Capítulo 13: Las Sombras del Viento

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El rugido ensordecedor de la tormenta resonaba en la cámara del Nexo de los Vientos, donde los elementos del aire y las sombras colisionaban en un caótico remolino. Todos se encontraban frente a la imponente esfera oscura que flotaba en el centro, emanando energía maligna. El aire se volvía más denso a cada segundo, como si intentara aplastarlos bajo su peso invisible.

Thalen no podía apartar la mirada de la esfera. Su conexión con las sombras parecía intensificarse en presencia de aquella entidad oscura. Sentía las corrientes de sombra en su interior retorciéndose y respondiendo a la llamada de aquella presencia. Algo en su interior le susurraba que este no era un simple desequilibrio elemental, sino un antiguo poder que despertaba desde las profundidades de Kaeloria.

Lira, con el ceño fruncido, analizaba la situación. El viento estaba descontrolado, girando en patrones erráticos que escapaban a su dominio. Incluso en su tierra natal, las corrientes la desobedecían. Cerró los ojos, concentrándose profundamente, tratando de sintonizarse con el aire que había aprendido a controlar desde niña. Skyreach la había reconocido como una de sus propias hijas, pero algo oscuro bloqueaba esa conexión. Se volvió hacia Thalen, quien miraba fijamente la esfera.

Lira: "¿Qué sientes, Thalen? Hay sombras aquí, pero no son solo sombras comunes, ¿verdad?"

Thalen respiró hondo, apartando sus ojos de la esfera para mirar a Lira.

Thalen: "Es más que eso... Es como si esta oscuridad se estuviera entrelazando con el viento, corrompiendo su flujo. Siento que si no detenemos esto, las sombras no solo tomarán el Nexo, sino que se extenderán por todo Skyreach."

Kaen, siempre el más impetuoso del grupo, soltó un bufido de frustración, llamas chisporroteando en sus puños.

Kaen: "¡Entonces acabemos con ella! No podemos seguir dejando que esta cosa se salga de control."

Varyn, observando la esfera con una intensidad ardiente, estaba concentrado en las fluctuaciones de calor a su alrededor. Aunque el viento no era su elemento principal, su habilidad para manipular el fuego le otorgaba una perspectiva única sobre el caos. Las corrientes de aire descontroladas afectaban la temperatura, y él sentía que podría usar su fuego para estabilizar el ambiente, si lograba canalizarlo correctamente.

Varyn: "No podemos atacar sin un plan. Esta esfera es solo una manifestación del desequilibrio... algo más grande está detrás. Tal vez incluso conectado con esa antigua entidad de la que hemos escuchado hablar: El Desgarrador."

El nombre resonó en el aire como una amenaza latente. El Desgarrador era una leyenda que circulaba por las facciones elementales desde tiempos inmemoriales, una entidad oscura sellada en las profundidades de Kaeloria, capaz de devorar los elementos y romper el equilibrio que mantenía al mundo en armonía. Pero esa leyenda siempre había sido considerada solo un mito... hasta ahora.

Lira respiró hondo y asintió.

Lira: "Sea lo que sea, no podemos dejar que gane terreno. Tenemos que sellar la fuente de esta oscuridad, o Skyreach caerá en caos."

El grupo se preparó, cada uno adoptando su posición. Lira extendió sus manos hacia el viento, intentando domar las corrientes rebeldes. Thalen cerró los ojos, dejando que las sombras dentro de él se extendieran, comenzando a entrelazarse con las energías que emanaban de la esfera. Kaen levantó sus puños, rodeado de un aura de calor que distorsionaba el aire a su alrededor. Varyn, manteniendo su conexión con el fuego, preparaba sus habilidades para canalizar el calor y estabilizar las corrientes turbulentas.

Mientras se preparaban, un ruido profundo y amenazante se levantó desde el interior de la esfera, como un gruñido distante. De repente, la oscuridad comenzó a retorcerse y de ella surgieron figuras sombrías, humanoides, pero distorsionadas, como sombras que habían adquirido forma física. Estas criaturas, sin rostro ni voz, avanzaban hacia ellos con movimientos rápidos y letales, impulsadas por la tormenta que las rodeaba.

Kaen fue el primero en reaccionar, lanzando un puño envuelto en llamas hacia la criatura más cercana. El calor del impacto la desintegró en una nube de ceniza, pero dos más tomaron su lugar, atacando con garras de sombras afiladas.

Kaen: "¡Son interminables!"

Lira luchaba por contener las corrientes desbocadas. A cada paso que daba, sentía cómo la magia del viento escapaba de su control, pero se negó a ceder. Finalmente, con un grito, lanzó una poderosa ráfaga de aire, derribando a las criaturas de sombra en su camino.

Lira: "Tenemos que llegar al centro, ¡rápido!"

Thalen, mientras tanto, seguía conectándose con las sombras de la esfera. Sentía que, a medida que luchaba contra las criaturas, sus propias sombras se fortalecían, como si estuviera absorbiendo parte de su energía. Sabía que esto era peligroso, pero también entendía que si lograba controlar esa energía oscura, podría usarla a su favor.

Finalmente, Varyn utilizó su habilidad para manipular el calor y estabilizar el ambiente. Invocó llamas controladas que disiparon las corrientes turbulentas, permitiendo que el grupo avanzara hacia la esfera con mayor seguridad. La energía del fuego también ayudó a contrarrestar la influencia de las sombras, creando un equilibrio temporal.

Varyn: "No podemos mantener esto por mucho tiempo. Thalen, tú tienes la clave. Eres el único que puede entrar en esa esfera sin ser devorado por ella."

Thalen dudó por un momento, sus ojos fijos en la entidad oscura. ¿Podría controlar realmente ese poder? ¿O acabaría cayendo víctima de él? Pero sabía que no había otra opción. Todo dependía de él.

Con determinación, Thalen avanzó hacia la esfera. Las sombras a su alrededor comenzaron a entrelazarse con las suyas propias, como si lo reconocieran. Las criaturas oscuras se apartaron mientras él se acercaba, permitiéndole llegar al núcleo. Cuando finalmente tocó la esfera, sintió una explosión de energía atravesarlo, pero no retrocedió.

En ese momento, Thalen comprendió. La esfera no era un enemigo. Era una manifestación del desequilibrio, y él tenía la capacidad de restaurar ese equilibrio utilizando tanto el poder del agua como el de las sombras. Con un grito, concentró toda su energía en su interior, llamando a las sombras para que se sometieran a su voluntad.

La esfera tembló y, lentamente, las sombras comenzaron a retroceder. Las criaturas oscuras se desintegraron y la tormenta alrededor del Nexo comenzó a calmarse. Las corrientes de viento, aunque aún agitadas, empezaron a alinearse de nuevo.

Thalen, jadeante, cayó de rodillas, agotado. La esfera había desaparecido, pero las sombras dentro de él seguían arremolinándose, ahora más fuertes que nunca. Sabía que había controlado el poder esta vez, pero que no sería la última vez que tendría que enfrentarse a él.

Lira corrió hacia él, colocando una mano en su hombro.

Lira: "Lo hiciste... has restaurado el equilibrio por ahora."

Kaen, con una sonrisa cansada, golpeó suavemente a Thalen en el brazo.

Kaen: "Bueno, amigo, supongo que esas sombras no son tan malas después de todo."

Varyn, aunque más reservado, asintió con aprobación.

Varyn: "Este fue solo el primer paso. Si realmente estamos enfrentándonos a una amenaza tan antigua como El Desgarrador, tendremos que estar más preparados para lo que viene."

Kaeloria: El Despertar de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora