El rugido del volcán resonaba bajo sus pies mientras el grupo se preparaba para enfrentar al guardián del fuego, cuyas llamas danzaban violentamente, corruptas por las sombras. A pesar de la revelación de que el Corazón de Fuego había sido reclamado por el Desgarrador, había un rayo de esperanza.
Kaen, con la mandíbula apretada, no apartaba la vista de la figura imponente ante ellos. Recordando los primeros días de su formación, sabía que el Corazón de Fuego había sido guardado en el santuario, un lugar sagrado de Ashenor, pero las palabras del guardián resonaban en su mente: el Desgarrador lo había reclamado. Algo no encajaba.
Kaen: "El Corazón de Fuego no puede estar perdido... Lo protegiste en el santuario. ¡Debe seguir allí!"
Thalen dio un paso adelante, sus ojos enfocados en el guardián. Las sombras que una vez temía ahora se arremolinaban a su alrededor, controladas por su voluntad.
Thalen: "Sabemos que el Desgarrador ha corrompido tu poder".
El guardián del fuego, envuelto en llamas y sombras, pareció vacilar por un momento. La mención del santuario trajo algo de claridad a su mirada, pero las sombras lo envolvían de nuevo. Su voz, un eco de lo que una vez fue, se quebró.
Guardián del Fuego: (susurrando) "El santuario... lo protegí... Pero el Desgarrador... se infiltró en mi mente... Me hizo creer que el Corazón había sido robado. En mi desesperación... perdí el control."
Thalen, observando cómo las sombras envolvían al guardián, sintió la familiaridad de esa oscuridad. Sabía que esta corrupción no era irreversible, pero debían actuar rápido.
Thalen: "Podemos detenerlo. El Corazón de Fuego sigue en el santuario. Lo que ves es un engaño del Desgarrador."
Las sombras alrededor del guardián parecían agitarse más, luchando por mantener su control sobre él. Kaen, determinado, dio un paso adelante, sus ojos llameando con furia.
Kaen: "¡Debes resistir! ¡Lucharemos contigo, y juntos restauraremos el equilibrio en Ashenor!"
Thalen: "¡Pelearemos contigo, y cuando recuperes el control, nos guiarás al Corazón de Fuego!"
El guardián gritó mientras las llamas a su alrededor se intensificaban, luchando contra las sombras que lo rodeaban. Thalen sintió la tensión en el aire y levantó las manos, invocando su propio control sobre las sombras. Estas no eran las fuerzas corruptas del Desgarrador, sino las sombras equilibradas que había aprendido a dominar.
Thalen: "Ryen, mantén el terreno estable. Lira, Varyn, protéjannos. Esto no será fácil."
Ryen asintió, sus manos tocando el suelo mientras sentía la tierra volcánica bajo sus pies.
Ryen: "El equilibrio de esta tierra depende de él. Si logramos purgar las sombras, el volcán también encontrará su calma."
Lira, siempre pragmática, observaba atentamente cualquier movimiento del guardián.
Lira: "Si el Corazón sigue en el santuario, necesitamos liberarlo. Pero primero, debemos asegurarnos de que no caiga más en las sombras."
El grupo se preparó mientras Thalen se concentraba en purgar las sombras del guardián. Las sombras que había invocado comenzaron a envolver al guardián, no como un ataque, sino como una barrera protectora que las fuerzas corruptas no podían penetrar.
Guardián del Fuego: (rugiendo) "¡No soy lo suficientemente fuerte... Las sombras... invaden mi ser...!"
Kaen: "¡Sí lo eres! ¡Recuerda quién eres! ¡Eres el guardián de Ashenor, protector del fuego sagrado!"
El guardián rugió mientras las sombras de Thalen envolvían las suyas, combatiendo la corrupción. El grupo observó cómo la luz y la oscuridad luchaban por el control del guardián, el fuego y las sombras danzando en una batalla peligrosa.
Thalen: "Sigue luchando... No cedas."
Kaen extendió sus manos hacia el guardián, invocando su propio control sobre el fuego, intentando combatir la corrupción.
Kaen: "¡Por el fuego de Ashenor, resistirás!"
Lira y Varyn protegían a Thalen y Kaen, listos para intervenir si las sombras del Desgarrador intentaban atacar. Ryen mantenía su conexión con la tierra, estabilizando el terreno mientras la presión del volcán aumentaba.
La tensión creció mientras el conflicto se desarrollaba. Thalen sentía cómo las sombras del guardián intentaban devorarlo, pero no se dejó vencer. Su determinación de salvar a Kaeloria, de detener al Desgarrador y restaurar el equilibrio lo fortalecía.
El guardián gritó una vez más, y poco a poco, las sombras comenzaron a ceder. La luz del fuego puro de Ashenor comenzó a brillar nuevamente en sus ojos, mientras la corrupción se disipaba lentamente. El guardián del fuego cayó de rodillas, agotado pero libre de las sombras.
Guardián del Fuego: (jadeando) "Lo hicieron... El Corazón de Fuego sigue en el santuario. Debemos ir... antes de que el Desgarrador intente reclamarlo."
Kaen asintió con determinación, mientras el grupo se preparaba para moverse. Sabían que el verdadero peligro aún acechaba en el santuario de Ashenor, pero habían logrado liberar al guardián y restaurar un poco del equilibrio en esas tierras de fuego.
Kaen: "El Corazón de Fuego sigue siendo nuestra única esperanza. Y no permitiremos que caiga en manos del Desgarrador."
ESTÁS LEYENDO
Kaeloria: El Despertar de las Sombras
FantasíaEn el mundo de Kaeloria, las facciones elementales luchan por el control del equilibrio natural. Thalen, un joven Sintiente del Agua con la capacidad inusual de manipular sombras, se ve arrastrado al centro de una profecía antigua. Junto a sus aliad...