Déjame caminar contigo - SaTzu

Se acabó

Sana se encontraba en el jardín de su majestuosa mansión. Su rostro resplandecía con una sonrisa radiante, iluminada por la satisfacción de un domingo perfecto. Su mirada se clavó directamente a su celular, esperando algún mensaje de Dahyun. Quería saber si ya había llegado a su casa, no podía evitar mirar su celular cada segundo, esperando ver el nombre de Dahyun en la pantalla.

Sonrió ligeramente y, con un movimiento decidido, envió un mensaje a Dahyun, dando así el primer paso.

Tzuyu terminó de lavar los trastes con un suspiro de satisfacción, se acercó a la cama para verificar que su abuela estuviera dormida tranquilamente y claro que todo en ella estuviera bien. Luego se dirigió al sofá para descansar, y escuchó el sonido de un mensaje entrante.

Mi pequeña Shiba ♡: "¿Ya llegaste a tu casa?"

-Sí, ya estoy en mi casa.- respondió con una sonrisa.

Sana hizo un puchero, saber eso era bueno, ahora la duda era cómo seguir la conversación. Siempre hablaban, pero ahora lo sentía muy diferente: ahora tendrían una cita.

-¿Sigue en pie que yo elija el lugar?-dijo, para luego enviarlo.

Tzuyu sobrepensó con ese mensaje, ¿acaso había hecho algo malo para que Sana creyera que era mentira lo que dijo? Recordando con exactitud qué palabras había dicho, pero estaba segura que se lo dijo con seguridad, entonces ¿Por qué Sana tenía dudas?

-Por supuesto que sí, ¿Por qué la pregunta?-dijo como si la chica estuviera ahí mismo.

Se preguntaba si Mina y Chaeyoung tenían este tipo de conversaciones cuando salían solas, por el momento a ella le estaba entrando el pánico, quizás en el fondo Sana no está interesada en salir y ella la está presionando o peor aún, su madre las descubrió y ahora se encuentra en una trampa en la que Sana quiere que le diga la verdad.

-Solo era para confirmarlo, qué tal si cambiabas de opinión.

Su respuesta le había dado un alivio a Tzuyu.

Ambas chicas respondían como si estuvieran al lado.

-Tratándose de ti, eso jamás pasaría. Minatozaki Sana, yo nací para obedecer tus órdenes.

Eso último lo dijo para que Sana se sintiera segura, más no esperó la respuesta que daría.

-¡Así me gusta! ¡que me obedezcan!

Tzuyu esperaba una respuesta sencilla como un "no cómo crees", de seguro Sana se había dejado llevar un poco por su ego, pero le encantaba sentir a Sana tan segura de sí misma.

-¡Oye!

Sana se rio, le encantaba las pláticas que tenía con Dahyun. Pero su diversión se interrumpió cuando su madre apareció en la puerta trasera.

-Sana, ya es hora de dormir.

-En seguida madre, solo me despediré de Dahyun.-contestó.

-Bien, te espero.

Rápidamente escribió un mensaje de despedida a Dahyun.

-Debo irme.-había escrito Sana.-Descansa Dahyun, sueña bonito.

Tzuyu sonrió y respondió rápidamente.

-Buenas noches, Sana. Que descanses bien.

Sana y Tzuyu sabían que ahora venía una semana demasiado larga, ya querían que fuera domingo.

(...)

En el colegio Wayne, a Tzuyu siempre se le ha reconocido su inteligencia, aunque algunos no estuvieran de acuerdo por su situación económica, ella era la representante de ese colegio en cada concurso, pero no era muy buena para llegar temprano. La más alta llegó jadeante al lugar, temiendo recibir otra reprimenda por su tardanza, las pocas veces que llegaba temprano el director le daba una medalla exclusivamente para ella, pero la lógica de Tzuyu era otra, ya que su edificio estaba cerca del colegio, pero aun así falla. Por algo en su antigua escuela iba de tarde. Sin embargo, al entrar en el campus, se encontró con un ambiente inusual.