XVI

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Jungkook tomó la mano de Taehyung con firmeza pero con una delicadeza que le hizo sentir mariposas en el estómago

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Jungkook tomó la mano de Taehyung con firmeza pero con una delicadeza que le hizo sentir mariposas en el estómago. -Vamos, quiero mostrarte algo- dijo con una sonrisa que desbordaba confianza. Sin soltarlo, lo guió por las calles iluminadas de seul hasta llegar a una casa a su casa.

Al entrar, Taehyung sintió una mezcla de curiosidad y nerviosismo, especialmente cuando se dio cuenta de que la casa era casi tan grande como la suya. -¿Tus padres no están?- preguntó con cautela, esperando que la respuesta fuera afirmativa.

Jungkook sonrió y negó con la cabeza. -No, están de viaje. Solo estamos tú y yo-.

Taehyung respiró aliviado, dejando que el ambiente se volviera más cómodo. Mientras caminaban por la casa, no pudo evitar preguntarse en qué trabajaban los padres de Jungkook para tener una casa así. -¿A qué se dedican tus padres?- preguntó con curiosidad.

-Ellos tienen una empresa de autos- respondió Jungkook.

Taehyung parpadeó sorprendido, pero decidió no decir más al respecto. Antes de que pudiera hacer otra pregunta, Jungkook lo jaló suavemente del brazo, guiándolo a través de la casa hasta llegar a una escalera que conducía al techo.

-¿A dónde vamos?- preguntó Taehyung, tratando de mantener su nerviosismo bajo control.

-Ya verás-  respondió Jungkook, con una chispa de emoción en su voz.

Cuando finalmente llegaron al techo, la vista los dejó sin aliento. Desde allí, podían ver la ciudad iluminada bajo ellos y un cielo despejado lleno de estrellas. El aire nocturno era fresco, y el ambiente, tranquilo, era perfecto para lo que estaba a punto de suceder.

Jungkook se volvió hacia Taehyung, una vez se sentaron mirándolo con una expresión de ternura que hizo que el corazón de Taehyung latiera más rápido. -¿Qué ves en el cielo, Tae?-

Taehyung miró hacia arriba, confundido por la pregunta. -Muchas estrellas-, respondió, sintiéndose un poco cohibido.

-¿Y qué hacen esas estrellas?- Jungkook lo miraba con una intensidad que casi lo hacía sentir pequeño, pero también increíblemente especial.

-Brillan-, respondió Taehyung, sin estar seguro de hacia dónde iba esta conversación.

Jungkook sonrió, una sonrisa que Taehyung podría jurar que era la más hermosa que había visto. -¿Cuál crees que es la estrella más bonita?-

Taehyung frunció el ceño, todavía algo confundido. -Son todas iguales-,  dijo finalmente, sintiéndose un poco inseguro.

Jungkook negó con la cabeza suavemente. -Te equivocas. Hay una que brilla más que todas las demás.-

Taehyung lo miró, la curiosidad brillando en sus ojos. -¿Cuál es?-

Jungkook se acercó un paco más, sus ojos negros  brillando con intensidad . -Eres tú, Taehyung. Eres la estrella que más brilla, la estrella que jamás me cansaré de contemplar-.

Las palabras de Jungkook resonaron en el corazón de Taehyung, llenándolo de una calidez que nunca antes había experimentado. No pudo evitar sonreír, sus ojos humedeciéndose ligeramente por la emoción. Sin pensarlo demasiado, se inclinó hacia adelante y besó a Jungkook, suave y delicadamente.

Jungkook correspondió al beso con la misma suavidad, sus manos rodeando la cintura de Taehyung mientras el mundo a su alrededor parecía desvanecerse. En ese momento, nada más importaba; solo estaban ellos dos, bajo el cielo estrellado, compartiendo un momento que ambos sabían que recordarían para siempre.

El momento era perfecto mientras se besaban sus aromás se mezclaban a la perfección coml si fueran el uno para el otro. A jungkook le gustaba el auave aroma de vainilla y canela de tae, lo hacia volver al pasado cuando comia su postre favorito en casa de su abuela y a taehyung le gustaba ese relajante aroma de chocolate amargo y menta.

Cuando finalmente se separaron, Taehyung sonrió, sus mejillas ligeramente sonrojadas. -Gracias-, susurró, sin poder evitar sentirse increíblemente agradecido por todo lo que Jungkook le hacía sentir.

-Yo debería ser el que dé las gracias- respondió Jungkook, su voz suave pero cargada de sinceridad. -Por dejarme ver la estrella más brillante de todas-.

Taehyung rió suavemente, sintiéndose más feliz de lo que había estado en mucho tiempo. -Supongo que entonces tenemos mucho que agradecer el uno al otro-.

Jungkook asintió, y sin decir nada más, lo envolvió en un abrazo, sosteniéndolo cerca mientras ambos miraban el cielo, sabiendo que ese era solo el comienzo de algo mucho más grande y profundo.

Ambos lobos estaban felices aullando al cielo estrellado y aunque ninguna de las partes humanas quisiera decirlo, tanto el omega como el alfa se habian aceptado el uno a otro esa noche.

Black swan KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora