capitulo 5

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Vasilisa se acostó en su cama, con su hijo dormido en sus brazos. Estaba cansada después de un largo día de trabajo y solo quería descansar. Pero de repente, escuchó un ruido en la planta de abajo. Al principio, pensó que era solo el viento, pero luego escuchó pasos y voces.

Se asomó por la barandilla de la escalera y vio a unos hombres con armas que se movían sigilosamente por la casa. Su corazón se aceleró cuando vio que uno de ellos apuñalaba a su guardia de seguridad.

se quedó paralizada de miedo, pero luego reaccionó y tomó a su pequeño en brazos. Tenía que salir de la casa lo antes posible. Bajó las escaleras lo más silenciosamente posible, tratando de no llamar la atención de los asesinos.

Logró llegar al parking y corrió hacia su auto, pero cuando llegó, se encontró con un hombre con traje rodeado de hombres. Era el hombre más atractivo y peligroso que había visto en su vida.

-Vasilisa- dijo Antoni, su voz baja y seductora. -Es un placer conocerte finalmente-

Vasilisa se quedó paralizada de miedo, sin saber qué hacer. Su bebe comenzó a llorar en sus brazos y ella trató de calmarlo, pero Antoni se acercó a ellos.

-No te preocupes, Vasilisa no te haré daño... por ahora- aspecto.

La rusa sentía que su corazón le iba a salir del pecho, el miedo la inundó estaba aterrada.

se acercó a Vasilisa y le quitó al bebé de los brazos. Ella trató de resistir, pero él era demasiado fuerte. Comenzaron a pelear, Vasilisa tratando de recuperar a su hijo, pero Antoni la sujetaba con fuerza.

En el forcejeo, Vasilisa se sintió mareada y débil. La última cosa que recordó fue el rostro del hombre antes de desmayarse en sus brazos.

-Metanla en el auto- le ordenó a sus hombres -Vamos a salir de aquí-

Sus hombres obedecieron y la llevaron inconsciente al auto. Antoni se subió con Demon en brazos y se sentó junto a Vasilisa.

-Vamos a Italia-le dijo a su conductor. -Tenemos un avión esperándonos-

El auto se puso en marcha y se dirigió hacia donde esperaba el avion. Vasilisa seguía inconsciente, sin saber qué le había sucedido ni dónde estaba.

Antoni miró a Demon y sonrió.

-Ahora eres mío- le dijo -Y pronto, tu madre también-

El auto llegó hasta el lugar y se detuvo junto al avión. Antoni se bajó con Demon en brazos y ordenó a sus hombres que subieran a Vasilisa al avión.

Una vez que todos estuvieron a bordo, el avión despegó y se dirigió hacia Italia.

Vasilisa despertó en el avión, confundida y desorientada. Escuchó el llanto de Demon y se sentó de inmediato.

-Mi bebé- soltó con voz débil.

Antoni se volvió hacia ella, con Demon en brazos.

-Ah, finalmente despiertas- dijo.

Vasilisa se fijó en Demon, que seguía llorando.

-Por favor, déme a mi hijo- pidió.

Antoni dudó por un momento, pero luego se dio cuenta de que no podía calmar al bebé.

-Tómelo- farfullo entregándole el bebé

Vasilisa tomó a Demon en brazos y lo abrazó con fuerza. El bebé se aferró a su pecho, buscando su leche, ella se desabrochó la blusa y amamantó a Demon, que se calmó de inmediato.

Antoni la observó en silencio, sin decir una palabra. Vasilisa sintió su mirada, pero no se atrevió a mirarlo. Solo se concentró en calmar a su hijo.

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