Después de un largo día en la universidad, Jungkook y Taehyung caminaban juntos por las calles cercanas al campus. El aire era fresco, y el cielo empezaba a teñirse de colores cálidos mientras el sol se ponía en el horizonte. Jungkook, con las manos en los bolsillos y las mejillas ligeramente sonrojadas, miró a Taehyung de reojo, tratando de reunir el valor para hablar.
-Eh, Taehyung... ¿Te gustaría ir a comer un helado conmigo?-, preguntó finalmente, su voz cargada de una timidez poco habitual en él. Sabía que Taehyung estaba acostumbrado a cenas elegantes, viajes lujosos y todo lo que el dinero podía comprar. Invitarlo a algo tan sencillo como un helado lo hacía sentir un poco cohibido.
Taehyung se detuvo, girando para mirar a Jungkook con una sonrisa cálida. -Claro, me encantaría-, respondió sin dudarlo. Aun así, Jungkook notó un destello de tristeza en los ojos de Taehyung, como si hubiera algo más que quería decir pero estaba conteniéndose.
Caminaron juntos hacia una pequeña heladería local, una tienda modesta que Jungkook frecuentaba. Los colores pastel de la tienda y el aroma dulce de los helados recién hechos le daban una atmósfera acogedora, casi hogareña. Jungkook pidió su sabor favorito y, tras un momento de vacilación, miró a Taehyung. -Sé que estás acostumbrado a cosas más caras y elegantes... Espero que esto esté bien para ti-, dijo, su voz cargada de inseguridad.
Taehyung lo miró con seriedad mientras tomaba su helado. -Jungkook, no me conoces tan bien como crees-, comenzó, su voz suave pero firme. -Sé que la gente me ve como el modelo de marcas lujosas, siempre en ropa cara, siempre con una imagen perfecta. Pero eso no es realmente quien soy. La verdad es que, a veces, odio cómo me ven. Es como si todos solo vieran al omega bonito que siempre está en la portada de las revistas, pero nadie se preocupa por lo que hay debajo de todo eso-.
Jungkook lo observó en silencio, sorprendido por la franqueza de Taehyung. -Taehyung...-, comenzó, pero el omega levantó una mano para detenerlo.
-Deja que termine, por favor-, dijo Taehyung suavemente. -La gente asume que soy superficial, que solo me importan las apariencias. Pero lo que realmente me duele es que casi nadie se toma el tiempo para conocerme de verdad. Solo ven la imagen que proyecto, la que se supone que debo mantener para cumplir con las expectativas de los demás. A veces me siento muy solo, como si estuviera atrapado en una caja de cristal donde todos pueden verme, pero nadie realmente me conoce-
El silencio que siguió fue pesado, lleno de emociones no expresadas. Jungkook, que siempre había admirado la confianza y el glamour de Taehyung, se dio cuenta de que había mucho más debajo de esa fachada perfecta.
-¿Recuerdas la flor que me diste?-, preguntó Taehyung de repente, sus ojos buscando los de Jungkook.
Jungkook asintió, sintiendo un nudo en la garganta. Rl sabia que Taehyung la había tirado.
-Cuando todos se fueron, recogí esa flor-, continuó Taehyung, con una pequeña sonrisa en sus labios. -No podía dejarla ahí. La llevé a casa y la puse en agua. Era algo tan simple, pero significó mucho para mí. Fue un gesto real, algo genuino en medio de todo el caos que es mi vida. Y lo aprecié más de lo que te imaginas-.
Jungkook sintió una oleada de emociones al escuchar eso. -Nunca pensé que... nunca pensé que significaría tanto para ti-, admitió, su voz temblando un poco.
Taehyung se acercó, dejando su helado a un lado y tomando la mano de Jungkook entre las suyas. -Jungkook, lo que valoro no son las cosas caras o los lujos. Valoro lo que es real, lo que viene del corazón. Y tú siempre has sido genuino conmigo. Eso es lo que realmente me importa-.
Jungkook lo miró a los ojos, sintiendo una conexión entre ellos. -Taehyung, quiero que sepas que te veo, no solo al modelo, sino a la persona que eres realmente. Y quiero conocerte más, todo lo que seas-.
Taehyung sonrió, sus ojos brillando con una calidez que Jungkook no había visto antes. -Gracias, Jungkook. Eso es todo lo que siempre he querido-.
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Black swan Kookv
FanficKim Taehyung es hermoso, extrovertido y popular. Su aura es etérea, digna de contemplar; cualquiera que lo mire estará condenado a caer a sus pies. Por otro lado, Jeon Jungkook es reservado, timido y con una presencia sutil que no llama la atención...