corazón latía tan fuerte que apenas podía escuchar a Tom masticando el sándwich frente a mí. Me levanté de la silla tan rápido que casi la tiro al suelo.

:- ¡Voy a verla ahora mismo! - dije, caminando hacia la puerta.

:– Freen, espera – Tom se levantó apresurado, alcanzándome antes de que llegara al pasillo – No puedes ir ahora, tienes que esperar el próximo día de visita-

:– No, no puedo esperar, Tom. ¡No me pidas que me quede aquí sentada mientras Becky está allá, embarazada y sola! – traté de zafarme de su mano, pero él me sostuvo firme por los hombros.

:– Freen, escúchame – su voz era firme, pero sus ojos reflejaban preocupación – No hay nada que puedas hacer hoy. Si vas ahora sin el permiso adecuado, te van a negar la entrada, y eso no va a ayudar a nadie-

:– ¡No entiendes! – grité, mis palabras saliendo más desesperadas de lo que pretendía – No sé qué está planeando Becky, pero no puedo permitir que mi bebé crezca en ese lugar. Tiene que estar conmigo, no allí. No puedo dejar que siga pasando más tiempo... ¡No puedo! -

:– Y no lo vas a dejar, Freen – Tom me miró a los ojos con seriedad, tratando de calmarme – Pero tienes que ser inteligente. Si te precipitas, solo vas a complicar las cosas. Tienes que esperar el próximo día de visita, y ahí podrás hablar con ella con calma, entender qué está pasando -

:– ¿Con calma? – solté una risa nerviosa, casi irónica – ¿Cómo me pides que esté calmada en esta situación? Mi bebé está ahí dentro y Becky... Becky no me dijo nada. ¡Ni siquiera sé si ese bebé es mío! -

Tom apretó suavemente mis hombros, obligándome a mirarlo.

:– Vas a tener que confiar en que puedes manejar esto, pero hacerlo ahora solo va a empeorar las cosas. No puedes simplemente irrumpir y exigir respuestas. Lo haremos bien, Freen. Tienes que ser paciente -

Sentí las lágrimas acumulándose en mis ojos. La idea de Becky allí, sola y con un bebé... ¿nuestro bebé? Me partía en dos.

:– No puedo perderla, Tom – susurré, con la voz rota – No puedo perderlos a ambos.

:– No lo harás – dijo, con una calma que intentaba contagiarme – Pero vas a tener que esperar... y cuando llegue el momento, enfrentaremos esto juntos -

Asentí lentamente, aunque cada fibra de mi ser quería correr hacia esa cárcel y llevarme a Becky y a ese bebé conmigo.

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Un mes después...

Había pasado todo el día sumida en el trabajo, pero mi mente no dejaba de divagar. Cada vez que me encontraba sola en mi oficina, mi cabeza volvía una y otra vez a la misma imagen: Becky. No podía dejar de pensar en ella, en lo que había dicho Tom, en el bebé que llevaba en su vientre. Pero más que nada, pensaba en el hecho de que no sabía si ese bebé era mío. Y si no lo era, bueno, eso sería el fin de todo para mí.

Mientras revisaba algunos informes, la puerta de mi oficina se abrió y entró Charlotte, mi asistente. Era increíblemente trabajadora, inteligente, y en este último mes, habíamos desarrollado una buena relación laboral. Incluso me hacía reír cuando menos lo esperaba, algo que, honestamente, necesitaba últimamente.

:– ¡Buenos días, jefa! – saludó Charlotte con una sonrisa radiante mientras dejaba una pila de papeles sobre mi escritorio. Sus ojos chispeaban con esa picardía que siempre traía consigo.