Black swan Kookv

IV

El estudio estaba iluminado con una suave luz natural que entraba por las ventanas, creando un ambiente cálido y relajado. Sin embargo, la energía dentro del lugar era vibrante. Había estilistas, maquilladores y fotógrafos moviéndose con precisión, cada uno cumpliendo su papel para asegurar que la sesión fotográfica con Taehyung para Dior fuera perfecta.

Taehyung, ya acostumbrado a este tipo de eventos, estaba tranquilo. Desde niño había estado frente a cámaras, aprendiendo a manejar su imagen con la elegancia y la naturalidad que lo caracterizaban. Mientras se preparaba para su primer cambio de vestuario, miró su reflejo en el espejo y sonrió. Se veía impecable, como siempre.

El primer atuendo consistía en un chaleco azul marino ajustado, hecho de una tela suave que se ceñía a su figura de manera perfecta. Los botones dorados del chaleco brillaban bajo las luces del estudio, añadiendo un toque de lujo al conjunto. Los pantalones eran blancos, de corte recto, que caían con precisión sobre sus piernas, resaltando su altura y proporciones. Completaba el look con unos zapatos de punta afilada, también en blanco, que alargaban aún más su figura esbelta.

Cuando salió del vestidor, todos en el estudio se detuvieron por un momento para observarlo. Taehyung tenía una presencia magnética; algo en la forma en que llevaba la ropa hacía que cada prenda pareciera hecha exclusivamente para él.

Los fotógrafos comenzaron a dirigirlo, pero no necesitaban decir mucho. Taehyung ya sabía cómo moverse. Adoptó una pose inicial, con una pierna ligeramente hacia adelante y una mano descansando en el bolsillo de sus pantalones. Su expresión era serena, con una mirada intensa que atravesaba la lente de la cámara. Luego, giró su cuerpo ligeramente, mostrando la definición de su torso bajo el chaleco, mientras su rostro mantenía una expresión de calma confiada. Cambió de posición con fluidez, levantando una mano hacia su cuello, mientras giraba su cabeza, mostrando un perfil que resaltaba la simetría de sus facciones.

Sus padres, que estaban al fondo del estudio, lo observaban en silencio. Aunque sus rostros eran serios, había un brillo de orgullo en sus ojos. Sabían que Taehyung había nacido para esto.

Después de varias tomas, Taehyung regresó al vestidor para cambiarse al segundo atuendo. Esta vez, el look era más informal pero igual de impactante. Un buzo negro con detalles brillantes que reflejaban la luz con cada movimiento. El material del buzo era suave y caía con un estilo desenfadado sobre su torso, contrastando con los jeans ajustados que llevaba. Los jeans, de un color negro intenso, se ceñían perfectamente a sus piernas, mostrando su silueta sin ser demasiado reveladores. Completaba el atuendo con unos botines de punta, también en negro, que le daban un toque de rebeldía elegante.

El detalle final era un collar de diamantes que colgaba delicadamente alrededor de su cuello, añadiendo un toque de lujo al look más relajado. Cuando volvió al set, las cámaras ya estaban listas para capturar su nueva imagen.

Taehyung se movió con la misma gracia de siempre, adoptando poses que mostraban la dualidad del atuendo. En una pose, tenía una mano descansando en su cadera, mientras la otra colgaba con naturalidad a su lado, sus ojos mirando directamente a la cámara con una expresión desafiante. En otra, se inclinó ligeramente hacia adelante, cruzando los brazos sobre su pecho, dejando que el collar brillara bajo las luces del estudio. Cada pose era una obra de arte en sí misma, cada movimiento, cuidadosamente calculado para mostrar la ropa de la mejor manera posible.

Mientras las cámaras seguían disparando, sus padres lo miraban la dureza que los caracterizaba, taehyung sabia que ellos son asistian para presumir de su belleza y luego poder alardear con sus amigos de la alta sociedad.