Love me again [Kim Taehyung]

Capítulo 13 (Lila POV)

Lila POV

Sentía que mi corazón se apretaba de dolor al escuchar todo lo que Tae me decía. Él no estaba entendiendo nada de lo que intentaba explicarle, no estaba logrando llegar a él y me sentía impotente. Tae solo estaba obstinado en defender sus puntos de vista y de justificar sus acciones.

— Yo jamás he cuestionado las veces que sales por días del país para cumplir con tu agenda de trabajo, siempre te he apoyado, pero tú no haces lo mismo conmigo y ahora me dices que sientes que debes competir con mi trabajo... Dios, es que no entiendes nada en verdad, tú no debes competir con mi trabajo porque simplemente no están en el mismo plano, son aspectos diferentes de mi vida — le dije intentando calmar mi voz, para no asustar a Luca que jugaba en la sala con sus juguetes, totalmente abstraído de nosotros.

— Lila, todas las últimas semanas me has relegado al final de tu lista; porque te la pasas en reuniones, almuerzos con Leo, entrevistas, salidas con las chicas y no sé qué mierda más e incluso ahora andas de arriba para abajo con ese idiota que ya sabes que detesto, pero como no tienes consideración conmigo, te importa nada que me joda la cabeza ver a ese tipo cerca de ti — Tae estaba enojado... otra vez y parecía que su enojo era contagioso, porque también me hacía sentir así. Es que era irritante que no lográramos comunicarnos.

También me sentía agotada, parecía que nunca íbamos a llegar a acuerdo, pero lo peor de todo era sentir que él no era capaz de ver como me sentía, porque ese era un camino sin vuelta.
Yo amaba perdidamente a Tae, lo amaba tanto que en ese momento dolía amarlo, pero no podía estar con él de esa forma, porque si no podíamos comunicarnos entonces la relación se convertiría en una tortura para ambos, solo nos íbamos a dañar y de paso a Luca.

— Deja de insistir con lo de Damiano, por favor, deja de ocuparlo como excusa para tu propia basura, simplemente no soportas que no te obedezca, quieres que me aparte de su amistad, pero no lo haré, no vas a controlarme, no sé cómo explicártelo, me siento exhausta — sus ojos estaban encendidos y su rostro me miraba con una expresión de confusión.

— Esto no está funcionando, Lila, y no pongas esa cara — dijo apuntándome — porque yo también estoy agotado de esta mierda, exiges, no te conformas con nada de lo que doy, cada maldito día que pasa te apartas más de mí y apartas a mi hijo también, porque ya llevas una semana fuera de casa y solo he podido compartir con Luca un par de veces, no es justo — su voz se quebró al decir esas últimas palabras y yo sentí como un nudo se formaba en mi garganta, porque sabía que si lo decía era porque lo sentía real.

— Jamás he querido apartar a Luca de ti, no seas injusto y deja de querer culparme de todo — dije sentándome en el suelo de la cocina, arrastrando mi espalda por la gaveta, sintiendo que todo mi cuerpo pesaba más de lo que podía soportar.

Tae se acercó y se arrodilló de frente a mí. Nos quedamos unos minutos en silencio sumergidos cada uno en sus propias emociones conflictuadas.

— Lila, mírame — susurró y yo obedecí — ¿Me amas?