El grupo se alejaba del Mar de Cristal, exhalando aliviados mientras las aguas tumultuosas quedaban atrás. El ambiente alrededor de ellos cambió drásticamente: el aire se tornó cálido y seco, y el Reino de Ashenor apareció en el horizonte. La costa estaba marcada por colinas negras, restos de antiguas erupciones volcánicas que rasgaban el horizonte con formas imponentes. El aire, denso y abrasador, contrastaba con la brisa fresca que llegaba del mar a sus espaldas. Sabían que el Corazón de Fuego estaba en algún lugar entre esos picos humeantes, y la urgencia los empujaba a continuar.
Thalen, ahora más consciente de su control sobre las sombras, se sentía diferente, más centrado. Había logrado equilibrar la luz y la oscuridad dentro de él, pero la amenaza del Desgarrador aún lo perseguía. Aunque había encontrado cierta paz, sabía que el verdadero desafío estaba lejos de terminar.
Kaen, quien lideraba el camino hacia Ashenor, estaba más inquieto que nunca. No podía apartar su mente de su hogar y de la situación crítica que se estaba desarrollando allí. El caos se extendía rápidamente por el reino, y la fuente del conflicto era clara: la ausencia del guardián del fuego había desestabilizado todo. Sin él, los volcanes se descontrolaban, y las tierras que Kaen tanto amaba comenzaban a colapsar en el caos.
Lira notaba la tensión en Kaen y trató de ofrecerle consuelo. Aunque ella era pragmática, también sabía que sus palabras no serían suficientes.
Lira: "Kaen".
Dijo mientras se acercaba a él.
Lira: "sé que esto no es fácil. Pero lo encontraremos. El guardián del fuego está allí afuera, y cuando lo hagamos, restauraremos el equilibrio en Ashenor."
Kaen asintió en silencio, sin apartar los ojos de las montañas en el horizonte.
Kaen: "Debemos ser rápidos," dijo finalmente. "Ashara nos espera. El Desgarrador no dará tregua, y si Ashenor cae, será solo el principio."
El camino hacia los volcanes fue largo y arduo. Ryen sentía el peso de estar en un territorio tan distante de Verdonis, pero la tierra debajo de sus pies seguía hablándole en su propio lenguaje.
Ryen: "El fuego aquí es inquieto".
Comentó mientras sus manos rozaban el suelo caliente.
Ryen: "Este lugar está al borde de una erupción cataclísmica."
Varyn se mantenía en silencio, observando a su alrededor con cautela. Sabía que cuanto más se acercaban a su objetivo, más peligros enfrentaban. Había escuchado historias sobre los guardianes y su conexión con los elementos, y sabía que encontrar al guardián del fuego no sería una tarea sencilla. El guardián era poderoso, pero también era impredecible, y con el Desgarrador acechando, todo estaba en juego.
Finalmente, después de horas de viaje, llegaron a los pies de la montaña más alta de Ashenor. El volcán, conocido como Mount Ignis, era una fuerza imponente de la naturaleza, su cima envolviendo al cielo en una columna de humo negro y cenizas.
Kaen: "El guardián del fuego debe estar aquí... Si está en algún lugar, es en el corazón de este volcán."
Thalen miró hacia arriba, sintiendo la presión del ambiente. Las sombras a su alrededor comenzaron a agitarse de nuevo, como si respondieran a una presencia más grande. Sabía que el guardián del fuego no estaría solo.
Thalen: "Tendremos que tener cuidado. La presencia del Desgarrador se siente más fuerte aquí."
Kaen: (tenso) "No hay vuelta atrás. Vamos."
Subieron la montaña en silencio, sus pies resbalando sobre la roca volcánica mientras el calor abrasador les golpeaba el rostro. El aire estaba cargado de energía, y cada paso los acercaba al núcleo del volcán, donde sabían que el guardián del fuego aguardaba. A medida que ascendían, el cielo se oscurecía, y una sensación de pesadez se asentó sobre ellos. Era como si el volcán mismo estuviera al borde de una explosión, esperando el momento adecuado para desatar su furia.
Cuando finalmente llegaron a la cima, se encontraron en el borde de una vasta caldera. En el centro, un lago de lava burbujeaba con intensidad, iluminando la escena con una luz rojiza y amenazante. De pie en una plataforma de roca, rodeado por el calor y el poder del volcán, estaba el Guardián del Fuego.
El guardián era imponente, una figura envuelta en llamas que parecían danzar alrededor de él como si estuvieran vivas. Su armadura negra y bronce brillaba con el calor, y sus ojos, rojos como la lava, se posaron sobre el grupo con una mirada intensa. Pero algo no estaba bien. Había una oscuridad en su mirada, una sombra que no debería estar allí.
Guardián del Fuego: (con voz resonante) "Han llegado tarde... El Corazón de Fuego ya no está aquí. El Desgarrador... lo ha reclamado."
El grupo se quedó helado ante esas palabras. La posibilidad de que el Corazón de Fuego estuviera en manos del Desgarrador era aterradora.
Kaen: (enfurecido) "¿Cómo es posible? ¡Tú eras el guardián! ¡Tu deber era protegerlo!"
El guardián apretó los puños, su expresión llena de dolor y rabia.
Guardián del Fuego: "Fui traicionado... Las sombras... invadieron mi mente. No fui lo suficientemente fuerte. El Desgarrador ha corrompido mi poder, y ahora... el equilibrio está roto."
Thalen sintió el peso de las sombras a su alrededor, como si estuvieran reaccionando a la presencia del guardián.
Thalen: "Podemos detener esto. Debemos detenerlo antes de que sea demasiado tarde."
El guardián miró a Thalen con ojos de fuego.
Guardián del Fuego: "Si quieren salvar a este mundo, primero deben enfrentarse al fuego dentro de mí. Deben purgar las sombras de mi ser. Pero tengan cuidado... no será una tarea fácil."
El grupo se preparópara el desafío. Sabían que este sería un enfrentamiento crucial. Las sombras yel fuego estaban entrelazados en un conflicto que no solo afectaba a Ashenor,sino a todo Kaeloria. Y ahora, con el Desgarrador más cerca que nunca dedespertar completamente, cada segundo contaba.
ESTÁS LEYENDO
Kaeloria: El Despertar de las Sombras
FantasyEn el mundo de Kaeloria, las facciones elementales luchan por el control del equilibrio natural. Thalen, un joven Sintiente del Agua con la capacidad inusual de manipular sombras, se ve arrastrado al centro de una profecía antigua. Junto a sus aliad...