En el corazón de Hogwarts, donde la magia y el misterio se entrelazan, tres jóvenes brujas están destinadas a dejar su marca. Grace, Chiara y Gwen, unidas por la amistad, los desafíos, se enfrentan a sombras del pasado y secretos oscuros que amenaza...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• Grace Lupin •
Iba caminando por los pasillos del castillo junto con mis amigos, Theo y Blaise.
—Grace de verdad que tu papá es genial, sus clases son geniales, sus gustos musicales son geniales, hasta tú que eres su hija eres genial.
—Parece que Blaise está enamorado de tu papá, Grace.
Reí ante su comentario y Blaise le lanzó una mala mirada.
—Muy gracioso, Nott. —reclamó Blaise.
—Basta, chicos, se sabe que mi papá es genial, pero también tenemos que seguir planeando el cumpleaños de Gwen, solo quedan dos semanas más.
—Cierto —dijo Theo—, podríamos festejarlo en Las tres escobas.
—¿Qué es las tres escobas?
—Es algo así como un bar, pero podemos entrar todos. —me respondió Theo.
—Es un poco simple pero nos servirá para el festejo de Gwen. —agregó Blaise.
—Bueno, hablaré con Chiara y así nos pondremos de acuerdo.
—Sí, señora. —hablaron los dos al mismo tiempo.
Llegando a la sala común me despedí de ellos y subí a mi habitación esperando encontrar a Chiara para organizarnos lo más pronto posible, pero no había nadie dentro. Decidí aprovechar el periodo libre y me fuí a la biblioteca a terminar el reporte de práctica de Snape.
Entrando a la biblioteca me sumergí en el pasillo de pociones, tal vez no era lo más correcto, pero en mi defensa esta materia de plano no se me da y tanto así como copiar no es, yo lo llamaría inspiración.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tomé aproximadamente cuatro libros, así de feas están las tareas de ese señor, y me fuí a sentar a una de las mesas que estaban vacías. Saqué todos los pergaminos y comencé a leer para darme la idea de cómo podía hacerlo más completo.
Me concentré tanto que ni siquiera note al chico de ojos grises frente a mi hasta que escuche su voz.
—¿Necesitas ayuda con eso? —dijo con su típica voz amable y despreocupada.
