El santuario vibraba con una energía antigua. El fuego y las sombras parecían estar en constante conflicto, como si el mismo lugar estuviera dividido entre la luz y la oscuridad. Thalen sintió un torrente de emociones recorriendo su cuerpo mientras observaba la figura despertada frente a ellos, con sus orbes incandescentes y una presencia intimidante. Las sombras en su interior respondían con fuerza, casi como si fueran una parte de la prueba misma.
Figura: (con voz grave y resonante) "El equilibrio entre la luz y la oscuridad es frágil, pero solo aquel que logre dominar ambos será digno de continuar."
La figura se alzó lentamente, dejando escapar un resplandor incandescente que cubrió toda la cámara. Kaen y Lira se prepararon, conscientes de que estaban a punto de enfrentarse a algo más allá de lo que habían imaginado. El aire se volvió denso, el calor sofocante.
Kaen: (en voz baja) "No podemos detenernos ahora. Esto es solo el comienzo."
Lira asintió, sus ojos fijándose en las runas que comenzaban a reactivarse en las paredes. Algo más estaba despertando junto con la figura, una trampa oculta que estaba aguardando su momento para actuar.
Thalen cerró los ojos un momento, sintiendo el poder de las sombras dentro de él. Su control había mejorado desde su primera experiencia, pero este desafío era diferente. Ahora no se trataba solo de usar sus habilidades, sino de enfrentarse a su propio poder y encontrar el equilibrio entre la oscuridad y la luz.
Thalen: "Voy a intentarlo."
Levantó las manos, concentrando su energía en las sombras que se arremolinaban a su alrededor. Estas respondieron a su llamado, fluyendo hacia la figura incandescente como si fueran atraídas por un imán invisible. El contraste entre el fuego y la oscuridad creó una tensión palpable en el aire. La figura parecía observarlo, midiendo su fuerza y su control.
Figura: "El fuego destruye, pero también da vida. La oscuridad consume, pero también protege. Muéstrame que puedes controlarlos."
Thalen sintió una presión creciente en su pecho. Las sombras comenzaron a resistirse, casi como si quisieran rebelarse contra él. El calor del santuario hacía que su concentración flaqueara, pero no podía permitirse perder el control. Con un esfuerzo titánico, logró estabilizar la energía oscura, manteniéndola bajo su dominio.
De repente, la figura se movió, lanzando una ráfaga de llamas hacia él. Thalen levantó una barrera de sombras, pero el impacto lo hizo retroceder unos pasos. Sabía que no podía depender solo de la oscuridad; debía encontrar una manera de integrar ambos elementos.
Kaen se lanzó hacia adelante, esquivando una serie de estalactitas incandescentes que comenzaron a caer desde el techo. Con su espada desenvainada, bloqueó un segundo ataque de la figura, cortando las llamas en el aire. Lira invocó una corriente de aire, que desvió algunas de las brasas hacia las paredes, pero sabía que su magia no sería suficiente para detener al guardián.
Lira: (gritando) "¡Thalen, necesitamos algo más! ¡No podemos mantener esto mucho tiempo!"
Thalen abrió los ojos de golpe, sintiendo una revelación dentro de sí. Recordó las palabras de la figura: no se trataba de luchar contra el fuego o la oscuridad, sino de controlarlos en armonía. Inspirado, concentró todo su poder en las sombras y las lanzó de nuevo hacia la figura, pero esta vez lo hizo de manera distinta. En lugar de usar la oscuridad para contrarrestar el fuego, intentó envolver las llamas, absorbiendo parte de su energía y mezclándola con su control sobre las sombras.
El santuario pareció temblar mientras las llamas y las sombras se entrelazaban. La figura dejó escapar un rugido, sorprendido por la técnica de Thalen. Lentamente, el resplandor de la figura comenzó a desvanecerse, y la oscuridad se estabilizó en la cámara. La prueba estaba completa.
Figura: (en un susurro) "Has demostrado el equilibrio. Puedes continuar."
Con un crujido ensordecedor, la plataforma en el centro de la cámara comenzó a descender, revelando un pasaje oculto bajo el suelo. Thalen, Kaen, y Lira intercambiaron miradas de alivio y agotamiento. Sabían que habían superado un obstáculo importante, pero también que esto era solo el principio.
Kaen: (sonriendo levemente) "No pensé que saldríamos de esta. Buen trabajo, Thalen."
Lira: (tocando su brazo) "Tienes un poder increíble. Pero debemos seguir adelante antes de que el santuario se cierre de nuevo."
Mientras descendían por el pasaje, el aire se volvió más frío, y los sonidos del santuario se desvanecieron en un eco distante. Finalmente, llegaron a una gran sala iluminada por un resplandor dorado. En el centro, una llama majestuosa ardía en una fuente de piedra, rodeada por inscripciones antiguas y símbolos elementales.
Lira: (con admiración) "Este es... el Corazón de Fuego."
Pero algo más llamó la atención de Kaen. Al otro lado de la sala, un portal de luz y sombras vibraba en el aire, como si estuviera conectado a algún lugar lejano. Thalen sintió una conexión inmediata con el portal, como si este resonara con sus habilidades de control sobre la oscuridad.
Kaen: (cauteloso) "Ese portal no estaba aquí antes. Algo o alguien lo ha activado."
Thalen se acercó lentamente al portal, sintiendo que las sombras dentro de él respondían a su presencia. Pero antes de que pudiera investigarlo más a fondo, una figura emergió del otro lado. Era alta, cubierta por una capa oscura que dejaba entrever apenas un destello de fuego en sus ojos.
Ashara.
Ashara: "No se equivoquen, este no es el final. Solo han arañado la superficie de lo que les espera. El Corazón de Fuego no es tan fácil de reclamar, ni siquiera para mí."
El aire se cargó de tensión. Ashara los observaba con una calma fría, pero detrás de esa fachada, Thalen pudo sentir el poder abrumador que ella controlaba. Kaen y Lira se tensaron, listos para un posible enfrentamiento.
Ashara: (sonriendo) "Sin embargo, no estoy aquí para luchar... no todavía. El portal que han activado los llevará fuera del santuario, hacia tierras más peligrosas. Solo aquellos dignos podrán controlar el Corazón de Fuego, y su prueba aún no ha terminado."
Sin esperar respuesta, Ashara se desvaneció en una ráfaga de llamas, dejándolos solos frente al portal.
Kaen: (murmurando) "No me gusta esto. Es como si estuviéramos siendo manipulados."
Thalen: (mirando el portal) "Es nuestra única salida. Pero ella tiene razón... esto no ha terminado."
Con una mirada decidida, Thalen cruzó el portal, seguido de Kaen y Lira. En un instante, fueron transportados a un nuevo escenario: una vasta llanura volcánica, donde ríos de lava fluían en la distancia y montañas negras se erguían amenazantes en el horizonte.
Habían salido delsantuario, pero el desafío que enfrentaban ahora parecía aún mayor.
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Kaeloria: El Despertar de las Sombras
FantasyEn el mundo de Kaeloria, las facciones elementales luchan por el control del equilibrio natural. Thalen, un joven Sintiente del Agua con la capacidad inusual de manipular sombras, se ve arrastrado al centro de una profecía antigua. Junto a sus aliad...