9.

3K 452 674
                                    


Tres años después…




Londres. Inglaterra.

Quería reír, pero eso lo delataria, no era la primera vez que presenciaba aquella escena, pero siempre era divertida de ver.

— ¿Qué crees que estás haciendo?

— ¡Demonios Hamilton! ¿Eres ninja o que? Pude morir del susto.

El moreno tuvo que tragarse la sonora carcajada que quería brotar de él.

—Creí que ya habíamos hablado de esto Toto, no puedes acosar a Horner.

— ¡No lo estoy acosando! Yo…

—Claro, porque estar detrás de esta columna viendo que hace no es acosó.

—Lo estoy esperando, maldito niño.

El más alto se cruzó de brazos y lo fulmino con la mirada, Lewis sonrió y se inclinó un poco para ver a donde se encontraba su compatriota.

—Ah vaya, ya entiendo —Horner parecía muy entretenido hablando con alguien más— ¿Sigues obsesionado con Andrea? Vamos… tu y Horner llevan casados desde el diluvio, dudo mucho que te deje por ese viejo ingeniero.

— ¡Es que no lo entiendes! ¡Ellos tuvieron algo hace mucho!

—Y hace mucho tiempo te dije que Stella es cómo mi hermano.

Ambos hombres brincaron al escuchar la tercera voz, sin que ambos lo notarán Christian se había acercado a ellos, Lewis disfruto de ver a su jefe ligeramente sonrojado. Al menos esta vez no estaba mintiendo y sí estaba esperando a Horner.

—Lo siento, cielo.

—Sí, sí, Andrea dice que también están teniendo ese problema, así que la decisión es unánime, ya la FIA está enterada y Stefano también.

— ¿Qué sucede?

—Sucede qué los rookies, los pilotos de reserva y los de las otras categorías no están aguantando la presión, y ahora tenemos un serio conflicto de depresión, estrés y ansiedad entre los pilotos más jóvenes. Tenemos que arreglarlo o de otra manera tu seguirás corriendo a los 60 y Alonso a los 80. Además no es sano.

Lewis se sorprendió, no tenía ni idea de qué eso estuviera sucediendo, aunque ahora entendía porque unos de los chicos de F2 se había puesto verdes al verlos.

—... así que sí, ahora necesitamos a alguien que trabaje con ellos, él problema es que ninguno de los pilotos tiene el tiempo ni es lo demasiado bueno con personas más jóvenes, y que los ayude a ser más fuertes mentalmente.

—... Sí pero ¿Quién… ¡Toto, deja de manosearme y concéntrate!

—Pero cariño, tú fuiste él de la idea, en estos momentos no puedo pensar en nadie.

—Omitiré el manoseo indecente de dos adultos mayores y diré que son unos tontos.

— ¿Qué?

— ¿Quieren a un piloto para esto? Hay uno y solo uno que puede encargarse de eso —Lewis suspiró al ver que los mayores se quedaban en blanco— ¿Quien de todos nosotros aguanto tanto? Tanta presión de la prensa, de sus compañeros, de sus mismos equipos y resistió? Hasta que él mismo lo decidió.

–Oh… tienes razón, pero él problema es que…

—Nadie sabe dónde está Sergio —Christian frunció el ceño ante la sonrisa de Lewis, cómo era posible que el británico supiera del paradero de su ex piloto y Max no.

REGRET (Chestappen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora