PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

31. Nervios

MARATÓN 1/3

BECKY

Esa mujer se quedó mirándome en shock, como si yo fuera un espectro maligno que había aparecido en medio de un bosque a las 3 de la madrugada. Su expresión era tan obvia que tuve que contener una sonrisa.

¿Qué demonios le pasa a esta imbécil?

La miré fijamente a los ojos, y vi cómo su cuerpo empezaba a temblar.

:- Emma, ¿estás bien? - preguntó Freen, dándose cuenta de la tensión. Emma seguía paralizada, mirándome en estado de pánico.

No pude evitar pensar:

:- ¿Por qué me mira así?- Decidí quebrar el hielo, o más bien, aumentar su incomodidad.

:- Mucho gusto, me llamo Becky  - dije, extendiendo mi mano con una sonrisa que sabía que no podía rechazar. Emma salió de su trance, intentando recomponerse antes de tomar mi mano.

:- L-Lo siento, un gusto... Be...Becky - balbuceó.

La analizaba, observando cada pequeño detalle, desde su rostro pálido hasta sus manos temblorosas.

Era claro que algo no iba bien.

:- ¡Hola, preciosa! - dijo Tom, el amigo de Freen, sonriéndome descaradamente. Yo solo le devolví una sonrisa ligera.

:- ¿Qué te pasa, tonto? - intervino Freen, frunciendo el ceño.

:- Nada, lo siento. Freen, no me vas a pegar por decir que es hermosa, ¿o sí? - bromeó riéndose.

:- ¡Cállate, Tom! - respondió Freen.

Mientras tanto, observé a la otra inútil, Madelyn, quien estaba claramente molesta con mi presencia.

No te preocupes, el sentimiento es mutuo.

:- Amor, quiero algo de tomar - le susurré a Freen, aprovechando para darle un suave beso en los labios. Noté cómo Madelyn desviaba la mirada con disgusto.

:- Vamos, Tom, por algunas bebidas - dijo Freen, sonriendo. Ella, Tom, y Jimin fueron a por las bebidas, dejándome sola con Emma y Madelyn. Ambas me miraban de forma extraña.

una con odio, la otra con miedo.

Decidí aprovechar el momento.

:- Fue terrible lo que le pasó al doctor Morgan, ¿no creen ? - solté, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo.

Emma se quedó pálida, tan blanca como un papel. Sí, fue divertido, pensé recordando la noche en que me deshice de ese viejo fastidioso.

Entonces lo noté.

Un auto gris, estacionado afuera, que no había visto antes.

Ese auto no estaba cuando llegué, reflexioné.

¿W... ? Una letra pequeña en la matrícula del coche me dio la clave.

:- Emma - dije, mirándola directamente a los ojos.

:- ¿Sí? —respondió ella, claramente nerviosa.

:- Relájate, estas tensa, jaja. Podemos ser amigas - le dije sonriendo, mientras Madelyn rodaba los ojos.

Perra suertuda

Podría degollarte aquí mismo

Pero no quiero arruinar el cumpleaños de mi novia