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El reciente beso aun seguía cosquilleando en sus labios de forma inquietante. Era una sensación magnífica, y no podía negarlo. Realmente le había encantado aquel sutil contacto para después volverse insistente y profundo. Los labios de JiMin era cómodos, tanto que incluso había quedado con ganas de más, con ganas de saber porqué su corazón estaba latiendo como un loco inquietado. Había algo ahí, algo que lastimosamente no podía fugar tan fácilmente.

Llegaron finalmente a la puerta doble de cristal, donde pudo notar a uno de los enfermeros sonreírle, incluso abriéndole la puerta para que saliese. JungKook por la investigación tenía permitido a convivir con el paciente de tales formas. Ganar su confianza era lo primordial en estos momentos.

Ambos salieron finalmente del hospital para ir al patio trasero del enorme edificio desgastado. El lugar era hasta eso, bonito. JungKook suponía que al hospital habían llegado niños porque habían juegos; un columpio y una vieja resbaladilla que probablemente ya nadie había usado en años, ya  que los tubos estaban oxidados. A unos metros habían dos bancas echas con concreto, ninguna pintada y en su peculiar tono grisáceo.

—Nunca me permitieron venir aquí —escuchó a JiMin, quien siguiendo a su lado sonreía dulcemente, admirando todo alrededor —. Bueno, en realidad, nunca me dejan ir a ningún lugar solo, pero esto me agrada —rió avergonzado, dirigiéndose a una de las bancas para él mismo sentarse. Sus pies colgaban por no llegar al suelo, JungKook enterneció desde su lugar, de igual forma acercándose para sentarse a su lado.

—¿Cómo te sientes viviendo aquí? —decidido, dio la primera pregunta, atrayendo la mirada del rubio.

—Mmmm, bien —asintió con la cabeza sin sonreír y solo mirando el pasto, el cual por cierto, se encontraba en su fuerte color verde —. Resignado.

En estos momentos JungKook se odiaba por no haber comprado un  micrófono para grabar.

—Ya veo —comprendió, guiando sus codos a sus piernas para dejarlos recargados en sus muslos, en todo momento mirándole —JiMinnie… ¿qué es lo que realmente ocurrió? ¿cómo es que diste a parar al hospital?

—Jeongguk… —achicó los ojos pensativo, después cerrándolos mientras elevaba la mirada al castaño —¿Sólo quieres saber de mí por tu trabajo? ¿es todo? ¿realmente es todo? —JungKook se congeló, negando con la cabeza mientras trataba de hablar, pero JiMin siguió —Creí que habías venido porque realmente querías estar conmigo, veo que no.

Por un momento pasó por la cabeza de JungKook que JiMin estaba sufriendo un cambio de personalidad, pero no, no era así. Estaba ese toque de dulzura y sencillez en él, seguía siendo el emocionado y tierno JiMin, sólo que en estos momentos se notaba… decepcionado.

—Me gusta estar contigo —fue lo que dijo JungKook, sonriéndole —, por eso también he venido, porque me es agradable pasar tiempo contigo, aunque… bueno, básicamente no te conozco. Es la segunda vez que te veo, pero es lindo estar contigo.

—Veo que no recuerdas… —JiMin paró, negando con la cabeza desesperadamente para después plantar una linda sonrisa, pegándose más al castaño, quien ante aquella pausa había quedado en duda, mirándole —. Hazme las preguntas, te diré todo lo que sé sólo porque se trata de ti.

—Ibas a decir…

—Cinco… cuatro… —contó infantilmente, mirando al cielo —, si llego al uno ya no digo nada, tres…

—¡Vale! —JungKook le detuvo con ambas manos el alto en seña de rendido, causando la risa de JiMin —, la primera sería… ¿por qué justamente ahora me quieres decir esto y aquel día frente a las cámaras no?

𓂀 𝕀𝕟𝕤𝕚𝕕𝕖 𝕄𝕖 [𝕂𝕠𝕠𝕜𝕄𝕚𝕟] 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora