Kaeloria: El Despertar de las Sombras

Capítulo 18: Guardianes

El grupo descendió del Templo de la Tempestad, sintiendo una mezcla de alivio y tensión en el aire. Aunque habían derrotado al guardián y obtenido el tercer pilar, la amenaza del Desgarrador aún se cernía sobre ellos. La tormenta que antes rugía con furia se había calmado, como si el templo les hubiera concedido una tregua temporal.

Lira continuaba guiándolos, su mirada fija en el horizonte donde el Santuario del Viento se alzaba. Sin embargo, algo la inquietaba. Desde que habían tomado la esfera de energía, sentía un desbalance en la atmósfera, como si algo oscuro se estuviera moviendo más rápido de lo que imaginaban.

Lira: "No podemos demorarnos. El ritual debe hacerse cuanto antes, pero... siento que no estamos solos. Algo más nos está siguiendo."

Varyn: "¿Algún tipo de emboscada? No sería la primera vez."

Kaen: "Sea lo que sea, estamos listos para enfrentarlo. Ya hemos superado mucho, y juntos somos más fuertes."

Thalen, quien hasta ese momento había permanecido en silencio, observaba el paisaje a su alrededor con una sensación de desconfianza. Sentía algo en el viento, una presencia extraña que no lograba identificar del todo. A pesar de sus poderes, el ambiente en Kaeloria seguía sorprendiéndolo. Desde las profundidades de las sombras hasta las corrientes de agua, todo parecía entrelazado, pero también caótico.

Mientras caminaban, un sonido tenue resonó en el viento, como si alguien o algo se acercara rápidamente. Lira detuvo su paso abruptamente, alzando la mano para indicar al grupo que se detuviera. El sonido se hizo más fuerte, y de pronto, una ráfaga de aire golpeó al grupo, casi haciéndolos caer.

De entre las sombras de una formación rocosa, apareció una figura alta, envuelta en una capa oscura que ondeaba al ritmo del viento. Su rostro estaba oculto por una máscara plateada que brillaba tenuemente a la luz del sol. La figura se movía con una fluidez casi etérea, como si el viento mismo le permitiera avanzar sin esfuerzo.

Desconocido: "Finalmente los encuentro..."

Kaen: "¿Quién eres? ¡Muéstrate!"

La figura retiró lentamente la capucha de su capa, revelando el rostro de una mujer joven, con ojos plateados que reflejaban las tormentas. Su cabello flotaba alrededor de ella como si estuviera constantemente atrapado en una brisa invisible.

Desconocida: "Mi nombre es Zeyra. Soy una Sintiente del Viento y una guardiana de las antiguas profecías de Skyreach."

Lira: "¿Guardiana? No sabíamos de ti."

Zeyra: "Eso es porque no necesitaban saberlo... hasta ahora."

La tensión creció en el aire mientras Zeyra observaba a cada miembro del grupo con un escrutinio cuidadoso. Finalmente, sus ojos se posaron en Thalen.

Zeyra: "Tú... eres el que controla el agua y las sombras. He escuchado rumores sobre tus habilidades. Pero aún no comprendes tu verdadero papel en todo esto, ¿verdad?"

Thalen frunció el ceño, sintiendo un escalofrío recorrer su columna.

Thalen: "¿Qué es lo que sabes?"

Zeyra: "Sé que tus poderes están más entrelazados con el destino de este mundo de lo que imaginas. El Desgarrador se alimenta del desequilibrio de los elementos. Y tú, Thalen, representas una unión única, un equilibrio entre la luz y la oscuridad. Es por eso que te busca."

Varyn: "¿Te busca? ¿Qué significa eso?"

Zeyra: "El Desgarrador no es solo una entidad. Es un concepto, un vacío que consume todo a su paso. Y aquellos que, como Thalen, poseen la habilidad de dominar lo opuesto... se convierten en su objetivo."

Un silencio inquietante cayó sobre el grupo. Thalen sintió el peso de esas palabras hundirse en su pecho. Había sentido durante mucho tiempo que algo estaba mal, que su conexión con las sombras traía más preguntas que respuestas, pero nunca había considerado que su existencia estuviera directamente ligada al Desgarrador.

Thalen: "Entonces, si el Desgarrador está detrás de mí... ¿qué debo hacer?"

Zeyra: "Debes ser más fuerte. Debes dominar tanto las sombras como el agua de manera completa. Pero también... necesitarás aliados. No solo los que te rodean ahora, sino aquellos que aún no has encontrado."

Kaen: "Hablas en acertijos, Zeyra. ¿A qué te refieres?"

Zeyra dio un paso hacia adelante y extendió su mano, abriendo su palma para revelar un símbolo brillante grabado en su piel: el emblema de Skyreach.

Zeyra: "Hay otros como yo en las tierras de los vientos, guardianes que velan por el equilibrio. Pero también hay guardianes en las tierras del agua, la tierra y el fuego. Sin ellos, no podrán detener al Desgarrador. Cada uno de ustedes deberá encontrar su propio guardián y obtener su bendición."

Lira: "¿Entonces debemos ir a cada reino? Encontrar a estos guardianes para restaurar el equilibrio de Kaeloria."

Zeyra: "Así es. Pero cada reino tendrá sus propios desafíos, y los guardianes no se entregarán fácilmente. Sus pruebas serán duras, y solo aquellos dignos podrán recibir su bendición."

Thalen: "¿Y dónde encontramos a estos guardianes?"

Zeyra: "El próximo guardián se encuentra en las profundidades del Reino de la Tierra, donde los elementos convergen en un caos subterráneo. Solo alguien con una conexión profunda con la roca y el suelo podrá llegar hasta él."

Varyn: "El Reino de la Tierra... eso significa que nuestro próximo destino es Verdonis, hogar de los Sintientes de la Tierra."

Lira: "Verdonis... Un lugar donde la vida florece entre las rocas y las raíces se hunden profundo en el suelo. Será un reto navegar en ese territorio."

Thalen: "Entonces, primero iremos a Verdonis, encontraremos al guardián de la tierra y luego continuaremos con los demás."

Zeyra: "Que los vientos te guíen entonces. Y recuerda... el tiempo se agota."

Antes de que Zeyra se desvaneciera por completo, hizo un gesto hacia Lira.

Zeyra: "Pero antes de que partas, Lira, hay algo que debes saber."

Lira se detuvo, observando a la guardiana con curiosidad.

Zeyra: "El viento te ha elegido, Lira, pero aún no has entendido su verdadero poder. Antes de que te vayas, te enseñaré a escuchar los susurros del viento, a sentir su dirección en cada paso y a invocar la fuerza de la tormenta cuando sea necesario."

Lira asintió con determinación, y Zeyra extendió su mano hacia ella. Un suave remolino de aire rodeó a ambas, y durante lo que pareció un breve instante, Lira se encontró inmersa en un mundo de corrientes de aire, vientos huracanados y brisas tranquilas. Zeyra le mostró cómo conectarse profundamente con el viento, cómo sentir sus fluctuaciones y cómo convocar ráfagas con precisión.

Al regresar al mundo real, Lira sintió una nueva conexión con su elemento. No solo podía controlar el viento, sino que ahora podía predecir sus movimientos, escuchar sus advertencias y utilizar su poder de formas que antes le parecían inalcanzables.

Zeyra: "Ahora estás preparada, Lira. El viento siempre estará contigo."

Lira: "Gracias, Zeyra. No fallaré."

Con esas palabras, Zeyra se desvaneció en una ráfaga de viento, dejando al grupo solo frente a la vastedad del camino que les esperaba.