𓂀 𝕀𝕟𝕤𝕚𝕕𝕖 𝕄𝕖 [𝕂𝕠𝕠𝕜𝕄𝕚𝕟] 𓂀

04

SeokJin decía tantas cosas en el camino a la habitación con JiMin, que si era sincero no escuchaba ni una sola. Su corazón aún latía con fuerza, su piel seguía sudando frío además de que sus piernas temblaban en cada paso que daba. La escalofriante voz de JiMin  seguía martillando duramente en su cabeza, peor aun, cómo podía ser posible que le dijera eso si sólo se suponía él le miraba desde la cámara.

—¿Joven? ¿me escucha? — Jin le sacó finalmente de sus pensamientos, provocando que por fin levantara la mirada y conectara con sus ojos. Era impresionante la tranquilidad que cargaba el hombre.

—L-lo lamento, Doctor... —parpadeó varias veces, mirando alrededor en los pasillos —, la verdad me inquieta un poco la situación. Temo a que el paciente no logre decirme nada.

—Bueno, he notado que definitivamente no me escuchaste —el Doctor rio, virando los ojos —. Eres el cuarto periodista que viene a hacer la entrevista, por ello te dije que buena suerte.

—¿Qué? — paró los pasos, mirándole incrédulo —¿Soy el cuarto?

—Síp — igualmente paró los pasos, mirándole sobre sus hombros —¿Qué? ¿siente inseguridad?

—No, para nada —dijo seguro, volviendo a caminar —. Sólo que me sorprende.

—Mmm, a mí ya no — comenzó a reír —, JiMin me ha demostrado tantas cosas que si te soy sincero, ya nada me sorprende.

—Se nota que él y usted tienen buena conexión.

—Sí —admitió —, no sé porqué. Hay mucha comprensión entre él y yo, y de alguna forma me siento bien con Park. Es un paciente lindo.

—Tan lindo que le revienta las bolas a los Doctores.

—Bueno —se encogió de hombros —, sinceramente se lo merecía, pues trató de abusarle.

—Eso sí — asintió, sintiendo al instante un pequeño choque en su pecho, mirando a su lado izquierdo, nuevamente parándose.

—Oh —SeokJin sonrió, regresando tres pasos hasta quedar a su lado —, la habitación de JiMin —presentó lo que miraba el castaño, en todo momento manteniendo la sonrisa.

JungKook lo sentía. Podía sentir a pluma blanca gritándole, exigiéndole, implorándole que saliera lo más rápido de aquel lugar. Que nada estaba bien, que su vida estaba corriendo peligro, que aún era tiempo de huir.

Mentira.
 

Parpadeó varias veces, escuchando la otra jodida voz que le confundía bastantes veces desde aquel día, por lo que sólo negó con la cabeza para volver a su realidad, dirigiéndose al Doctor.

—¿Puedo ver la habitación?

—Mmm, no... lo lamento.

—¿Por qué?

—No me lo autorizan.

—Es que, me gustaría saber si ha escrito cosas en la pared o datos que pueda utilizar en mis entrevista, será rápido — insistió, mirándole a los ojos.

—Es que... —Jin miró al principio y final del pasillo. Su labio lo mordía por el miedo a que le descubrieran —, joder, que sea rápido.

—Sí, gracias.

Ambos se acercaron a la puerta, Jin dio rápidamente una revisada a que nadie les mirara para por fin sacar su llave y abrir la puerta dura de metal. El material estaba viejo y sucio, provocando que rechinara cuando fue abierta.