EL DESASTRE DE LAS BABOSAS

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• Grace Lupin •

Por fin sábado. Me encontraba en la divina comodidad de mi divina cama ya que el desayuno me dejó con un tremendo sueño, hasta que sentí como me movían bruscamente.

—Grace por favor, dile a tu molesto amigo que deje de gritar, yo también quiero descansar.

Abrí los ojos y me encontré con la cara molesta de mi compañera Daphne, me levanté de la cama y me dirigí a la puerta mientras escuchaba los gritos de Theo del otro lado de esta.

¡Grace ábreme la puerta que no me quiero volver a quemar! ¡No seas floja Grace! ¡Grace Alhena Lupin si no abres la puerta en este momento te juro que me haré amigo de Pansy!

—¿Asunto? —abrí la puerta del dormitorio y le pregunté de mala gana pues yo quería seguir descansando.

—Ignorare ese tono tan descortés e iré al punto, tienes 15 minutos para bajar a la sala común ya vestida y sin esa cara de qué elegiste la violencia.

—¿Y para qué? 

—Porque Marcus Flint fue a buscarte al comedor después de que te regresaras a dormir y me pidió que te dijera que te quería ver en el campo porque oficialmente ya eres parte del equipo de quidditch. 

—¡No te pases Theo! ¿No me estas mintiendo verdad?

—Que no, Alhena, ve a cambiarte ándale.

Inmediatamente cerré la puerta y me vestí con una ropa más "atlética" si por mi fuera me bajaba con el pijama. Estaba apunto de salir cuando escuché la voz de Daphne.

—Grace, obviamente escuché todo lo que dijo Theo, solo quería felicitarte, sé que querías esto desde el año pasado.

Ay Merlín, justo cuando ya había superado eso.

Flashback

Finalmente hoy era el día, sé que las reglas dicen que nadie de primer año puede entrar al equipo, pero yo estoy segura de que en cuanto Marcus vea mis habilidades le pedirá permiso a Snape para que me dejen entrar. Al final de cuentas lo que importa es tener fe.

Cuando llegué al campo supe que había sido una malísima idea, miré a mi mejor amigo Theo, que prácticamente tuve que arrastrar para que viniera.

—Theo, vámonos, esto fue muy mala idea. 

—Ah no, Grace, ahora haces la prueba. Duraste semanas hablando de esto como para que ahora que estamos aquí te quieras rendir.

Theo tenía razón, pero cómo espera que haga la prueba si literalmente soy la única de primer año aquí, obvio sin contarlo a él.

—Está bien —solté un suspiro y Theo sonrió—, hay que tener fe.

Caminé hacia el grupo de aspirantes y todos se me vieron con confusión, pero no le di importancia y, al parecer, Flint tampoco, ya que pronto nos explicó en qué consistían las reglas y las jugadas que íbamos a emplear para la prueba. Después de eso dimos inicio a las pruebas para los golpeadores ya que uno de los que estaban antes se graduó el año pasado.

Cuando llegó el momento de las pruebas para los cazadores yo ya estaba súper nerviosa, había dos puestos y cuatro aspirantes contándome a mí, primero pasó una chica que terminó siendo derribada por una bludger, después uno de los chicos que lo hizo medianamente bien y seguido de él fue mi turno dejando al otro chico en último lugar.

No quisiera sonar presumida, pero esto era pan comido para mí. Papá y yo jugábamos mucho en casa, él no se considera muy fan del deporte, pero igual nos divertíamos. 

Sealed PromisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora