INTRODUCCIÓN

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GRACE LUPIN

Era un caluroso día de verano, yo me encontraba sentada en la azotea del departamento donde vivía con mi padre

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Era un caluroso día de verano, yo me encontraba sentada en la azotea del departamento donde vivía con mi padre. Habíamos puesto unas sillas junto con una sombrilla para disfrutar la vista sin que el sol nos molestara.

Al poco tiempo llegó mi padre con un bowl lleno de mango, estuvimos hablando un rato sobre cómo el clima de verano era horrible y que ambos preferíamos el invierno. 

—¿Qué está haciendo una lechuza volando a estas horas, pa? —le pregunté a mi padre al ver que una lechuza volaba a nuestra dirección.

—Creo que es tu carta, amor.

—¿Para Hogwarts? —dije emocionada, yo de verdad no me lo creía.

Verán hace siglos que mi papá me habló de Hogwarts, en mi muy humilde opinión es el mejor lugar de todo el mundo. O sea, puedes literalmente hacer magia y todo ahí es único. Lo que más me emociona es el quidditch, papá dice que nunca seleccionan a los de primer año, pero yo sé que cuando el capitán de la casa en la que quede vea lo buena que soy me aceptara, tengo fe.

La lechuza me entregó la carta y volvió a emprender vuelo por la misma dirección en la que venía 

—No inventes, papi, ¡si es mi carta! —rápidamente abrí el sobre y leí el contenido.

Después de leer como cinco veces la carta se la entregue a mi padre que solo me veía con ternura.

—Podríamos ir el próximo fin de semana a comprar tus cosas, si quieres que yo te acompañe claro.

—Pero claro que quiero, pa.

Y así fue, papá me llevó a comparar mis uniformes, libros y todo lo que la lista pedía. La mejor parte fue cuando compramos mi lechuza, su nombre es Eggsy, mi padre dijo que era un nombre horrible, pero la lechuza no es de él.

Ilı.lıllılı.ıllı.

Agosto pasó volando y llegó el día de irme a Hogwarts, mi padre no me iba a acompañar a la estación por su condición, pero igual logré despedirme de él hace unos días. Ahora iba en el auto de nuestra vecina, Rosie. Ella es sanadora, trabaja en San Mungo de medio tiempo, así que ya está familiarizada con el tema, cada luna llena lleva a mi padre a un lugar seguro y le ayuda con lo que puede, antes también cuidaba de mí, pero cuando yo era más pequeña.

—¿Lista para esta nueva aventura, Lena? —me pregunto sin perder la vista del camino-. 

Rosie era de los pocos que me llamaban por mi segundo nombre, mi padre dice que me lo puso una persona muy especial, pero que ya no está con nosotros, gracias a eso es que papá y yo tenemos el departamento y él no tiene que buscar trabajo, no somos muy ricos, pero vivimos bien. Muchísimas gracias persona desconocida.

—Sip, de verdad que no puedo esperar más, ya quiero llegar al castillo y ver en qué casa quedó. Papá dijo que no importaba mi casa, pero de verdad que no sé qué voy a hacer si quedó en Ravenclaw, odio las adivinanzas. —Rosie soltó una leve risa por mi respuesta. 

Sealed PromisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora