¨La vida da sorpresas que no esperas, ante esto, lo menos que puedes hacer es solo aceptarlo y seguir adelante, es decir, la vida es la vida ¿Qué más se puede hacer?
__________________________________________________________
Creo que todo el que se...
(Cercanías de la ciudad de Lior, desierto en el Este, Amestris)
El sol ascendía lentamente en el horizonte, tiñendo el vasto desierto con un manto dorado que reflejaba su luz ardiente. La arena, fina y caliente, se deslizaba entre los dedos de aquellos que se atrevían a caminar por tierras tan implacables como era el caso de nuestro pequeño grupo de tres. El viento, juguetón y caprichoso, levantaba pequeñas nubes de arena que danzaban en el aire, convirtiendo el paisaje en una obra de arte cambiante, efímera e implacable. Que sería más disfrutable de no ser por el mendigo calor que estaba haciendo.
En ese aspecto prefiero el desierto mucho más de noche que de día.
A cada instante, el sol lo impregnaba de su calor, mientras el cielo se expandía en un azul profundo, casi angustioso en su inmensidad. Era fácil sentir cómo la fatiga comenzaba a instalarse en mis huesos, pero debía estar firme quiera o no, a fin de cuentas estaba aquí por trabajo. Las sombras se alargaban y se acortaba a nuestro paso, como si el tiempo mismo se moldeara a mi alrededor. En el silencio abrumador, solo se oía el leve susurro del viento, que parecía relatar antiguas historias de quienes habían caminado antes sobre la misma arena, dejando su huella al mismo tiempo en el suelo y en el alma.
Clara: ¡Tenía que ser el desierto! ¡¿Qué pasa con este país que tiene tanta arena sin playa?! ¡Así no funciona para mi! -dijo molesta de lo sudada que se encontraba.
Gracias por matarme la inspiración para hacer más tolerable el clima en mi cabeza, Clara. Muchas gracias... y si, estaba siendo sarcástico.
Lyra: No podemos llegar a la ciudad con un contingente militar, podríamos levantar sospechas, debemos hacernos pasar por viajeros perdidos o nómadas del desierto -dijo mientras estaba fresca como lechuga.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
... ¿Cómo rayos lo hacía? Que yo sepa nunca he visto a Lyra sudar, incluso una vez le pregunté si no le preocupaba acumular sudor hasta que un día su cuerpo no aguante más y estalle... me dijo que sería algo genial. Sin comentarios al respecto.
Alfons: No desesperen, ya casi llegamos, si no más recuerdo, según lo del mapa y siguiendo la dirección del viento... Estaremos llegando a Lior en unos pocos minutos -dije luego de subir una duna de arena. Para así poder tener a la vista nuestro objetivo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.