El aire dentro del Mar de Cristal era distinto a cualquier otro lugar en Kaeloria. A medida que el grupo se adentraba más en las profundidades, las sombras y las luces danzaban en una eterna dualidad sobre las aguas azules. Los acantilados submarinos formaban arcos que enmarcaban las corrientes poderosas y brillantes, mientras criaturas misteriosas nadaban a lo lejos, apenas visibles, sus siluetas desdibujadas por las aguas cristalinas.
Thalen, ahora sintiendo una poderosa resonancia con su entorno, lideraba al grupo con una calma interior. El agua lo rodeaba como un manto protector, una extensión de su propio ser, mientras que las sombras se entrelazaban sutilmente, más armoniosas que antes. Pero en su corazón, una tensión persistía. No era solo el próximo desafío que le esperaba en las profundidades, sino el recordatorio constante de la advertencia del espectro en el santuario: el Desgarrador se estaba despertando.
Lira caminaba a su lado, observando las interacciones de Thalen con el agua y las sombras. Aunque había sido escéptica al principio, ahora veía el potencial en él, y se daba cuenta de que su conexión con la oscuridad no era solo un mal presagio, sino una herramienta que podía inclinar la balanza en su favor. Sabía que Thalen necesitaba comprender completamente ese poder antes de enfrentarse al Desgarrador.
Detrás, Kaen y Varyn se mantenían alerta, intercambiando miradas de reconocimiento. Ambos sentían que algo grande se aproximaba. Kaen estaba particularmente preocupado. El Corazón de Fuego seguía siendo un misterio sin resolver. Y aunque estaban en Oceval, no podía dejar de pensar en las señales que les habían advertido sobre el caos que se cernía sobre Ashenor. Sabía que el tiempo no estaba de su lado.
Ryen, el nuevo miembro del grupo, sintió la presión de estar entre ellos. Su conexión con la tierra lo mantenía firme, pero este reino acuático era extraño para él. Sin embargo, observaba con atención los movimientos de Thalen, aprendiendo de su control y sintiendo que había mucho más por descubrir en las enseñanzas de Verdonis.
A medida que se acercaban al núcleo del Mar de Cristal, la energía a su alrededor cambió drásticamente. Las corrientes comenzaron a volverse más violentas, y las sombras en el fondo del mar parecían cobrar vida, ondulando como serpientes a la espera de su presa. La sensación de peligro crecía con cada paso.
Lira: "Algo no está bien aquí... Estas sombras no son como las anteriores. Hay una fuerza que las guía."
Thalen: "Lo siento también. Es como si fueran conscientes... como si estuvieran esperando algo."
De repente, una ráfaga de energía oscura los rodeó, y las sombras se elevaron del agua, formando figuras humanoides que parecían hechas de pura oscuridad. Estas entidades se movían rápidamente, acercándose al grupo con intenciones hostiles. Eran similares a las sombras que Thalen había visto antes, pero más agresivas, más definidas.
Kaen: (desenvainando su espada) "¡Prepárense, vienen hacia nosotros!"
Las sombras atacaron con velocidad, sus formas cambiantes dificultando la tarea de predecir sus movimientos. Thalen, sintiendo la presión, extendió sus manos y trató de controlar a las sombras, pero se dio cuenta de que estas no obedecían su voluntad. Estaban fuera de su control, como una versión distorsionada de su propio poder.
Thalen: "¡No puedo controlarlas! Están ligadas a algo más grande."
Kaen: "¡Entonces las destruiremos!"
Kaen invocó el fuego desde sus manos, lanzando ráfagas ardientes hacia las sombras. El calor brillaba intensamente bajo el agua, quemando a las entidades oscuras, pero no eran fáciles de derrotar. Cada vez que una caía, otra surgía de las profundidades.
Ryen, al ver la dificultad del grupo, decidió actuar. Creó una onda de choque de energía terrestre que se extendió bajo el agua. Las corrientes se estabilizaron momentáneamente, y algunas de las sombras fueron empujadas hacia las rocas. Sin embargo, la victoria parecía lejana.
De pronto, una sombra más grande emergió del corazón del mar, una figura imponente que se levantó sobre ellos. Era distinta a las demás, más sólida, y en sus ojos brillaba una luz oscura. Esta entidad parecía consciente, una manifestación del mismo poder que Thalen había estado intentando comprender.
Entidad de las Sombras: "El equilibrio está roto... El Desgarrador reclama su libertad, y ustedes son los instrumentos de su liberación."
Thalen sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Esta entidad no era una simple sombra, sino algo más antiguo, una fuerza ligada a los mismos eventos que habían sellado al Desgarrador milenios atrás.
Thalen: "¿Quién eres? ¿Por qué estas sombras me siguen?"
La entidad oscura se acercó lentamente, su voz resonando como un eco en sus mentes.
Entidad de las Sombras: "Soy el Guardián de la Penumbra... el vigilante entre los mundos. Las sombras no te siguen por accidente, Thalen. Tú eres el elegido... el portador de la sombra que puede destruir o salvar este mundo. Pero primero, debes pasar la prueba... Debes enfrentar a tu propia oscuridad."
Las palabras del Guardián resonaron en la mente de Thalen. Todo lo que había temido estaba ante él, pero esta vez no podía huir. Sabía que la única manera de entender su conexión con las sombras era enfrentarse a ellas.
Thalen: "Estoy listo."
La entidad sonrió, si es que una sombra podía hacerlo, y de repente, Thalen fue envuelto en una oscuridad total, separándose del resto del grupo. Estaba solo en un vacío infinito, rodeado únicamente por las sombras que siempre lo habían perseguido.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Espero que disfruten los nuevos capítulos. ¡Feliz lectura! 😉
¡Nos leemos en un próximo capítulo!
L.S. Roderon xx
ESTÁS LEYENDO
Kaeloria: El Despertar de las Sombras
FantasyEn el mundo de Kaeloria, las facciones elementales luchan por el control del equilibrio natural. Thalen, un joven Sintiente del Agua con la capacidad inusual de manipular sombras, se ve arrastrado al centro de una profecía antigua. Junto a sus aliad...