Kaeloria: El Despertar de las Sombras

Capítulo 22: Las Aguas del Mar de Cristal

La vastedad del océano se desplegaba ante ellos, el horizonte fundiéndose en un juego interminable de olas y luz. El Mar de Cristal, famoso por su belleza y sus peligros ocultos, se alzaba como el próximo desafío en el camino del grupo. Las plataformas flotantes de Oceval los llevaban hacia el centro del reino de los Sintientes del Agua, donde el guardián aguardaba.

Thalen lideraba la marcha con una serenidad nueva en sus ojos. Sentía que cada paso lo acercaba más a su destino, y a medida que la brisa marina acariciaba su piel, la conexión con el agua fluía más fuerte que nunca. Las enseñanzas de Verdonis habían transformado su forma de sentir la energía elemental; ahora no solo escuchaba el agua, sino que también podía sentir la tierra sólida bajo las olas, percibiendo el equilibrio entre los elementos.

Ryen, quien se había unido a ellos en Verdonis, caminaba a su lado. Su vínculo con la tierra era palpable incluso en este ambiente acuático, como si una raíz invisible lo anclara a cualquier lugar en que se encontrara.

Ryen: "El mar es algo completamente nuevo para mí. Pero puedo sentir cómo se entrelaza con la tierra. Es una danza eterna, Thalen. Y tú estás en medio de ella."

Thalen: "He comenzado a entenderlo. No es solo sobre dominar un elemento... sino sobre conectarlos todos."

Lira observaba con interés mientras Thalen hablaba. Sabía que él se estaba preparando para algo más grande, un poder que pocos podían siquiera imaginar. Pero también entendía que los peligros serían igualmente colosales.

Lira: "Lo que aprendas aquí será crucial para lo que está por venir. Todos lo sabemos. El caos que Ashara nos pidió detener no puede ser enfrentado sin que estemos en nuestra máxima capacidad."

El grupo pronto llegó al límite donde las plataformas de Oceval terminaban, dando paso a las aguas cristalinas que marcaban el inicio del dominio del guardián.

Varyn y Kaen, que habían estado en silencio, ahora se acercaron. Sabían que el tiempo era crucial. La amenaza de El Desgarrador se sentía más cercana con cada día, y el caos comenzaba a emerger en diferentes partes de Kaeloria. Los rumores de disturbios en Ashenor y otros reinos no dejaban de aumentar. El grupo estaba consciente de que no podían permitirse fallar aquí.

Varyn: "El Corazón de Fuego también nos espera en Ashenor. Debemos estar listos para enfrentarlo. Si lo que Ashara teme es cierto, entonces cada paso que damos ahora es vital para la guerra que está por venir."

Kaen: "Pero para llegar a Ashenor con la fuerza necesaria, debemos completar lo que comenzamos aquí. Los Sintientes de Fuego no entregarán su poder fácilmente. Al igual que los demás guardianes, querrán probar nuestra valía."

Thalen sintió una ligera resistencia en el agua, como si se le pidiera que se despojara de cualquier duda antes de continuar. Podía percibir los latidos del agua, cada pulsación resonando con su propia energía.

Cerró los ojos, enfocándose en todo lo que había experimentado desde que comenzó su viaje. Los desafíos que había superado, los poderes que había despertado... y las incertidumbres que aún albergaba sobre su verdadero papel en la guerra que se avecinaba. Pero mientras respiraba profundamente, una sensación de claridad lo inundó. Él era más que el agua, más que las sombras; era un vínculo entre los elementos, un puente entre lo que fue y lo que sería.

Cuando abrió los ojos, el agua frente a él se partió en dos, revelando un sendero hacia el corazón del Mar de Cristal.

Thalen: "El guardián nos espera."

El grupo avanzó, sintiendo el peso de la responsabilidad aumentar con cada paso. No solo se trataba de encontrar al guardián del agua; el destino de Kaeloria dependía de su éxito. Thalen lideraba, sabiendo que lo que estaba por venir sería más difícil que cualquier otra prueba que hubieran enfrentado antes.

Al final del camino, una gran figura se alzaba en medio del agua, su cuerpo formado por las mismas corrientes que fluían a su alrededor. El Guardián del Agua los observaba, sus ojos brillando con una luz azul profundo, como el océano en su totalidad.

Guardían del Agua: "Son bienvenidos en mi dominio. Pero el verdadero desafío no será el poder que traen, sino el equilibrio que han encontrado entre los elementos. Kaeloria está al borde del colapso, y solo aquellos que dominen su propio caos interno podrán detener lo que está por venir."

El desafío estaba ante ellos, y sabían que no había marcha atrás. El destino de Kaeloria, y del mundo mismo, dependía de las próximas decisiones que tomarían.