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TaeHyung miraba detenidamente el techo de la habitación mientras entre sus piernas abrazaba tiernamente una de sus almohadas. Suspirando recordó lo sucedido de la tarde, recordó a un JungKook hambriento quien supuestamente había salido a la tienda. No podía creer lo sucedido, porque ahora pensando con detalle JungKook no podría tener nada que ver en esto, fue muy idiota el haberle culpado cuando él ni siquiera se encontraba en casa. 

Desde siempre, JungKook y él jamás habían podido estar en una relación de hermanos sana. Siempre había peleas y discusiones donde siempre terminaban mal, a un punto donde casi golpearse. Honestamente Tae estaba harto de aquello, porque verdaderamente no le gustaba vivir así con su único familiar, con la única persona que básicamente le cuidaba.

—Agh… —gruñó en molestia, haciendo una mueca mientras negaba con la cabeza, aventando la almohada al suelo para de un brinco levantarse de la cama, saliendo de la habitación.

Caminó en el corto pasillo para llegar al cuarto de JungKook, tragando duramente saliva mientras giraba la perilla de la puerta, abriendo con lentitud que incluso se escuchó el rechinido de esta. Pudo notar a un JungKook despierto leyendo un libro con la lámpara del buró encendida, quien al notarle le sonrió, retirándose los lentes.

—Hola, ¿necesitas algo?

TaeHyung asintió cabizbajo, adentrándose a la habitación para cerrar la puerta tras de sí, soltando un agotador suspiro, encaminándose hacia la orilla de la cama para sentarse.

—No sabía que estabas despierto… —murmuró Tae, viendo en el reloj colgado en la pared que eran justamente las tres de la mañana con treinta y tres minutos —, ya es tarde.

—No puedo dormir —sinceró, soltando un suspiro —, cada que cierro los ojos veo la cara de ese chico.

—¿Cuál chico? —preguntó Tae con duda, frunciendo el ceño mientras le miraba.

JungKook sonrió, haciéndose a un lado en la misma cama para hacerle un lugar al menor, palmeando a su lado, a lo que TaeHyung formando una sonrisa se acostó con él, cubriéndose con las cobijas.

—Estos últimos días he sentido que pluma blanca se ha presenciado, pero con todo esto… ya no sé si sea exactamente él —comentó, mirando el libro entre sus manos —, porque he estado escuchando voces, y no precisamente de pluma blanca. A él lo conozco desde niño, reconozco el tono de su voz, reconozco las señales que siempre me daba, pero esta vez es diferente, ¿entiendes? —TaeHyung asintió —. Es como… si alguien me estuviese llamando en ayuda, como si alguien buscase la forma de liberarle, ¡agh! No lo sé, pero siento ese breve cosquilleo, esa sensación. Cuando era niño estas cosas no me asustaban, pero ahora me aterran, me da miedo.

—Hermano… —Tae habló en cuanto escuchó la voz del mayor temblar, enviando una de sus manos a la de JungKook, apretándola con la suya —¿Qué sucedió en el hospital?

JungKook tuvo que tomar una honda de aire para continuar.

—El paciente se llama JiMin, Park JiMin. Se le encontró en medio de una total masacre en una familia, en la cual, era parte de la misma. Dicen que estuvo a punto de ir a la cárcel por lo mismo, pero en cuanto le entrevistaron pudieron notar que… pues no era normal, que padecía de cuatro enfermedades psicológicas, entre ellas, trastorno de personalidad múltiple, esquizofrenia, mutismo selectivo y síndrome de Estocolmo. Pero, ¿sabes? Esta combinación de enfermedades es bastante rara, no es común, siento que… —se encogió de hombros —no sé cómo explicarlo, Tae. Cuando di inicio a la entrevista no me mostró ninguna de las enfermedades. Me puse a leer e investigar sobre esos síntomas y nada de lo que le conocí aparentó, es como si simplemente hablase con una persona confundida en un lugar incorrecto, un lugar donde no debe estar, un lugar donde… quiere escapar.

𓂀 𝕀𝕟𝕤𝕚𝕕𝕖 𝕄𝕖 [𝕂𝕠𝕠𝕜𝕄𝕚𝕟] 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora