PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

23. Fuego en la Pista

Aniversario NO. 1

Maratón 1/3

FREEN

Madelyn me abrazó con fuerza, profundizando el beso. Con suavidad, tomé sus brazos, intentando separarla, pero ella solo se aferró más, presionando su cuerpo contra el mío. Su beso era intenso, buscando algo que yo no podía darle, mientras mis pensamientos se agitaban. Sentí sus labios deslizarse sobre los míos con urgencia, pero no había respuesta en mí, solo una desconexión palpable.

De repente, la puerta se abrió de golpe.

:- Oh, demonios - Tom apareció en la entrada, y Madelyn me soltó rápidamente. Me quedé mirando a Tom, sintiéndome atrapada.

:- Lo siento, no sabía que ustedes... - comenzó a decir, pero lo interrumpí, levantándome de la cama.

:- Tom... - dije, todavía algo aturdida.

:- Freen, tranquila. Solo vine a buscarte porque tenemos un operativo. Los cuatro secuestradores estarán en el aeropuerto en tres horas - dijo con tono serio.

:- Entiendo, solo dame un segundo - respondí, mirando de reojo a Madelyn.

Tom asintió y salió de la habitación sin decir más. Me senté nuevamente en la orilla de la cama, sin saber bien cómo manejar la situación.

:- Freen, yo... lo siento. No debí... - comenzó a decir Madelyn, arrepentida.

:- Tranquila, Madelyn, ya no importa - le sonreí para calmar la tensión - Pero seré sincera contigo-

Ella me miró con atención, esperando lo que iba a decir.

:- Te escucho - dijo con un tono suave.

:- Eres una mujer muy hermosa, y siempre te he tenido mucho cariño... - empecé, buscando las palabras correctas.

:- Pero no estás enamorada de mí - me interrumpió con una mirada de resignación.

:- No... Yo es que... - me quedé en silencio un momento, maldiciendo en mi mente por la incomodidad de la situación.

Mierda.

:- Yo... tengo novia - dije finalmente, notando cómo mis mejillas se encendían de vergüenza.

:- ¿Qué? - dijo sorprendida.

:- Sí, oficialmente desde hoy - le respondí, sintiendo una extraña mezcla de alivio y culpabilidad.

:- No lo sabía, lo siento, Freen - dijo, y vi una sombra de tristeza en sus ojos. Por un instante, me sentí mal por no poder corresponderle.

:- ¿La conozco? - preguntó después de un breve silencio.

:- No lo creo. Se llama Becky - dije, con una pequeña sonrisa.

:- Becky... mmm, no conozco a nadie con ese nombre - admitió.

:- Si quieres, te la puedo presentar algún día - le ofrecí, intentando aliviar la tensión. Ella lo pensó por un momento antes de asentir.