Capítulo 1: Las Sombras del Mar

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Oceval, la ciudad flotante, se balanceaba suavemente con las olas del océano azul profundo. Las plataformas conectadas por puentes de cristal parecían flotar sin esfuerzo sobre las aguas, impulsadas por las corrientes y la magia de los Sintientes del Agua. El sol se reflejaba en la superficie, la brisa marina acariciaba la piel, llevando consigo el aroma salado del mar y el canto lejano de las aves marinas.

En el centro de una de las plataformas de entrenamiento, Thalen estaba inmerso en su práctica diaria. Tenía 20 años, con el cabello castaño claro que caía en ondas desordenadas sobre su frente. Sus ojos, de un verde esmeralda brillante, reflejaban una mezcla de concentración y incertidumbre. Su piel, ligeramente bronceada por el sol constante, mostraba las marcas de su entrenamiento intenso.

Vestía una túnica ligera de tonos azul oscuro que se movía con elegancia, diseñada para permitir la máxima movilidad mientras entrenaba con el agua. Sus movimientos eran gráciles y fluidos, como si estuviera bailando con el océano. Mientras extendía sus manos, el agua respondía a su voluntad, creando esferas cristalinas que flotaban en el aire con una perfección etérea.

La plataforma era un lugar de calma y concentración, rodeada por el susurro del mar. Los sonidos de las olas rompiendo suavemente contra las plataformas cercanas y el canto distante de los pájaros creaban un ambiente sereno. Sin embargo, Thalen no podía sacudirse la sensación de inquietud que lo atormentaba. Sentía que algo se movía en las sombras de su mente, algo que no podía definir con claridad.

Thalen: (susurrando para sí) "Vamos... solo un poco más..."

Con un movimiento fluido, hizo que las esferas se dispersaran en una serie de arcos perfectos en el aire, cada gota de agua regresando al océano sin salpicar.

Maestra Lian, la venerada instructora de los Sintientes del Agua, observaba a Thalen desde una distancia segura. Era una mujer de edad avanzada, con cabello plateado que caía en cascada hasta su cintura. Sus ojos, de un azul profundo y sabio, seguían cada movimiento de Thalen con una mezcla de aprobación y preocupación. Vestía una túnica azul marino, adornada con patrones que evocaban las ondas del océano.

Maestra Lian: (desde atrás) "Impresionante, Thalen. Siempre has tenido una afinidad especial con el agua."

Thalen giró lentamente hacia ella, sus movimientos se detuvieron como si fueran parte de un ballet final. Su rostro reflejaba la concentración que le había exigido el entrenamiento, pero también un dejo de duda.

Thalen: (sonriendo) "Gracias, Maestra. Aún me queda mucho por aprender."

En el fondo de su mente, algo le inquietaba. Desde hacía unas semanas, había sentido algo... diferente. Como si hubiera una sombra siempre presente, acechando en los bordes de su visión. Algo que no podía controlar.

La Maestra Lian se acercó más, notando la preocupación en su rostro.

Maestra Lian: (con voz suave) "Pareces distraído. ¿Qué te preocupa?"

Thalen dudó antes de responder. Sabía que lo que estaba experimentando no era normal. Sus compañeros no tenían este tipo de problemas.

Thalen: (con una sonrisa forzada) "He estado pensando en algo... algo que no puedo explicar."

La Maestra Lian se acercó con una elegancia tranquila, sus pasos apenas haciendo ruido sobre la plataforma de cristal. La preocupación en su rostro se profundizó mientras estudiaba la expresión de Thalen.

Maestra Lian: (con una expresión comprensiva) "Dime, ¿qué te inquieta?"

Thalen miró al suelo, la superficie de agua a sus pies reflejando el cielo en un juego de luces. Sabía que no podía ocultar lo que sentía por mucho tiempo. El problema con su sombra era algo que no podía entender ni controlar.

Thalen: "Es... algo con mi sombra. A veces, parece moverse sola, como si tuviera vida propia. No estoy seguro de lo que significa."

La Maestra Lian lo observó en silencio durante un momento, sus ojos se oscurecieron ligeramente.

Maestra Lian: "Las sombras son algo con lo que pocos tienen que lidiar, Thalen. Son un reflejo de la parte más oscura de nosotros mismos. Pero no debes temerlas... aunque debes tener cuidado."

Antes de que Thalen pudiera responder, una ráfaga de viento azotó la plataforma, agitando el cabello de Lian y las aguas circundantes. Desde el cielo, una figura descendió con gracia y velocidad, aterrizando suavemente en el borde de la plataforma.

Era Lira, la Sintiente del Viento. Su presencia parecía traer consigo un soplo de aire fresco y energía. Lira tenía 22 años, con ojos azul pálido que brillaban como el cielo en un día despejado. Su cabello blanco se movía como si estuviera flotando en una corriente invisible. Vestía una túnica gris plateada que ondeaba con cada movimiento, creando una estela de brisa.

Lira: (sonriendo) "¿Interrumpo algo?"

Thalen sonrió al verla. Había conocido a Lira en uno de sus viajes a Skyreach, y aunque ella era parte de otra facción, habían desarrollado una amistad basada en la confianza.

Thalen: "No, para nada. ¿Qué te trae aquí?"

Lira: (con voz seria) "Noticias inquietantes. Los Sintientes del Fuego están moviéndose hacia nuestras fronteras. La Reina Ashara parece estar planeando algo grande."

Thalen frunció el ceño. La guerra nunca estaba lejos en Kaeloria, y los Sintientes del Fuego siempre parecían ser los primeros en avivarla. La Reina Ashara era conocida por su ambición y poder. La posibilidad de un conflicto abierto no era nada nuevo, pero la inminencia de su llegada significaba que la guerra podría estar a la vuelta de la esquina.

Maestra Lian: (preocupada) "Debemos mantenernos vigilantes. Thalen, ve con Lira. Necesitamos información sobre los movimientos del fuego. Quizás puedas encontrar respuestas sobre tu sombra en el camino."

Thalen asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad que le imponían. La mención de su sombra en un contexto de conflicto le hacía sentir que estaba atrapado entre dos mundos.

Thalen: (sorprendido) "¿En serio? ¿Crees que podría estar relacionado?"

La Maestra Lian no respondió, solo asintió lentamente, dejando a Thalen con más preguntas que respuestas.

Mientras se dirigían al borde de la plataforma, donde una pequeña embarcación estaba amarrada en el muelle cercano. El barco, con velas blancas y un casco ligero, parecía preparado para navegar tanto en calmadas aguas como en tormentas. Thalen sintió una punzada de ansiedad. No se trataba solo de la guerra. Era algo más profundo, más oscuro.

Lira: (mirándolo de reojo) "¿Qué te ocurre, Thalen?"

Thalen: (con voz baja) "No lo sé. Siento que algo está cambiando. Como si una sombra se estuviera levantando dentro de mí."

Lira lo observó detenidamente antes de responder, su voz suave pero firme.

Lira: "Si eso es cierto, entonces debemos ser cautelosos. Las sombras... no siempre son lo que parecen."

Thalen asintió, sintiendo el peso de sus palabras. Mientras la embarcación los llevaba hacia los límites de Oceval, no podía sacudirse la sensación de que algo mucho más grande estaba a punto de desatarse, y que su propia sombra podría ser la clave para desentrañar los secretos ocultos que amenazaban con cambiar el destino de Kaeloria.

Kaeloria: El Despertar de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora