PASIÓN MORTAL || FREENBECKY (G!P)

Epilogo

🦦 BECKY  🦦

5 años después

Pasaron cinco años desde aquel día, y mi vida ha dado un giro completo. Me siento amada, feliz, y cada día agradezco el haber encontrado a Freen. Hace dos años, estuve en recuperación después de tanta insistencia de Freen. Ella me cuidó y me trató con amor y cariño durante todo mi proceso. No estoy del todo recuperada de mi pasado, pero puedo controlarme mejor, y todo lo hago por mi amor por Freen, trato de ser una mejor persona.

Teníamos una hermosa niña de tres años llamada Sarah, y nuestro pequeño Brayan acababa de cumplir ocho años.

Caminé hacia la sala y encontré a Freen en el suelo, jugando con Sarah. Freen hacía caras chistosas y la cargaba, haciéndole cosquillas mientras Sarah no paraba de reír.

::– Mami es chistosa – gritó Sarah entre risas, abrazando a Freen.

::– No puedo competir contigo, amor - dije mientras me acercaba, sonriendo al verlas tan felices.

::– Eso es porque soy la favorita - respondió Freen, sonriéndome de forma burlona.

::– Ya veremos quién es la favorita cuando sea mayor – dije mientras me inclinaba y le daba un beso en la frente a Sarah.

Luego de un rato, me dirigí a la cocina para preparar el almuerzo. Poco después, Yulia llegó con Brayan de la escuela. Todos nos sentamos a la mesa para comer, pero algo en Brayan no parecía estar bien.

Estaba callado, serio, y apenas comía.

::– ¿Amor, ¿te pasa algo?– preguntó Freen con cariño, mientras lo miraba con preocupación.

Brayan se quedó en silencio un momento, hasta que finalmente habló.

::– Un niño me estaba molestando en la escuela... lo empujé del tobogán y se rompió una pierna – dijo Brayan sin apartar la mirada de su plato.

Los ojos de Freen se abrieron con sorpresa, y luego me miró.

::– No te preocupes, cariño. Mañana iremos a ver cómo está tu compañero – dije mientras me acercaba y le daba un abrazo.

Freen se quedó en silencio por un momento, visiblemente preocupada. Terminamos de comer en un ambiente algo tenso, así que intenté aliviar la situación.

::– Vamos a ver una película, ¿les parece? – sugerí con una sonrisa.

::– Sí - respondió Brayan emocionado, saltando sobre mí y dándome un beso en la mejilla.

Le sonreí mientras Freen cargaba a Sarah, y los cuatro caminamos hacia la sala para ver la televisión.

::– Quiero ver una película de terror - dijo Brayan saltando en el sofá.

::– No, cariño. Vamos a poner una comedia – dijo Freen mientras lo miraba con ternura.

::– Eso es aburrido, mami – respondió Brayan cruzándose de brazos.

::– Yo quiro comeda – dijo Sarah en su tono suave y tierno.

Puse la película, y los cuatro nos acomodamos en el gran sofá con palomitas. La película era divertida, Freen y yo reíamos junto con Sarah, pero Brayan estaba visiblemente aburrido. Horas más tarde, Brayan se quedó dormido en mis brazos.

::– Amor, lo llevaré a su habitación – le dije a Freen, y ella asintió mientras abrazaba a Sarah.

Llevé a Brayan con cuidado a su habitación y lo coloqué en su cama. Mientras me alejaba, lo vi fruncir el ceño dormido.

::– Si vuelves a molestarme, no solo te romperás la pierna... morirás – murmuró Brayan en sueños.

Mis ojos se abrieron de par en par. Tragué saliva. Sabía que Brayan era muy similar a mí, la única diferencia era que era un niño.

Espero que no sea lo que estoy pensando.

Bajé a la sala y vi a Freen, pero Sarah no estaba.

::– Y Sarah – pregunté.

::– Quiso ir a dormir - respondió Freen, notándose algo preocupada.

::– Amor, ¿qué te preocupa? - susurré mientras me sentaba sobre su pierna, dándole un suave beso en la mejilla.

::– Es Brayan... amor, está muy extraño. Desde que cumplió ocho años, se ha puesto... no sé cómo explicarlo, pero algo está cambiando en él, y no es nada bueno – dijo Freen con una expresión de preocupación.

::– Amor, no te preocupes. Todo va a estar bien. Brayan será un niño tan bueno como tú. Es el niño más bueno del mundo - le sonreí, y ella me devolvió la sonrisa.

::– Te amo, Bec - susurró Freen mientras dejaba suaves besos por mi cuello.

::– Yo también te amo - susurré antes de besarla.

Más tarde, decidimos irnos a dormir. Estábamos agotadas después de tantas cosas que habíamos hecho durante el día.

No sé cuánto tiempo dormí, pero la voz de Freen me despertó.

::– Brayan, qué haces! ¡Deja eso! – dijo Freen.

Eran las 4 de la madrugada.

Encendí la luz de la lámpara y miré a Freen. Tenía los ojos abiertos, tragando saliva.

::– ¿Qué pasa, amor? – pregunté, y entonces vi algo que me heló la sangre.

Nuestra cama estaba rodeada de cuchillos filosos, todos los de la cocina. Miré hacia la puerta, y ahí estaba Brayan, mirándonos con una sonrisa.

::– Quiero protegerlas, mamá. No dejaré que nadie les haga daño, nunca - dijo Brayan, sosteniendo un pequeño cuchillo en su mano. Lo dejó frente a la puerta y salió corriendo hacia su habitación.

::– Bec...- dijo Freen con pánico en su voz.

::– Mierda -

FIN