𝖇𝖑𝖊𝖊𝖉𝖎𝖓𝖌 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 (𝙰𝚕𝚊𝚜𝚝𝚘𝚛 𝚡 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊) [1]

| 𝓒𝓮𝓷𝓪 𝓕𝓪𝓶𝓲𝓵𝓲𝓪𝓻 |

La luz cálida de las velas iluminaba el comedor de la casa de los padres de _____, haciendo brillar la fina porcelana y los cubiertos de plata que adornaban la mesa.

El ambiente, cargado de un aire formal, no lograba ocultar la tensión que se gestaba entre los presentes. _____ se sentaba junto a Charles, su postura erguida pero rígida, mientras su madre dirigía la conversación con una energía que parecía inagotable.

"_____, querida, estás en la flor de tu juventud,"

Decía la madre de _____, su tono lleno de convicción.

"Es el momento perfecto para establecerte como una buena esposa. Charles es un hombre ejemplar, una bendición que no debes desaprovechar."

Charles asintió, una sonrisa de aprobación cruzando su rostro.

"Es cierto, _____. Tenemos un futuro prometedor por delante, lleno de felicidad y prosperidad."

_____ escuchaba en silencio, su mirada perdida en la comida que tenía frente a ella.

Las palabras de su madre resonaban en su mente como un eco lejano, pero no lograban atravesar el muro de incomodidad que había levantado en su interior.

Hablaban de matrimonios, de hijos, de un futuro que parecía predestinado.

Pero _____ no podía evitar sentir que ese futuro no le pertenecía realmente.

"Imagínate, _____"

Continuó su madre,

"una hermosa familia con niños corriendo por esta misma casa. Serás una madre maravillosa, y Charles será un padre excepcional."

La presión en el pecho de _____ aumentaba con cada palabra.

Aunque Charles sonreía y asentía en acuerdo, ella sentía una distancia creciente entre ellos, una brecha que no estaba segura de cómo cerrar.

El silencio de _____ no pasó desapercibido, pero su madre, con su determinación característica, no le dio mayor importancia.

Después de lo que pareció una eternidad, la cena llegó a su fin.

Charles continuaba conversando animadamente con su suegro, mientras _____ se excusó para salir al jardín, en busca de un respiro en medio del asfixiante ambiente familiar.

El aire fresco de la noche le proporcionó un alivio momentáneo.

Caminó lentamente por el jardín, rodeada por las sombras de los árboles y el susurro del viento entre las hojas.

Sus pensamientos giraban en torno a las expectativas de su madre y el futuro que le imponían.

Pero sus emociones eran un torbellino de dudas y deseos que no podía ordenar.

Poco después, su padre se unió a ella en el jardín.

No había necesidad de palabras; el lazo entre ellos era lo suficientemente fuerte para que él entendiera su angustia.

Caminó a su lado en silencio, y después de un momento, se detuvo y la miró con una expresión comprensiva.

"_____"

Comenzó con suavidad,

"no puedo evitar notar que estás inquieta esta noche."

Ella bajó la mirada, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que sentía.

"¿Es Charles?"

Preguntó su padre, con una leve arruga de preocupación en el entrecejo.

"¿De verdad lo amas?"

_____, enfrentada a la pregunta directa, sintió que su corazón se encogía.

Pero no pudo articular una respuesta.

El silencio fue su única respuesta, y eso fue suficiente para su padre.

"_____"

Dijo con un tono más suave,

"debes seguir tu corazón. No permitas que nadie, ni siquiera nosotros, te imponga un futuro que no deseas. Lo que decidas, estaré a tu lado, apoyándote en cada paso."

Las palabras de su padre eran un bálsamo para su alma atormentada.

Antes de retirarse, su padre se volvió hacia ella una última vez.

"_____, si hay alguien más... alguien a quien realmente ames... no tienes que decirlo. Pero si es así, lo sabré. Y aun así, estaré aquí para ti."

_____ solo asintió, sintiendo que las lágrimas luchaban por escapar, pero manteniéndose firme.

Su padre le dio una última mirada de consuelo antes de dejarla sola en el jardín, envuelta en la penumbra de la noche.

Mientras tanto, a kilómetros de distancia, Alastor estaba inmerso en sus propios pensamientos.

En lo profundo del bosque, con su rifle en mano, acechaba a un ciervo que había seguido durante horas.

Pero su mente no estaba en la caza.

Su mente vagaba hacia _____, hacia los días pasados y las interacciones que los habían unido de manera inesperada.

El silencio del bosque era interrumpido solo por el crujido de las ramas bajo sus pies y el murmullo lejano de algún río.

Pero en su interior, Alastor libraba una batalla entre su razón y sus emociones.

Desde aquella noche, cuando había sentido la chispa de algo más profundo entre ellos, _____ había comenzado a evitarlo, y eso lo inquietaba.

¿Por qué lo evitaba?

¿Había sentido lo mismo que él?

¿O simplemente estaba arrepentida?

Mientras se preguntaba esto, apretó los dientes y se preparó para disparar.

Pero su mente estaba tan nublada por las dudas que perdió su objetivo de vista.

Respiró hondo, intentando calmarse, pero el pensamiento de _____ persistía.

"¿Qué debo hacer contigo, _____?"

Murmuró para sí mismo, el peso de su dilema reflejado en su voz.

El ciervo apareció nuevamente entre los árboles, pero Alastor, en lugar de disparar, bajó su rifle, contemplando el vacío que sentía.

Sabía que el juego entre ellos no había terminado.

Pero la próxima vez que se encontraran, debía estar preparado para cualquier cosa.

El eco de un disparo resonó en la oscuridad de la noche.

Alastor soltó un suspiro, sabiendo que en más de un sentido, tanto él como _____ estaban cazando algo que podría acabar con ellos.

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