• Narrador omnisciente •
Durante unos días, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo que le habían hecho a la Señora Norris. Filch mantenía vivo el recuerdo en la memoria de todos haciendo guardia en el punto en que la habían encontrado, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen.
• Grace Lupin •
Nos dirigíamos a nuestra siguiente clase, Historia de la Magia con el profesor Binns, y siendo sincera, era la asignatura más aburrida de todas. Caminábamos por los fríos pasillos del castillo, intentando ignorar la sensación incómoda que había quedado después del incidente con la señorita Norris.
—¿Ustedes terminaron el trabajo de un metro de largo? —preguntó Theo, mientras ajustaba la corbata de Slytherin.
—Yo ni siquiera pude llegar al metro, me faltan dos centímetros aún. —dijo con pesadez Blaise, dejando escapar un suspiro de frustración.
—Si necesitas, yo tengo algo extra que puedes usar para completar. —ofrecí, dándole un ligero empujón con el codo. Blaise me dedicó una media sonrisa agradecida.
—Gracias, Grace de mi corazón. Te juro que te lo compensaré. —respondió Blaise.
—Yo casi me paso, tuve que cortar algunas partes —dijo Gwen, sacudiendo la cabeza—. Historia de la Magia no es mi fuerte, pero me dejé llevar un poco.
Chiara soltó una pequeña risa. —Deberíamos tenerte a ti como profesora, Gwen. Al menos harías que la clase fuera interesante.
—No estoy tan segura de eso —respondió Gwen, divertida—. Pero no es mala idea.
—Lo que daría por una clase que no fuera una lucha constante por mantenerme despierto —comentó Theo, mientras pasábamos por delante de un retrato que bostezaba exageradamente, como si también sintiera nuestra fatiga.
Blaise asintió, mirando hacia adelante donde se encontraba la puerta del aula. —Lo peor es que ni siquiera estoy seguro de si Binns se daría cuenta si nos dormimos. Está tan absorto en sus propias historias que dudo que note nada.
—Probablemente no —murmuré—. Pero mejor no arriesgarnos. La última vez que alguien se durmió, Binns lo despertó nombrándolo como un personaje histórico que ni siquiera existía.
Gwen y Chiara rieron ante la imagen mental, mientras Theo se inclinaba hacia mí, bajando la voz en un susurro conspirador.
—Hablando de cosas que no existen, ¿alguna de ustedes ha oído algo nuevo sobre la Cámara de los Secretos?
Sentí un escalofrío recorrerme la espalda al recordar la inscripción en la pared, y negué con la cabeza.
—No he escuchado nada más, pero lo que pasó con la señora Norris tiene a todos nerviosos.
—Hay muchos rumores —intervino Chiara, su expresión se volvió más seria—. Pero hasta ahora, nadie sabe nada concreto. Solo espero que no haya más incidentes.
—Con todo lo que ha pasado, es difícil no pensar en eso, he leído algo en uno de mis libros. Después de clase les cuento bien —dijo Gwen, frunciendo el ceño—. Primero tenemos que concentrarnos en lo que podemos hacer, como sobrevivir a la clase de Binns sin caer en la desesperación.
Asentí, intentando sacudirme el mal presentimiento que se cernía sobre nosotros.
—Sí, un problema a la vez. Primero, Historia de la Magia. Después, todo lo demás.
Y nos adentramos al aula del profesor Binns.
[...]
El profesor Binns abrió sus apuntes y los leyó con un sonsonete monótono, como el de una aspiradora vieja, hasta que casi toda la clase hubo entrado en un sopor profundo, sólo alterado de vez en cuando el tiempo suficiente para tomar nota de un nombre o de una fecha, y volver a adormecerse. Llevaba una media hora hablando cuando ocurrió algo insólito: Hermione Granger alzó la mano.
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Sealed Promises
FanfictionEn el corazón de Hogwarts, donde la magia y el misterio se entrelazan, tres jóvenes brujas están destinadas a dejar su marca. Grace, Chiara y Gwen, unidas por la amistad, los desafíos, se enfrentan a sombras del pasado y secretos oscuros que amenaza...