Capitulo Treinta y Tres.

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Giuseppe Mildford.

Sus manos con el contacto de mi piel eran extremadamente tentativas a dejarme llevar , su olor me embriagaba la nariz cada vez que lo sentía más cerca de mi y su respiración me causaba escalofríos , pero todo termino en un instante en el que escuché la voz de alguien llamarnos , sus manos salieron rápidamente de mi cuerpo y su presencia se esfumó dejando huellas de su toque en lo más profundo de mi ser.

No quería que me viera afectada por su toque , aún si así habia pasado.

Me di la vuelta mirando su sonrisa socarrona y su mirada de ojos brillantes , parecía entusiasmado o extasiado con solo ver mi expresión.

¡Alpha encontré algo!.- Escuche gritar a Liam a unos pocos metros.

Camine hacia donde venía su voz pues quería mantenerme alejada de Daemon o ese hombre me haría perder el juicio y ese es un lujo que ahora no me puedo permitir.

¿Que encontraste Liam?.- Pregunté observando como apenas Liam salía de algunos arbustos y árboles.

La peste de aquel olor se quedó impregnada en un camino de huida.- Dijo Liam mirándome contento , pero al ver detrás de mi su expresión cambio a sería.

Puede que tengamos que mandar rastreadores , recuérdame eso al regresar a la manada Liam.- Digo seriamente pues estaba pensando , el solo asintio.

No quiero meterme en la conversación pero quiero recordarle que yo también soy su Beta y me gustaría que me pidiera hacer algo Alpha.- Escuché la ronca voz de Daemon detrás de mi , al voltearme para mirarlo se veía serio pero esa chispa en sus ojos no se podían borrar con nada.

Lo tengo en cuenta , por esa misma razón tu acompañaras a los rastreadores junto a Liam para que averiguen hasta donde llega ese horrible hedor.- Les digo a ambos mientras empiezo a caminar por el sitio por dónde habíamos llegado antes.

Ninguno tuvo quejas sobre mi orden así que el camino de regreso fue tranquilo y muy silencioso , pude distinguir el camino de regreso sin ningún problema , mi capacidad de guardar y recordar caminos o detalles era perfecta , una de las tantas cosas de mi que me habían sentir orgullosa pues había entrenado a mi cerebro y nariz para eso.

No fue mucho el tiempo que hicimos de regreso y quiero pensar que fue porque yo estaba sumida en mis pensamientos sobre lo que haríamos después de rastrear la madriguera en donde se escondían o almenos una parte del camino hacia ella.

Odiaba a los vampiros , de verdad que los aborrecía y no es porque yo sea un licántropo , es solo que son tan horrorosos e insufribles cuando se trata de alabarse a si mismos que resulta cansador.

La mansión se hacia visible para mí con su gran tejado , solo tuve que caminar unos 200 metros para llegar a la entrada de esta , claro que justo cuando iba a abrir la puerta está fue abierta , apenas pude ver una melena rubia que corrio sin siquiera verme o almenos cuidar de no empujarme, pero lo hizo corrio por mi lado empujandome con su cuerpo el hombro izquierdo.

Al mirar de reojo pude ver cómo esa melena rubia se lanzaba hacia Daemon a sus brazos , este ni siquiera recibió o imitó el abrazo de ella , un pequeño gruñido salió de mi garganta apenas y perciptible.

Me gire mirando como Daemon miraba con asco a la rubia que parecía tener la voz más chillona que haya escuchado en mi vida , Liam los miraba con confusión y yo simplemente tenía la misma expresión que siempre aunque intuía que mi mirada se intensificaba.

¿Eres ciega o acaso no miras por donde pasas?.- Dije escuchando como mi propia voz salía tan irritada por el enojo que me causaba.

¿Disculpa y tú quien eres para hablarme así? ¿Acaso no sabes que yo soy la futura mujer del Beta en esta manada?.- Pregunto la rubia de ojos cafés oscuro , oh era cierto...no había sacado a flote mi olor aun.

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora