El calor se intensificaba a medida que descendían hacia los niveles más profundos del santuario. Los pasillos eran angostos, y cada paso resonaba con el crujir de las paredes de roca. Aunque habían avanzado bastante, el Corazón de Fuego aún parecía distante, como un eco en sus mentes. La magia antigua de este lugar protegía los secretos más poderosos de Kaeloria, y ellos solo habían comenzado a arañar la superficie.
Kaen lideraba el grupo con una expresión de concentración intensa. Su instinto le decía que se acercaban a algo grande, pero sabía que no sería tan fácil. El Corazón de Fuego no estaba simplemente esperando ser encontrado. Había sido protegido por generaciones de guardianes, oculto bajo capas de engaño, trampas y poderes que incluso los más fuertes tenían problemas para desentrañar.
Kaen: (en voz baja) "El aire está cambiando... Hay algo cercano, pero no creo que sea el Corazón aún."
Lira asintió, observando las paredes decoradas con antiguos relieves. Parecían advertencias más que meras obras de arte. Las figuras talladas mostraban Sintientes luchando contra criaturas colosales, mientras el fuego se desataba sobre ellos, devorando todo a su paso.
Lira: "Esas imágenes... Creo que nos advierten sobre lo que está por venir. Las pruebas más duras siempre están ocultas detrás de las ilusiones."
Thalen, aunque concentrado, no podía evitar pensar en lo que había sucedido en la superficie. Ashara, la poderosa líder de los Sintientes del Fuego, había comenzado su búsqueda antes que ellos. ¿Cómo era posible que no la hubieran cruzado todavía? Sabía que ella no sería alguien fácil de superar, y eso lo inquietaba.
Thalen: (preocupado) "Ashara... si ella también busca el Corazón de Fuego, ¿cómo es que aún no la hemos visto aquí abajo?"
Kaen se detuvo en seco, sus ojos encendiéndose con una chispa de comprensión.
Kaen: "Porque probablemente no estamos tan cerca como creemos. Este santuario tiene más caminos ocultos de los que podemos imaginar. Además, ella podría estar usando otros medios para alcanzarlo. Los Sintientes de Fuego como ella tienen sus propios métodos para navegar por lugares como este."
La duda de Thalen permanecía, pero se mantuvo en silencio, confiando en el juicio de sus compañeros. El grupo continuó avanzando, siempre alerta. Las sombras bailaban alrededor de Thalen, inquietas, como si algo en las profundidades respondiera a su poder. Era un recordatorio constante de su dualidad, de que no solo estaba controlando el agua, sino también las sombras, algo que seguía guardando en secreto.
Mientras cruzaban un puente angosto que pasaba sobre un abismo de lava, el aire se tornó pesado de repente, y un sonido sordo resonó desde lo profundo.
Kaen: (deteniéndose abruptamente) "Alguien ha desatado algo..."
En ese momento, la lava bajo ellos burbujeó violentamente, y el suelo comenzó a temblar. Thalen, Kaen, y Lira apenas tuvieron tiempo de reaccionar cuando una criatura gigantesca emergió de las profundidades, una mezcla de roca, fuego y sombra. Era una Quimera de Lava, una entidad ancestral destinada a proteger los secretos del santuario. Sus ojos brillaban con una mezcla de rabia y poder primigenio, y sus movimientos hacían temblar las plataformas en las que estaban.
Quimera de Lava: (rugiendo) "¡Los no dignos no tienen lugar aquí!"
Lira rápidamente alzó sus manos, invocando una ráfaga de viento que desvió una corriente de lava que la criatura había lanzado. Kaen, por su parte, intentaba contener las llamas de la quimera, mientras Thalen luchaba por controlar sus sombras, que parecían ser atraídas hacia la oscuridad de la criatura.
Kaen: (gritando) "¡Manténganla ocupada! Necesitamos una estrategia para sacarla de aquí sin hacer que colapse el puente."
Thalen respiró hondo, sabiendo que sus sombras podían ser la clave. Extendió sus manos, llamando a la oscuridad bajo la lava, tratando de envolver las patas de la criatura, anclándola en su lugar. Sin embargo, la Quimera era poderosa, y las sombras solo lograban ralentizarla.
Thalen: "¡No puedo mantenerla mucho tiempo!"
Mientras la batalla se desarrollaba, algo cambió en el ambiente. Una ráfaga de fuego intenso pasó por encima de sus cabezas, golpeando a la criatura con una fuerza abrumadora. La quimera rugió de dolor, retrocediendo hacia la lava.
Lira giró la cabeza rápidamente, buscando el origen de aquel ataque. Lo que vio la dejó sin palabras.
Desde la otra orilla del puente, Ashara apareció, su figura envuelta en una luz ardiente. La líder de los Sintientes del Fuego había llegado, y lo había hecho con el poder de una tormenta de llamas a su disposición. Su sola presencia imponía respeto, y su mirada fulminante dejó claro que no estaba dispuesta a dejar que la quimera, ni nadie, se interpusiera en su camino.
Ashara: (con voz firme) "Apártense. Este lugar es mío."
El grupo retrocedió mientras Ashara avanzaba sin dudarlo. Con un solo movimiento de sus manos, desató una corriente de fuego que envolvió a la quimera, incinerándola en un espectáculo de llamas puras. La criatura no tuvo oportunidad de contraatacar; su cuerpo se desintegró en cuestión de segundos, hasta que no quedó más que un eco de su rugido en el aire.
Kaen, Thalen, y Lira observaron en silencio, sin atreverse a intervenir. Sabían que la fuerza de Ashara era incomparable, y aunque habían logrado sobrevivir hasta ahora, ella era un recordatorio de que todavía estaban muy lejos de alcanzar su verdadero potencial.
Ashara los miró brevemente, con una mezcla de curiosidad y desprecio en su expresión. Sabía quiénes eran, pero no tenía tiempo que perder con ellos.
Ashara: (mientras avanzaba hacia el interior del santuario) "Si desean encontrar el Corazón de Fuego, necesitarán algo más que suerte."
Con esas palabras, desapareció entre las sombras y las llamas, dejando al grupo detrás, sintiendo que aún tenían mucho que aprender y enfrentar antes de siquiera pensar en alcanzar su nivel.
Lira: (suspirando) "Esa fue una clara advertencia."
Kaen se quedó en silencio, reflexionando. Ashara había demostrado que su poder estaba muy por encima del suyo, pero también había dejado claro que todavía quedaba un largo camino antes de que ellos pudieran reclamar el Corazón de Fuego.
Thalen, por su parte, sentía una mezcla de admiración y temor. Sabía que Ashara no los veía como una amenaza, pero también entendía que en algún momento, si continuaban persiguiendo el Corazón de Fuego, ese enfrentamiento sería inevitable.
Kaen: (finalmente hablando) "No debemos rendirnos. Si Ashara está tan decidida a encontrar el Corazón, significa que hay algo más grande en juego de lo que imaginábamos. Sigamos adelante."
El grupo, aunque debilitado por la batalla, decidió seguir avanzando, con una renovada determinación. Sabían que Ashara les llevaba la delantera, pero también comprendían que su propio destino estaba entrelazado con los secretos de este santuario.
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Kaeloria: El Despertar de las Sombras
FantasyEn el mundo de Kaeloria, las facciones elementales luchan por el control del equilibrio natural. Thalen, un joven Sintiente del Agua con la capacidad inusual de manipular sombras, se ve arrastrado al centro de una profecía antigua. Junto a sus aliad...