Colton
Desde que subimos al maldito avión no fui capaz de concentrarme en lo que estaba haciendo. No podía dejar de mirar por encima de la pantalla a mis hijos dormidos y a su niñera, quien era la culpable de mi total distracción.
La vi sonreír varias veces al teléfono como una idiota ¿Qué estaría viendo? ¿con quién estaría hablando? solo de pensarlo me hervía la sangre, apreté los puños varias veces intentando controlarme para no montar una escena, era lo último que necesitaba.
—¿Ocurre algo señor Fernsby? —La dulce voz de Aida me hizo levantar la mirada.
—No ¿ por qué?
—Por qué me va a terminar agujereando el abrigo si me sigue mirando así de fija e intensamente
Mi ceño se frunció lo que hizo que ella sonriera y se reía ante mi reacción, me levanté de mi asiento haciendo que se le borrara la sonrisa y tragara saliva, me acerqué a ella y agachándome para dejar mi cara cerca de la suya apoye las manos en los reposa brazos para sostenerme.
—¿Ya no eres tan valiente Aida?
—Colton, para, los niños se pueden despertar en cualquier momento y no me apetece escuchar las cosas que les dirás para explicar esto —Susurró empujándome.
Lo cual me hizo perder el equilibrio, le agarré de las manos y tiré de ella haciéndonos caer a los dos en mi asiento, yo sentado y ella encima de mi. Intentó quitarse, pero no la dejé sino que la apreté más contra mí escondiendo mi cara en su cuello oliendo su colonia.
Aida tenía la respiración agitada y entrecortada además del ligero temblor de su cuerpo, estaba totalmente nerviosa además de avergonzada siendo delatada por los colorete que le salieron en las mejillas.
—Sabes que no podemos estar así, si nos ven...
Le tapé la boca cuando vi a Mason removerse y me levanté de golpe llevándola conmigo a uno de los dos cuartos que había en el jet. Cerré la puerta detrás de mí y le puse el seguro, la empujé suavemente a la cama cuando estaba distraída haciendo que chillara a la vez que rebotó, sin poder evitarlo solté una carcajada lo que hizo que me mirara con el ceño fruncido y roja como un tomate.
Me dejé caer a su lado mientras seguía riéndome y esta me dio una manotazo en el pecho haciéndome mirarla.
—No tiene gracia, era algo que no me esperaba
—Créeme si lo ha sido —Comenté volviendo a reírme.
Su labio tembló sin poder ocultar la sonrisa antes de empezar a reirse.
—Tienes una sonrisa y una risa muy bonitas, deberías de hacerlo más —Susurré mirando al techo.
Me apoyé en un brazo para quedar de lado, con mi mano libre la agarré de la cara y se la giré en mi dirección y me acerqué para besarla de manera lenta y pausadamente. El beso se fue tornando más intenso a medida que pasaba el tiempo de manera que terminé con ella encima sin dejar de besarnos mientras sus manos me tiraban ligeramente del pelo y las mías estaban en su culo.
—Colton hay que parar...
Volví a atrapar sus labios cuando empezó a hablar, absorbiendo su labio de abajo haciéndola soltar un ligero gemido que hizo que se me revolviera todo por dentro.
—Colton...
Suspiré con frustración y le di un último pico antes de colocarle los pelos en sus sitio que se habían salido de la pinza que los sujetaba.
—Esto no está bien y lo sabes, tú estás prometido y...
—Mi prometida no está aquí.
Me puso muy mala cara ante esa afirmación, había sondado como un gilipollas integral.
—Me da igual Colton —Se levantó de golpe y me miró cabreada— créeme que yo a esa mujer no la soporto y si estuviera aquí la había empujado hace ya un rato fuera del avión, pero como mujer que soy me pongo en su posición y me frustra por que no me haría ni puta gracia que el hombre con el que me voy a casar se este liando con otra.
—Aida...
—¡No joder entiéndelo! no soy el segundo plato de nada y no voy a ser los putos cuernos joder.
Sin dejarme decir nada salió de la habitación dando un fuerte portazo que hizo que una de las azafatas viniera a ver si todo estaba bien.
Aida
Me dejé caer en el asiento con frustración, me giré para ver a Mason que me miraba fijamente como si me intentara leer la mente.
— ¿Por qué estás enfadada?
—Por nada cielo, tu no te preocupes— Le dije abrazándolo cuando se sentó en mi regazo para poder abrazarme.
—No me mientas, no soy tonto, ¿has discutido con papá?
—Algo así —Murmuré.
—Pues nada de lo que él te haya dicho de ti es verdad, yo te quiero mucho Aida.
—No te preocupes enano, yo también te quiero mucho.
—¿Y a mi?
Miré para abajo y me encontré a un Christopher con cara de recién levantado abrazado a mi brazo mirándome con cara de perrito abandonado.
—A ti también tonto, ¿ por que no dormís un poco más?
—Por que si no después el cambio horario nos afectará más
Asentí dándole toda la razón del mundo y empezamos a ver una película.
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Una niñera a la española
Teen Fiction¿Viajar a New York para conseguir tus sueños y acabar siendo la niñera de los hijos de un ricachón? ¿Qué podría salir mal? *la historia esta siendo actualizada y se están realizando algunos cambios* ⚠️PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN O COPIA⚠️